Los gemelos Todoroki

Capitulo 5: El inicio

Los Yaoyorozu son una familia que por generaciones han ganado y construido un imperio político. Tener un hombre en la familia era una bendición, gracias a eso seguiría la tradición. Que una mujer naciera solo significaba que tendrían que buscarle un buen candidato que pueda tener el puesto a su nombre.

Momo, como muchos en su círculo social, nació en cuna de oro. Llena de materiales valiosos que no llenarían la inquietud de su corazón.

Después de todo, el dinero no compra el amor.

No importaba cuanto pasaba siempre sentía la necesidad de probarse a si misma y a su padre, probarle que podía dar más que solo una cara bonita. Lo intento. Lo intento por tanto tiempo hasta que conoció a los Todoroki.

Era una familia más, una familia de adinerados, de gente con poder, otra familia en su círculo social. Aun así, eran diferentes. No solo por el hecho que fueran más poderosos, todo era diferente. Especialmente esos hermanos. Momo quedó cautivada desde el momento que los vio por primera vez en él gran salón junto a sus padres.

Eran apenas unos niños, pero Momo sabía, sabía que esos dos llegarían lejos. Sin embargo, no fue por eso por lo que cayó rendida a la idea de ser cara bonita. Era por el simple hecho de que la entendían. Todos lo hacían. Iida, Shou, Toichi y ella entendían lo que era caer en espectativas.

- ¿Qué piensan hacer en unos 10 años? - pregunta Momo sentada en uno de los bancos del jardín. Iida y Toichi veían los peses en el estanque. Shou simplemente estaba acostado en el suelo con los ojos cerrados.

-Claro que seguir el legado de mis padres- contesta enseguida Iida. Mientras Toichi gira a encontrar a su hermano, básicamente esperando que conteste.

-No lo sé, pero de algo estoy seguro... no lo seguiré a ningún lado... yo haré mi propio camino- contesta Shou, Toichi simplemente asistió y siguió con lo suyo.

Momo quedó fascinada, no solo con el hecho de su pensamiento. Si no con la rabieta que creo después. Mostraba todos sus sentimientos, decía las cosas con tanta furia, con tanto desprecio y decisión. Sabía que lo lograría, la pregunta era como. Por eso lo escogió, quería sacarlo de donde estaba, quería darle el poder de cambiar las cosas.

Por desgracias, no funciono.

Simplemente lo condenó a ser miserable pues su padre aceptaba la unión. Los condenó a los dos.

Todavía recuerda el día. Era después de la escuela, estaban todos de camino a casa de los Todoroki, tenían que estudiar para un examen que tenían pronto, o más bien esa era la escusa. Para cuando llegaron a la casa el patriarca de los Todoroki se encontraba junto a su padre.

-Ah, por fin llegaste mi niña- saluda el padre de Momo. Ya con eso sabía que algo tramaba, nunca se portaba cariñoso a menos que algo le saliera bien. En cambio el padre de los Todoroki no saludó, se quedó mirando a sus hijos. Retándolos a ver si hacían algún movimiento. Shou no dudo ni un segundo en seguir su camino, Toichi no mucho después le siguió el paso.

-¿A donde creen que van? - Eiji los interceptó e hizo a ambos sentarse en uno de los grandes muebles de esa sala. Momo es conducida por su padre a sentarse frente a ellos. Iida no estaba muy seguro que hacer con su presencia, así que se hace a una esquina para no estorbar. Algo le decía que no le gustaría lo que iba a pasar.

-Mi vida- le dice su padre- ¿Qué piensas de los hermanos Todoroki?-

La pregunta se les hizo rara, a los tres. Momo aún confundida contesta -Son chicos educados con sus metas muy trazadas-

No sabía que más podría decir, su mente de 10 años aunque dotada por sus estudios, no sabía cómo dirigirse bien a su padre todavía.

-¿Te gustaría casarte con uno de ellos en el futuro?- ahí del sorprenden. Rápidamente Shou protesta, pero Eiji lo calla antes que llegue a mayores. Toichi aunque asombrado no habla. Momo se siente presionada, no sabía que tenía que decir en el momento.