Dos individuos, una misma rosa.

21 6 0
                                    

──¿No estas emocionado?──pregunta Heoni, deslumbrando Euforia al lado de un Taehyung tan misterioso como siempre.

Finalmente el día de la excursión llegó a sus manos, en este preciso instante se encontraban uno al lado del otro en el autobús, esperando que los estudiantes terminen de acomodarse según donde fuesen ubicados y para la suerte de Heoni, y la clara manipulación de Taehyung para que la profesora le dejase estar al lado de la chica, los dos compartirían este hermoso viaje.

Kim asintió a la emoción de la azabache, mientras esta se removía en el asiento asegurando que sería el mejor día de su vida. Taehyung sonreía para ella, pero por dentro se estaba ahogando de estar en un espacio tan reducido. El olor a sangre lo apuñalaba por todos partes. La única manera de mantener la calma era tomando respiraciones profundas y cerrando los ojos. Más el bullicio de todas estas personas le sumaban un pase directo a la locura.

Heoni asomó la cabeza para verlo descansar. Tenía los ojos cerrados y una expresión neutral, tan atractiva a sus ojos. Tras los días que pasaron juntos no tuvo la extraña sensación al confesarse a si misma que la belleza de Kim Taehyung era mística.

Este seguía perdido en la concentración, quería tener el olfato más prestado a afuera, que con el paso de los minutos el autobús comenzó a andar y el viento disipo un poco la sensación asfixiante. Sintió una relajación abismal acariciarle el rostro con el viento entrando por la pequeña ventana abierta.

Heoni estaba del lado de la misma, pero aún si Taehyung no, el viento le hacía tregua.

──¿Tienes algo que decir, Heoni?──su voz adormilada sonó como una canción lenta, estimulando los oídos de la joven. Esta se sorprendió, creyendo que no la notaría.

Pero Taehyung sintió sus ojos mirándolo desde el primer momento. No le incomodó. Le pareció hasta tierno.

──Ah... no, yo solo...──tartamudeó tocándose el cuello, al ver que las palabras no querían formar una frase.

Taehyung abrió los ojos, sin perder la serenidad. Allí se encontró con la bella imagen de Heoni sonrojada, y nerviosa. El vampiro le sonrió de lado, entrecerrando los ojos. Después señaló con la cabeza la ventana y el paisaje.

──Mira.──dijo.

Heoni se quedó en silencio y le hizo caso. El bosque se reflejaban en sus perlas oscuras, enamorada de lo llamativo que se veía la neblina abrazando el color verde y la esencia que dejaba en todo el lugar. El aroma a árboles, la presencia de la naturaleza y también la serenidad de la misma, extrañamente se comparaban con Taehyung.

Taehyung leyó esos pensamientos y se lamió los labios secos. Heoni no se perdió de ese detalle. Esos labios que se curvaron con una preciosa sonrisa.

──Encantador, ¿no lo crees?──la manera tan silenciosa y dormitante en que se expresaba Kim Taehyung, sus facciones al hablar, el color de su voz y esas sonrisas tan misteriosas como un tesoro que no se deja abrir, lo conformaban como el arte de la naturaleza. Ella es tan silenciosa, atractiva y a la misma vez enigmática. Tal cual Taehyung, un rompecabezas indescifrable para un simple ser humano o una simple Heoni.

Así era Kim Taehyung. Un poema oculto.

                   (...)

Una segunda persona se asomó delicadamente a Heoni, caminando silenciosamente a su lado. Una sonrisa emocionante se presentó en sus labios. Las manos entrelazadas desde la espalda, un caminar despreocupado y un aire tan Jeon Jungkook.

Tras dos horas de viaje una charla interesante con Kim, vio que el tiempo pasó corriendo a su lado, dándose cuenta cuanto se había perdido en él como para siquiera notar el autobús parar en el corazón del bosque. Donde caminarían hasta las cabañas con un guiador.

──¿Jamás te han dicho que no es seguro alejarte de la manada, Linda Heoni?──la voz intrusiva de Jungkook se presentó en el aire. Heoni pegó un salto al costado porque jamás lo sintió caminar a su lado. La fémina se llevó una mano al pecho realmente conmocionada.

¿Por qué siempre tenía que aparecer de esa manera tan inesperada?

Jungkook se rió, con un aire sensual recorriendo esos ojos marrones, reflejando la figura tan pequeña de Heoni. El antes nombrado tomó el permiso por si mismo para posar una brazo alrededor de sus hombros. Sintió el cuerpo de la mortal temblar bajo su tacto.

──Dicen que los bosques de noche son el espacio perfecto para sucesos siniestros.──algo que Heoni no dudó en creer. Era una persona totalmente propensa a las mentiras y especialmente si estas se juntaban con el terror que expresa una leyenda.

Jungkook se mostró interesado en esa reacción. Sabía que los ojos de Kim Taehyung estaban vigilandolo con amargura a la distancia. Sin embargo no podía actuar según él quisiera por temor a romper la paz en el ambiente. No quería los ojos de nadie puesto en él y Heoni.

Y lamentablemente Jungkook era una vía gratis al escándalo.

──No me gustan mucho esas leyendas...──soltó insegura. La presencia de Jungkook le cargaba un peso mental y físico indeseable. Algo así como Taehyung a los primeros días de su llegada.

Exceptuando que no tenía ese aira misterioso o auténtico que representaba a Taehyung.

Jungkook... Él era un veneno camuflado.

Taehyung pretendía ser la cura de ello. Una tranquilidad que sanaba a estas turbulencias nombrada: Jeon Jungkook.

Cuando una persona atrapaba su atención, luchaba por arruinarla. Y Taehyung fue la prueba al margen con su trágica historia.

Jungkook le sonrió sin meditar hablar. Pero porque aún no encontró un arma mental para asustarla.

──¿Ves aquéllos árboles de allá que forman como un especie de círculo?──volvió a avivar sus miedos. En ella despertó la duda y la curiosidad que posee cualquier insignificante ser humano. Heoni tragó en seco y asintió.

──Se cree que allí hay un cuerpo enterrado por las manos de un importante asesino. Este lugar tiene una leyenda que me encantaría compartir contigo. ¿Tú qué dices?──consiguió helar el cuerpo de Heoni y levantar el fastidio de Taehyung metros atrás. Este escuchaba cada una de sus palabras, agonizando por alejarlo de ella.

El nombrado no tardó en interceptar a Jungkook con la mirada, acercándose a él con una amenazaba en los ojos. Tomó a Heoni de la mano y la apartó de la sonrisa malvada de Jeon Jungkook.

──Déjala en paz.──le salió una voz infernal. Ese auténtico Taehyung, amigo de la naturaleza cuya sonrisa calmaba el corazón de Heoni, ya no estaba en pie.

En su lugar un aura hostil tomó un papel importante en sus palabras.

He's Weird |Kth.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz