Capítulo 6; Karma

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Wei Ying tenía una manera de desquitarse con Lan Zhan después de haberse portado tan frío con él, estaba furioso así que decidió no colocarse la ropa que le envió para ponerse una pequeña camisa totalmente provocativa y unos jeans ajustados que hacían resaltar completamente su figura.

Viéndose al espejo estaba encantado con lo que sus ojos miraban. Salió de la mansión para que el chofer personal les abriera la puerta, Lan Zhan salió del auto, esperaba que le reclamara por eso viéndolo de pie a cabeza, pero en vez de todo eso solo le dio un pequeño beso en los labios.

—Te ves bien... — le dijo para la sorpresa de Wei Ying, tomándolo de la mano para abrir la puerta y hacerlo entrar.

—¿Lo dices enserio?

—Si... — Fue la respuesta fría de Lan Zhan.

''Pues a ver qué dices de esto''

Llegaron a la inauguración, saludaron a Wen Rouhan mientras comenzaban todos los preparativos para cortar el listón. Había demasiados ojos viéndolos, Wei Ying aprovechó aquello para tomar la mano de Lan Zhan y cortar juntos el listón.

Pensaba que se molestaría por la cercanía, ¿no había arruinado la foto de uno de sus mejores proyectos? Pero en vez de eso Lan Zhan le rodeó el torso con los brazos de manera posesiva, colocando su nariz en el hombro desnudo de Wei Ying. Donde este pudo sentir su respiración.

Le dio un beso que todas las personas escucharon y gritaron de la emoción mientras Wei Ying se sintió incomodo pese a ser la persona más desvergonzada que hayan conocido.

Se lamentó de andar con ropa tan ajustada.

Tomándolo de la cadera lo jaló hacia la esquina de la puerta para que le abrieran el acceso a la tienda a las otras personas.

—Tengo que mostrarte algo. — Wei Ying aún estaba como estatua cuando Lan Zhan lo tomó de la mano para jalarlo dentro de la tienda.

Wei Ying vio una fotografía de el en el día de la boda. Sabía que era el portador de la marca pero esa es una verdadera sorpresa.

—Eso no es. — Volvió a jalarlo hasta la segunda planta. Nunca había ido hasta allí observando en todas las direcciones, parecía ser la bodega. Lleno de cajas y demás.

—No sé porque no andas con la ropa que te di...

—Me quedaba grande... — mintió.

Le mostró un collar solo y únicamente con una preciosa piedra con forma de loto.

—¿Podrías utilizarla esta noche? — Wei Ying mentiría si dijera que no le gustó el collar. Asintió y no esperó que Lan Zhan se acercara para ponérselo, quitándole la bufanda que siempre llevaba puesta para ocultar su nuca de manera delicada. Era ligeramente unos centímetros más alto por lo que lo puso incomodo.

—Tan lindo mi omega... — lo tomó de las mejillas y le dio un beso lleno de pasión que Wei Ying estaba iba a quitar, Lan Zhan se quitó quedando unidos por un hilo de saliva.

Uno que Wei Ying lamió de sus labios sin saber porque lo había hecho. Estaba a punto de reclamarle.

—Joven Lan... lo siento por interrumpir su momento a solas... — dijo uno de sus empleados, Wei Ying se sintió desilusionado y no sabía por qué.

''¿Así que me besó para que nos viera?''

—El señor Wen pide verlo.

—¿Vienes querido? — Wei Ying tomó su mano con desánimos para bajar juntos.

Ni siquiera supo que fue de lo que hablaran por el coraje que sentía.

Pero aun tenía la fiesta de la noche para vengarse.

Se tomó las molestias esta vez de obedecerlo y ponerse la ropa que le compró, no se miraba tan mal. De hecho todos los regalos de Lan Zhan era estupendos.

Y le quedaban a la medida sin saber por qué.

Atribuía que Lan Zhan era bueno en todo.

Ya en la fiesta decidió que la disfrutaría, comenzó a bailar con todas las personas que podía, importándole poco a su esposo. Pero sabía que lo vigilaba.

Mas temprano que tarde tenía un plan, haría que dejara de salirse con la suya y finalmente se enojara con el cuándo se tomó una copa de vino se sentó en las piernas de su esposo y le dio un beso en frente de todos.

Haciendo que se tomara el líquido que traía en la boca. Wei Ying sonrió con victoria, rodeando el cuello de Lan Zhan con sus brazos notándolo ya ebrio y con las orejas rojas.

Pero antes de que se quitara Lan Zhan le rodeó el torso con sus brazos antes de caer dormido sobre su hombro.

—Lan... Lan Zhan... — Wei Ying quiso quitarle los brazos, le importaba bastante poco si se caía pero esos brazos eran tan firmes como cadenas que hicieron que no se pudiera mover.

Le hubiera dado un golpe pero estaban rodeados de personas que pensaban que eso era normal. Incluso escuchó a algunos regañándolos por estarlo haciendo en frente de todos.

—Lan Zhan vamos despierta, prometo no volver a hacerte esto... — pensaba que habían pasado una eternidad cuando el cuerpo que parecía de mármol se movió y lo vio a los ojos.

—Lo siento Lan Zhan, ¿estas bien? — Lan Zhan colocó su mano en la nuca de Wei Ying, quitando la bufanda otra vez que traía puesta aquella noche.

—¿Lan Zhan? — lo acercó para darle un beso que no supo porque pero Wei Ying lo sintió tan delicioso, Lan Zhan no quitó su otro brazo del torso por lo que el agarre era firme.

Wei Ying lo atribuyó al aroma a vino del aliento de su esposo que lo hacían recordar a Lan Huan ¿no? Tenía que ser eso.

Wei Ying rodeó de nuevo el cuello de Lan Zhan con sus brazos profundizando el beso, sus lenguas danzaban para saber quién tenía el control. Wei Ying abrió más la boca para que Lan Zhan le introdujera la lengua hasta la garganta.

Se quitaron por falta de oxígeno y quedaron con la frente juntas, Wei Ying volvió a darle otro beso.

—¿No hay aquí un lugar más privado? — Lan Zhan asintió para tomarlo de nuevo de la mano e irse casi a rastras de la fiesta. Había habitaciones en la parte de arriba de la casa.

Wei Ying no sabía porque estaba tan caliente, solo sabía que quería tocar a Lan Zhan y que él lo tocara.

Los besos se profundizaban más. Fueron a la cama donde Wei Ying fue recostado de manera gentil mientras era besado. Lan Zhan recorría con sus manos todo el cuerpo de Wei Ying, y este no le molestaba en lo más mínimo.

No sabía que era lo que estaba sucediendo.

Lan Zhan le quitó el pantalón a su esposo para continuar con los besos.

—Lan Zhan no estoy listo para... — pero todo lo que hizo Lan Zhan fue masajearle el miembro lentamente, con ternura para no hacerle daño porque sabía que podía ser más rudo.

Wei Ying arqueó la espalda y se dejó hacer.

—Lo sé... — fue todo lo que dijo Lan Zhan.

Fue demasiado gentil con él. Wei Ying sentía que se lo debía así que introdujo el miembro de Lan Zhan en la boca, donde este lo tomó del cabello para tomar el control.

Había decidido que se portaría bien. Al menos hasta que el contrato expirara y no sabía porque eso lo puso triste.

Tuvo que tragarse toda la esencia de su esposo, después de todo se lo introdujo hasta la garganta.

—Prometo ser...

—Mio. — Le interrumpió Lan Zhan antes de volver a tomarlo de las mejillas y darle un beso.

Quizás así estarían toda la noche. Pero Lan Zhan estaba borracho.

No recordaría nada al día siguiente. El plan se revertió. 

Eso era karma.    

¡Auxilio! ¡Estoy enamorándome de mi esposo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora