Entre Demonios [+18]

CAPÍTULO DIECINUEVE

Actitudes
Christopher Morgan

Artemisa se encuentra fuera de la central, dejando toda la central hecha un asco y a mi con el genio a mil demonios, se acerca más operativos, pero ella está en sus vacaciones cuidándole las faldas a su padre últimamente.

El atentado a Issac no se tuvo previsto y el que hayan actuado de manera improvisada, tiene a toda la central alerta, pero mi radar sigue ubicado en Antoni, el que haya actuado así, solo quiere decir que quería llegar a un lugar o mejor dicho incentivar el actuar de una persona.

Artemisa Walker

La mujer que en estos momentos me tiene puesto piedra con la ignorancia que me está dando, la erección que me cargo me pone de mal humor. La puerta es abierta por el Ministro que cada vez que viene, solo jode, por lo que me dedico a ignorar su presencia enfocándome en los papeles que hay en la mesa.

— ¿Por qué no estas interrogando a los Mascherano? — cuestiona —. Ya deberías estar haciéndolo.

— No me digas como hacer mi trabajo — advierto —, por muy ministro que seas no vendrás aquí hacer lo que quieras.

— Entonces aunque sea haz las cosas bien, por una vez en tu puta vida — reclama —, tienes a la prensa detrás del caso Mascherano y no tomas cartas en el asunto.

— Ya deja de joder — salgo de la oficina, dejándolo.

Me dirijo hacia la sala de interrogatorios de la prisión, la sala se encuentra siendo iluminada por una leve luz y las puertas dan paso al menor de los Mascherano, Alessandro, quien con su actitud demuestra su insignificante importancia que según él tiene.

— Viejo amigo — saluda —, al fin estamos solos y puedo decirte que el tiempo ha sido tu amigo.

— Déjate de ironías, que ello es lo mío.

— Te admiro — sigue —, mira que pasar de ser uno de los criminales más posicionados a ser un coronel de alto rango de uno de los ejércitos más importantes, que gran cambio.

— Estás hundido, lo sabes.

— De ser un seguidor, pasaste a ser un perseguidor de Antoni, es lamentable.

— Colabora antes de que te quiten esa opción — interrumpo —, se te esta acabando el tiempo.

— La lealtad forma parte de una de las principales reglas de la mafia — advierte —. Solo puedo decir que vienen cosas grandes.

Me inclino más hacia él sin quitar mis ojos de los suyos. Odio su apellido italiano con el vínculo que me unió a él en su momento.

— Como el dejar a un exgeneral en el hospital — comento y su rostro no refleja nada —, un movimiento muy predecible ahora.

— Cierto — asiente —, cosa que causa un tipo de acercamiento con la capitana Walker ¿no?.

— Son muy cercanos al parecer — afirmo.

— Demasiada historia.

No intentó obtener más información de ello, se parte de la historia y para que esté completa, está vendrá a mi por si sola.

— Tengo años preparándome para matar a tu hermano.

— Como él a ti — recuerda —, ninguna olvida lo que le hiciste a nuestra pequeña Emily.

— No sigas hablando, que solo demuestras lo sigo que sigues con el pasar de los años — digo con gracia.

— Tu y ella empeoraron todo.