~5~

83 7 2
                                    

Ya habían pasado exactamente unas 8 horas desde que Tae había caído inconsciente, el sol ya empezaba a salir pero no se podía ver desde donde Tae se encontraba.

Aquel castaño empezó a despertar, intentaba moverse de aquella incomoda posición en la que estaba pero era imposible, sus ojos estaban vendados y no podía ver nada, pero a pesar de eso era obvia la posición en la que estaba.

Tae estaba sentado en una silla bien alta ya que sus pies no alcanzaban el suelo, en sus muñecas tenía puestas unas cadenas al igual que en sus tobillos, las cadenas de sus muñecas hacían que sus brazos estuvieran alzados hacia arriba sin posibilidad de bajarlos, le dolían sus muñecas y sus brazos estaban entumecidos.

Las cadenas de sus piernas estaban más sueltas por lo cual podía mover solo un poco sus piernas hacia arriba y a los lados, el antifaz en sus ojos estaba humedo por las lágrimas que de sus ojos salían.

De un momento a otro la habitación en la que estaba se lleno de gritos de ayuda, sollozos y intentos de hablar que se escuchaban más como balbuceos, pero no importaba cuanto gritara nadie venía a ayudarlo, minutos pasaron y su garganta ya dolía de tanto gritar, por ello dejó de hacerlo  para luego solo undirce en un gran llanto, un llanto desesperado.

No sabía dónde está, lo único que sabía era que quería salir de allí, ir donde su madre y poder sentirse seguro.

Un ruido se oyó en la habitación además de su llanto, la puerta de aquel lugar estaba siendo abierta para luego sólo oír pasos acercarse a el, por lo cual sólo pudo hacerse más pequeño en su lugar.

Una mano toco su barbilla haciendo que Tae por instinto moviera su cabeza de un lado a otro para intentar que lo dejaran de tocar.

- Buenos días bebé dormilón -dijo una voz, esa voz se le hizo muy familiar, claro era la misma de aquel sujeto del día anterior.

- Por favor suelteme... Se lo suplico~ -rogaba Tae

- Lo siento bebé pero eso es algo que no puedo hacer -dijo aquel sujeto

- Por favor... Que quiere de mi -

- No es obvio, te quiero a ti mi hermoso bebé -dijo para luego llevar sus manos al antifaz que el rubio tenía para luego retirarlo.

Tae habrio los ojos poco después con un poco de dificultad  al intentar acostumbrarse a la luz, pero a quien vio el rubio hizo que se sorprendiera y asustara más de lo que estaba.

- Se-señor Jeon~ -dijo con sorpresa-. Señor porque... Porque estoy acá, se está intentando vengar de mi madre -

- Ah? No lindo no estas acá por tu madre, estas aquí porque así debe ser -dijo el más alto.

Pues aquel sujeto era nada más y nada menos que Jeon Jungkook, dueño de la empresa más grande de electrodomésticos de Corea, uno de los hombres más ricos de dicho país, y jefe de su madre, por lo cual Tae pensó de que su madre había hecho algo mal y el quería vengarse de ella, por que si por algo era conocido era por su carácter, por ser una persona fria y sin sentimientos y Kim tenía miedo, miedo de lo que le pudiera hacer.

- Se que estarás confundido, pero tranquilo yo te lo explicaré todo mientras te hacemos unos arreglos -dijo Jungkook regalandole una sonrisa mientras le secaba las lágrimas, luego se alejo del rubio dirigiéndose a una repisa donde habían algunas cosas que Tae no alcanzaba a ver con claridad-. Pues verás bebé -empezó a hablar mientras buscaba algo-. La primera vez que te vi fue en la seremonia que organizaron los empleados de la empresa por mi cumpleaños, recuerdas -Tae solo asintió-. Pues bueno en toda la ceremonia te estuve observando, como te reías, saludabas a los demás de forma tímida y como no te separadas de tu madre, todo eso se me hizo muy tierno, tanto que me daban ganas de separarte de tu madre y guardarte en mi bolsillo solo para mi solo, desde entonces no pude evitar investar todo dobre ti, donde  vives, donde estudias, cuales son tus pasatiempos, tus amigos, todo, y ahora se todo de ti, mi investigación llego tan lejos que descubrí hasta que tu padre te avando -dijo ahora acercándose con dos cosas en las manos-. Y pensé como alguien pudo abandonar una cosita tan linda como tu, así que pensé, y pensé hasta que tuve una gran revelacion. ¿Cuál te gusta más? -dijo mostrando aquellos objetos.

