2. Nσ Mҽ HαႦʅҽʂ Dҽ Sυϝɾιɾ

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La tensión que había entre los 5 integrantes de aquella mesa se podía sentir a metros de distancia.

Joaquín miraba fijamente a Emilio, quién a su vez tenía la mirada perdida en la pantalla de su celular, fingiendo que miraba algo importante, cuándo en realidad era incapaz de alzar la vista para encontrarse con tan dolorosa escena.

- ¿Cómo has estado Joaquín? - de pronto Polo rompía el incómodo silencio con una pregunta, más incómoda aún.

- Con bastante trabajo...- Joaquín respondió seco. No había un "bien" ni un "mal", sino una vacía respuesta que no decía nada.

Emilio sentía que en cualquier momento podría romper en llanto. Escuchar nuevamente la voz del ojimiel le hacía vibrar hasta la parte más recóndita de su ser. Había anhelado por tantos días poder volver a escucharlo, volver a tenerlo cerca; pero ahora que lo tenía en frente lo único que deseaba era salir corriendo muy lejos.

Joaquín por su parte estaba totalmente desconcertado; jamás pudo imaginar tener que encontrarse con Emilio en una situación así. Necesitaba explicarse, hablarle; todo tenía un motivo, pero no podía ni sabía cómo hablar.

- ¿No me vas a presentar, bonito? - el chico que estaba sentado junto a Joaquín y que sonreía con simpatía de pronto rompió el silencio y con él también el corazón del oji-café.

Lo llamó bonito; y en aquel instante Emilio sintió cómo algo dentro de él se rompía. ¿Quién era él?; El rizado aún no lo sabía, pero sí sabía que estaba hablándole al amor de su vida, de la misma forma en que él lo hacía unas cuántas semanas atrás.

El rostro de Joaquín mostraba miedo, incomodidad y una terrible tristeza. Podía imaginar lo que Emilio estaba pensando en aquel instante, pero ciertamente no podía dimensionar lo que estaba sintiendo.

- Oh, lo siento... Él es Ethan, un amigo - el ojimiel intentó inhalar profundo, pero sentía que extrañamente el aire no llenaba sus pulmones - Ethan él es Diego, mi mejor amigo...-

Los ojos de Emilio que aún miraban su celular, se abrieron con sorpresa cuándo escuchó que el peligris con quién se estaba viendo su amigo, era Diego Valdes; antiguo compañero de escuela y fiel amigo de Joaquín.

Debería sentirse algo más tranquilo, por haber oído que Joaquín presentó a su acompañante sólo cómo un amigo. Pero la escasez de espacio personal que él tal Ethan le daba al ojimiel, le decía que era muy probable que hubiera algo más.

El castaño prosiguió con su presentación. - él es Polo, un amigo - hubo una pequeña pausa antes de que lo inevitable ocurriera. - y él es Emilio, mi ex jefe

¿¡Mi ex jefe!?; el oji-café repasaba esas palabras con una mezcla de dolor y rabia en su cabeza. Un simple jefe; nada más que eso significaba para Joaquín.

Emilio por cortesía tuvo en ese momento que alzar la cabeza. Se topó de frente con los bellos ojos de Ethan, quién lo miraba con una amplia sonrisa. Él sólo fué capaz de responder con un cortante "Hola".

Polo volvió a hablar, intentando en vano disminuir en algo la tensión; pero Emilio ni siquiera era capaz de oír lo que decían, en sus oídos sólo escuchaba el fuerte sonido de sus acelerados latidos.

Joaquín puso las manos sobre la mesa, empezando con sus dedos a golpear rápidamente la superficie, en lo que intentaba regular en algo su ansiedad. Pero de pronto sintió cómo la tibia mano de Ethan se posaba sobre una de las suyas y la sostenía con fuerza.

El chico lo miró con una dulce sonrisa, totalmente ajeno al dramatismo que aquel momento tenía para el resto de los presentes.

- Joaco, ¿Quieres que vaya a la barra a pedir algo para beber? - Emilio podía ver en los ojos de Ethan la misma dulzura con la que él en algún momento miró a Joaquín.

El Tiempo En Tu Alma // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora