¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Buenos Aires, Argentina - Nordelta 10:44am
— ¿¡Y para qué mierda la fuiste a buscar tarado!? —le grito a Julian que se agarra la cabeza con las dos maños y voltea los ojos. Tempranito en la mañana ya empezamos a discutir, ni bien bajamos a desayunar le pedí una explicación de la historia de Emilia.
— Dejá de gritar Sofía —se queja pasándose la mano por la cara, frustrado. Me hace enojar más, apoyo las manos en los bordes del desayunador y lo fulmino con la mirada—, Me pidió que la pase a buscar y la lleve a la casa, nada más. —era la cuarta vez que repetía lo mismos
— Y a mi qué me importa, es tu ex, se hubiese ido a pata.
— Bueno ya está, estás exagerando un montón —suspira acariciándose la sien, hacía ya media hora que estábamos discutiendo y no llegábamos a ningún lado.
— ¿Exagerando? —lo miro perpleja—, Te juntaste con tu ex, la que cuerneaste conmigo —recalco la última palabra señalándome—, ¿Y se supone que yo estoy exagerando? —arqueo una ceja y me mira, voltea los ojos y me enojo todavía más. —, ¿Qué me volteas los ojos, nene? —alzo la voz y él se levanta de la silla fastidiado golpeando la mesa con el puño.
— Dios cállate la boca, no te soporto más —alza la voz también. Lo miro con ambas cejas alzadas por lo que me dijo y por el golpe fuerte que dio en la mesa. —, Ya te dije que la dejé en la casa, nada más, no me la cogi y si me le hubiese cogido no te ibas a enterar, así que deja de hincharme las pelotas. —suelta enojado. Me quedo callada mirándolo y trago saliva. Agarra su café y sin decirme mas nada se retira de la cocina dejandome ahí sola.
Clavo mi vista en mi café y junto mis manos alrededor de la taza. Me tiembla el labio inferior y segundos después me lagrimean los ojos. Nunca me había tratado así de mal y me caía como un baldazo de agua fría.
Apoyo mis codos sobre la mesa del desayunador y me tapo los ojos empezando a llorar por todo. Doy un leve salto cuando escucho que da un portazo en la puerta del segundo piso y aprieto los labios destapándome la cara. Odiaba discutir con él, pero ya se estaba volviendo costumbre. Todo nos molestaba, todo nos irritaba y nos desconfiábamos el uno del otro constantemente.
Después de secarme las lagrimas y terminar de tomar mi café agarro mi celular y me dirijo a la sala, no planeaba subir a hablar con él porque iba a ser peor así que decido quedarme viendo alguna película. Primero le cuento todo a mi mejor amiga por chat y también a Leandro para que los dos me aconsejen.
Y así pasé toda la mañana, viendo películas y Julian encerrado en nuestro cuarto. A eso de las dos de la tarde va bajando las escaleras y volteo a verlo con la esperanzada de que quiera que nos arreglemos pero no. Estaba vestido y bañado. Arqueo una ceja y se para en el pie de la escalera.
— Vuelvo a las diez por ahí, me voy con el kun, me invitó a su stream —comenta y yo asiento sin decirle nada. Me mira unos segundos y después se va, unos minutos después escucho como cierra la puerta principal y posteriormente como se va con el auto.
