crossover || julián álvarez

10.

—¡Nos vemos luego palo! —dijo noah—

—¡Pásatelo bien con la tía Cori!

Agregó ian y Paloma les tiró un beso al aire a ambos para después darse la vuelta y retirarse del salón del restaurante e ir hasta el lobby que sería el punto de encuentro con Corina.

—Mira... se va sola

Le dijo Emilia a Agustina observando a Paloma retirarse.

—¿Y? —preguntó la esposa de Rafael—

—No... nada

—Parecería que estás OBSESIONADA con la chica —rió Rafael—

—Ay, nada que ver nene —dijo tirándole una servilleta—

—Todo porque juli la ayudó a la pobre piba —rió Agustín— no sé qué tanto flasheas María Emilia, dejá de joder

—No flasheo nada flaco, me da malas vibras nomás

Concluyó llevándose a la boca la taza con café.

Corina se encontraba sentada en uno de los sillones del lobby del hotel esperando que su sobrina bajara, las manos le transpiraban porque hacía mucho tiempo que no tenía tiempo a solas con Paloma. La diferencia de edad no es exagerada y ambas de chiquitas jugaban mucho.

Paloma no tardó mucho en visualizar a su tía, quien estaba mirando su celular y se acercó hasta donde esta estaba sentada.

—Buenas —saludó—

—Ey, hola

Dijo quitando su atención en el celular y guardándolo para ponerse de pie y saludar a su sobrina con un beso en la mejilla.

—¿Todo tranqui?

—Todo bien, todo bien —sonrió paloma— ¿vamos yendo?

—Sí, dale... pero banca que voy a pedir un uber

La nieta del quíntuple campeón mundial de fórmula uno asintió y jugó con sus pulgares mientras su tía pedía un auto con su celular.

—¿Hoy desayunaste bien?

Preguntó molestándola con lo que había pasado el día anterior.

—Sí —rió— hoy sí, igual esa chica andaba dando vueltas por ahí... ni idea

—Igual... creo que no fui la única que se dio cuenta de que te clavaba la mirada... y no hablo de Emilia

—¿Qué mierda decís cori? —preguntó desentendida—

—La verdad —rió levantando los hombros— la araña te picaba con los ojos y por eso andaba la novia alteradita

—Si se entera que el novio me habló anoche seguro es capaz de tirarme todo lo que encuentre en su camino

—¿Cómo es eso? —preguntó sorprendida— contame ya nena

—Pará —rió— ¿y el auto?

—Llega en... —dijo mirando su celular— dos minutos, tenes dos minutos así que arrancá

Pidió mientras se sentaba nuevamente en el sillón y le indicó a su sobrina que se siente a su lado.

—Joya, bueno nada —empezó sentándose—anoche cuando volvimos, después de bañarme y antes de llamar a mamá... me llega una notificación de instagram que me llamó la atención y era el chico este

—¿Álvarez? —preguntó y Paloma asintió— buenísimo

Rió y Paloma negó rápidamente.

—Buenísimo nada, tiene novia

—¿Y? no es que te digo que vayas y te lo garches...

—Ajá, sí... claro —rió— ya te conozco a vos

—Bueee ortiva, pero puede ser tu amigui y eso no es nada malo

—No obvio, aparte me pareció muy bueno como si no tuviera maldad

—La de la maldad es la novia —rió Cori— para mi deben ser el ying y el yang

Intercambiaron algunas palabras más sobre el hecho de la noche anterior y el jugador hasta que el uber llegó al hotel. Salieron de este y para la sorpresa de Paloma, algunas personas con cámaras profesionales empezaron a sacarle fotos y mencionar el nombre de su ex.

—Insoportables

Suspiró acomodándose en el auto.

—Palo ¿qué fue lo qué pasó con Charles?

Preguntó Corina mientras el auto arrancaba y Paloma veía por la ventana cómo se iban alejando. Iban a estar arriba del auto un buen rato hasta llegar a un centro comercial, así que suponía que iba a tener el tiempo suficiente para hablar sobre lo sucedido.

En esos días no había tenido tiempo de hablar sobre los hechos con absolutamente nadie, ni con sus amigas más cercanas y Cori en ese preciso momento le parecía una buena opción.

—Las cosas... venían bien —empezó— pero él se puso raro hace más o menos un mes, ponele y yo estaba trabajando con mamá, haciendo algunas cosas para la Mercedes, preparando todo para el último evento del año que se hizo en Italia, viajaba de acá para allá y bueno, sinceramente...

Tomó aire ahogando el llanto.

—No sé por qué —suspiró y algunas lágrimas cayeron por su cara— no había solo una chica en esa casa, en la cama que él y yo compartíamos HABÍAN DOS, TRES parecía una fiesta sexual, no sé...

Corina prestaba totalmente atención a las palabras de su sobrina y no podía creerlo, no quería hacer preguntas, solamente escucharla porque obviamente necesitaba desahogarse.

—Dejé de prestar atención cuando me di la vuelta y me encerré en mi vestidor —continuó— no podía creer lo que estaba viendo

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