Se trataban de dos barras de hierro, de esas con las que se marca al ganado, pero estas no tenían forma números, una tenía forma de un chupete de esos que usan los bebés, y la otra tenía forma de una palabra, papi, eso era lo que decia, pero estas no eran tan grandes como las que usaban para los animales están más pequeñas.

- Haver dime cual te guata mas bebé -hablo el peli negro al ver que el otro no respondía.

- Pa-para que es eso -dijo Tae tartamudeando un poco debido al miedo.

- Como que para que chiquito, se que sabes perfectamente para que se utilizan, así que haber cual te gusta más -pero Tae seguía sin responder-. Okey no respondas yo eligiré por ti, mmm creo que esta se verá más linda si -dijo eligiendo la que tenia la palabra grabada dejando la otra de nuevo en su lugar-. Bueno siguiente con lo que te estaba contando -volvió hablar mientras dejaba aquel objeto de hierro en una pequeña especie de chimenea con carbón para que se calentara, y Tae simplemente no dejaba de temblar del miedo-. Aquella revelacion que tuve me hizo pensar, que si no tuviste figura paterna entonces yo te la daría, por eso te he traído conmigo porque de ahora en adelante seré tu Papi, Tae -

Tae se quedo confundido por lo que acababa de oír, su Papi, ese sujeto definitivamente estaba loco.

- Entonces bebé, ¿no estas alegre? - Dijo Jungkook con una gran sonrisa.

- ¡NO, ESTAS LOCO, QUE TE PASA SUELTAME, ESTAS MAL DE LA CABEZA YO NO NESECITO NADA DE ESO YO ESTABA BIEN CON MI MADRE NO NESECITO NADA! -Gritaba Tae intentando sacar su ira.

Jungkook solo sonrió tranquilo, en definitiva su bebé era todo un berrinchudo y rebelde, y eso solo hacía que Jeon quisieras más tenerlo a su lado.

- Bebé no tienes que gritar, te dolerá la garganta -dijo con mucha tranquilidad.

- ¡No me importa yo solo quiero salir de aquí! -soltó Tae con lagrimas resbalando por sus mejillas.

Jungkook no le puso atención, solo se acercó a él, y con mucha delicadeza llevó una de sus manos el abdomen de chico y levantó la tela para dejar al descubierto su linda pancita y esa piel color canela tan suavecita, para luego tocarla erizando a Tae quien solo se movía inquieto, no quería que lo tocaran no, le daba asco.

- NO ME TOQUES -Grito Tae con voz quebrada debido al llanto.

- Si en definitiva ahí será, esa zona es perfecta -Dijo para luego solo dejar de tocarlo y alejarse de nuevo.

Fue hasta la pequeña chimenea, se coloco un guante y agarro aquellas barras de hiero, estaba tan caliente que las palabra Papi estaba de un fuerte color rojizo.

- Bueno bebé nesecito que te quedes quieto, o dolerá más -dijo acercándose a Tae con esto.

- ¡NO! ¡Por favor aleje eso de mi! -gritaba Tae mientras el pánico que ser quemado con dicho abjeto lo consumía.

- Pero bebé tengo que hacerlo, te veras más bonito -dijo para luego con su mano libre volver a levantar el saquito que Tae traía, mientras el más pequeño se movía inquieto intentando que Jungkook no logrará su cometido.

Por lo cual el más alto le tocó con su mano libre intentar sujetar a Tae para que no se moviese tanto, y cuando lo logró no se lo penso dos veses y poso aquel objeto el la piel de su panzita, justo un poco más abajo de su ombligo.

- ¡AHH! -Grito Tae al centir con el hierro caliente quemaba su piel.

Jungkook dejó este objeto solo 5 segundos más y luego lo retiro tirando este, miró con orgullo la linda marca que dejó en la piel de su bebé se veía tan linda, mientras Tae solo sollozaba por el horrible ardor que sentía en esta zona.

- Listo, si vez quedaste muy lindo amor -dijo Jungkook mientras Tae solo seguía llorando.
























~5~
Lo logre, he podido publicar otro capítulo.
Que malo que es el Jungkook ¿no?
Bueno de pronto más tarde suba otro capitulo
Perdón si hay fallas de ortografía

Sin más byeee

Koo_Tetettle

Se un buen niño-KooktaeTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang