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Londres, Inglaterra - Hilton Hotel 23:05
Otra vez discutiendo. Se supone que íbamos a hablar calmados y el me sale con que el sábado se fue a ver a Valentina antes de verse con sus amigos. La situación se había revertido y ahora la enojada era yo.
— ¿Y a qué fuiste a verla exactamente? —pregunto exasperada. Estamos parados en el medio de la habitación hablando a los gritos.
— Se peleó con Enzo y se sentía mal —empieza a explicar y lo corto.
— Ah bueno —me rio de manera sarcástica y revoleo los ojos—, ¿Qué ahora sos pañuelito de consuelo vos y no me di cuenta?
— No...
— ¡Encima no me contaste!—lo fulmino con la mirada y mira para el suelo—, Que te ibas a jugar a la pelota con tus amigos y no se que, en ningún momento mencionaste que te ibas a ver a Valentina.
— Porque te ibas a enojar —me mira y seguro puse una cara de querer matarlo porque se calló.
— ¿Tanto te ibas a preocupar por esa mina? ¿Qué te gusta? —esta vez me acerco a él y aunque es mucho más alto que yo está ahí parado sin saber que hacer.
— No me gusta, Sofía —respira hondo y se pasa la mano por la cara—, No la quiero dejar sola, es eso nomás —me evita la mirada así que algo me está ocultando. Lo miro fijo analizándolo. Cierro los ojos y respiro hondo haciendo una mueca.
— ¿Pasó algo el sábado? —pregunto y me muerdo la mejilla interna cuando me mira con las cejas fruncidas.
— No, posta que no —suelta y se que está diciendo la verdad por alguna razón—, Solo que no te conté, nada más —me mira a los ojos—, Prefiero que lo sepas por mi a que te lo diga Enzo, ya sé que hablas con él. —ahora la que se calla soy yo. Julián se relame el labio inferior—, Valen me contó que lo vio chateando con vos.
Miro para otro lado por un segundo y después Ali vuelvo a mirar.
— Enzo sí vino el sábado —me sincero, no me sentía bien con que me estuviese contando su verdad y yo no. Su mirada cambia rápidamente y se que está molesto. Antes de que diga algo me adelanto—, Estuvimos viendo una película y nada más —empiezo a explicar cuando se da vuelta y pasa sus manos por su pelo. Pero no me escucha.
— Te lo pregunté mil veces Sofía —murmura con bronca y se voltea para verme, se acerca y lo miro con las cejas fruncidas. —, ¿Pasó algo? —pregunta y ya me arrincona entre él y la pared.
— No —niego con la cabeza rápidamente, pegándome los más que puedo a la pared,
— ¡Dejá de mentir, Sofía! —me grita y le pega con el puño a la pared, me sobresalto y me muerdo el labio inferior conteniendo mis lagrimas. —, ¿Como puede ser que me mires a los ojos y me mientas así? —se le quiebra la voz y yo no puedo evitar soltar un par de lagrimas, trago saliva.
