Al comenzar su tiempo en la universidad, SeokJin espera disfrutar y vivir los primeros años de su juventud con viejos y nuevos amigos.
Pero poco sabe, que el presente chocaría con el pasado y pondría su vida patas arriba...
"Ojalá me amaras
Nunca de...
"Una guirnalda de alabanzas derecidas, De alabanza derecida, a la que te doy"
- George Herbert, "Una corona"
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—¡Jinnie!—Seokjung llamó, agitando la mano, sonriendo, invitando a Seokjin más cerca.
Seokjin sonrió y se volvió para agradecer a la camarera, corriendo hasta el final del restaurante chino, tomando asiento, pero no antes de inclinarse cortésmente ante la prometida de su hermano, Shin Mina, dejando caer su mochila en el suelo, mirando la comida que su hermano había pedido por adelantado.
—Hyung, ha pasado un tiempo. ¿Las cosas han estado ocupadas? ¿Has estado bien? Nuna, ¡tu piel brilla como siempre!— Seokjin dijo, dispensando saludos y preguntas, recogiendo sus palillos, incapaz de decidir con cuál empezar primero; el arroz blanco humeante con un lado delicioso de cerdo agridulce o el jajangmyeon que yacía en un elegante plato de banquete sobre la perezosa Susan.
—Oh, Jinnie, adulador— se rió Mina, una mano que descansa en el brazo de Seokjung, —¡Hemos estado bien, gracias!—
—Hemos estado discutiendo los preparativos de la boda— le dijo Seokjung a Seokjin, viendo a su hermano pequeño conformarse con servirse un tazón de jajangmyeon, asegurando una porción, y luego comenzar a comer arroz con el cerdo agridulce, comiendo felizmente, —Así que ha habido eso junto con el trabajo—
—Eso es bastante por adelantado. ¿No es la fecha para el próximo año a finales de otoño?—Seokjin preguntó, después de tragar el jajangmyon, mientras movía sus ojos de Mina a Seokjun.
—No tienes idea de cómo van los preparativos de la boda, Jinnie ah— dijo Mina sacudiendo amablemente la cabeza, suspirando: —Desde el pastel, hasta el vestido, hasta el lugar, el menú, las flores, las decoraciones, es un dolor de cabeza organizar. Incluso con la ayuda de un planificador de bodas—.
—No te preocupes, nuna— sonrió Seokjin entre bocados, —solo usa la tarjeta de crédito de hyung para todo— guiñó un ojo, —¡El cielo es el límite!—
—Eso no es para que decidas, pequeño punk— regañó Seokjung ligeramente, sonriendo, mientras su mano llegó a descansar en la de Mina, —Aunque, lo que sea que te tranquilice, hazlo— dijo, Seokjin escuchando un lado de su hyung que rara vez se muestra a nadie más, un lado lleno de amor y afecto suave, viéndolos Se preguntó por un momento, si habría alguien que lo hiciera sentir como su hyung alrededor de Mina, sonriendo con satisfacción mientras la pareja compartía una mirada amorosa: —Pero Jinnie, ahora que el verano está empezando, ¿por qué no vuelves a la casa?— había una ligera mirada de preocupación en sus ojos: —Quédate conmigo y con Mina. Dile a Yoongi que venga cuando quieras—
