(Prologo) ESCUDO ROTO

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Una tierra desolada es el punto en donde se regía una hermosa ciudad, la cual se ha convertido en un enorme cráter de rastros de una gran y feroz batalla. Lo único que queda son unos cuantos escombros y, entre estos, un asta que sostiene una bandera roja con un león devorando aquello que se asimila al sol. Dicha bandera decreta el final de la contienda y cerca suyo se encuentran los restos de un ejército en retirada. En sus armaduras están grabados el mismo símbolo. No están solos, protegen con valor a los sobrevivientes de la ciudad.

Sus componentes están siento atacados por un fenómeno con características antropomórficas que no se asemeja a alguna raza conocida. Por otra parte, los solados se defienden bien; sus escudos crean una defensa perfecta, mientras que sus espadas y lanzas acompañadas por armas de fuego causan un daño rápido y preciso. A pesar de que sus esfuerzos no durarán mucho, los enemigos son numerosos y los tienen rodeados. El destino parece caprichoso con su suerte.

A lo lejos está ocurriendo una batalla más grande. Una barrera cubre la zona por kilómetros y nadie puede salir de ella. En su interior se libra un combate que independientemente del lado en el que se inquine la balanza quedará grabado en la historia. Nubes negras de tempestad de las cuales se originan tornados de fuego azotan sobre un terreno estéril y devastado por el feroz enfretamiento. Cráteres con rocas de misteriosa procedencia adornan la zona y cerca de estas se notan los restos de dos cuerpos sin vida: uno decapitado y el otro quemado hasta haber sido reducido a cenizas. En cercanía a dichos cuerpos se encuentran tres figuras que se notan cansadas y heridas. Todos están con ojos incrédulos por lo que está sucediendo a unos cuantos metros.

Al centro de todo este caos hay dos personas de increíble poder: uno que no parece ser un habitante de Edea, mas posee una auténtica aura, fuerza y técnicas de lanza envidiables, además de descomunales cantidades de efema. Aquella persona tiene acorralado al otro que no es nada más que un humano de valentía admirable eclipsada solo por su grandiosa fuerza de voluntad.

La fuerza y velocidad de cada golpe del enemigo provoca que tiemble el cuerpo del contrincante. La habilidad del hombre en combate, junto a su magia, serían suficientes para abrumar a quien sea que se le pare delante, no obstante, este es distinto. Aun sabiéndolo el humano, no retrocede, y de cualquier modo, ya no puede, puesto que está destruido de manera física; las piernas le tiemblan como ramas secas al viento y su brazo izquierdo fue robado durante la batalla, de modo que su brazo derecho es el único que sufre sosteniendo los restos de lo que alguna vez fue una espada. Heridas graves cubren todo su cuerpo y sus ojos perdieron la capacidad de percibir el lumen de una vela, por lo tanto, la completa y gélida oscuridad lo rodea. Por cada respiro su vida se escapa con lentitud.

A diferencia de la criatura que se encuentra delante suyo y que lo mira con un profundo desprecio y un amargo odio, no parece haber usado todo su poder.

¿Quién es este hombre...? ¿Quién es este hombre que recibe cada golpe como lo haría un padre protegiendo a su hijo? ¿Y por qué aun sabiendo que no es rival decide continuar este combate contra semejante calamidad natural?

La balanza cede. Como cuerpo muerto toca tierra.

Utopía Del Soñador Onde histórias criam vida. Descubra agora