Utopía Del Soñador

5. VALOROSO

Hola a todos, aquí les traigo la magnífica reescritura del cap 5. Lamento mucho la tardanza, he tenido varios problemas entre vida, estudio, tiempo ecc... Muchas gracias por el apoyo y obviamente esperen la reescritura de los próximos.

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Bajo el manto de una noche que prometía ser serena, los susurros del viento acariciaban suavemente los árboles, mientras las estrellas decoraban el cielo con su brillo titilante. Sin embargo, esa tranquilidad se desvanecía lentamente a medida que los estruendos de combates distantes resonaban en el horizonte. El silencio se fracturaba con el crepitar de un incendio voraz que devoraba el paisaje. El fulgor naranja destellaba entre los árboles, transformando la apacible noche en un escenario caótico. El humo denso se alzaba en espirales, tejiendo una cortina asfixiante que oscurecía el firmamento estrellado.

En medio de este pandemónium, una pequeña niña corría con desespero, con el corazón golpeándole el pecho, luchaba por ocultarse de la furia de su agresor y el avance voraz del fuego. Cada movimiento era calculado, cada respiración era un desafío, mientras el resplandor de las llamas se expandía, transformando la noche en un paisaje fantasmal de destrucción. En tanto, Jack, consumido por la ira, no se contenía en sus ataques. Ya no le importaba si la niña seguía con vida; simplemente ansiaba presenciar cómo su cuerpo era devorado por las llamas.

-¡Mocosa! -gritó iracundo. -¿¡Sigues con vida!? -siguió -¿¡Te haces la fuerte para no gritar!? ¡Responde! ¿¡Acaso no te importan tu padre y el idiota que intentó protegerte!? ¡Sabes... a esta hora ya deberían estar muertos! ¡Y es todo por tu culpa!

Las duras y despiadadas expresiones resonaban en su mente, Atemorizada, se tapa la boca con las manos intentando ahogar su llanto.

-"Papa..."

-Atacando su animo el despreciable hombre le dijo: -¡Si no hubieses escapado no hubiésemos tenido que matar a nadie! -profirió adoptando una fachada benevolente. -¡Yo quería ayudarlos! ¡Tal vez aún no sea demasiado tarde! ¡Sal de tu escondite y prometo no hacerte daño! -ladró escondiendo lo enfermo de su ser. -¡Ayudaré a tu padre y al otro imbécil!

La niña estaba indecisa, paralizada por el miedo que la hacía vacilar si creer a sus sucias palabras.

-¿¡Entonces!? ¡Se me acaba la paciencia niña!

Desde lo más recóndito del bosque, un individuo se abrió paso valerosamente a través del caótico infierno que se había vuelto ese lugar. Cada zancada de su carrera desesperada resonaba marcado por el crujir de las ramas calcinadas bajo sus pisadas alertando a su enemigo a la distancia mientras el temor se mezclaba con su voluntad, un grito reveló su posición:

-¡HEY! ¡Bastardo...! -exclamó con voz poderosa mientras arrojaba con todas sus fuerzas el saco que portaba consigo.

Gil había tomado una decisión: el miedo aún lo apresaba como una bestia voraz, pero con valentía se equipó con el fusil y la espada de Fargan. No estaba dispuesto a convertirse en un cobarde que abandona las personas que tanta ayuda le brindaron.

-Que... "¿un saco?"

Jack disparó una llamarada sin preocuparse por su contenido, desencadenando una explosión que lo cegó por unos instantes, pero que desafortunadamente no le causó ningún daño.

-¡AH! -gritó de dolor restregando sus ojos. -¡Mierda!

Aprovechando el momento, se refugió detrás de un robusto árbol, a unos cuantos metros de distancia. con manos temblorosas por el miedo y la respiración entrecortada, preparó su fusil, listo para enfrentar lo que vendría a continuación.

-"Si logro inmovilizarlo... -tragó con fuerza -la victoria será mía." -planeó apretando la pesada arma que lo acompañaba. -" En mi puta vida he siquiera sostenido un arma... -Sonrió nerviosamente. -Pero... -siguió - solo debo tenerla firme y apretar el gatillo ¿Fácil no?" -a ojos cerrados repitió, el corazón le retumbaba en los oídos, su saliva estaba pastosa y sus torpes manos no dejaban de temblar -Firme y disparar, firme y disparar, firme y... disparar.

Exhaló pesadamente.

-Tengo que lograrlo.

Este se expuso. Agarró el arma con torpeza, adoptó una posición tambaleante, tomó un respiro incierto y, con mano temblorosa, apretó el gatillo cerrando los ojos a causa de su estúpido instinto. El momento para él pareció eterno: el martillo chasqueo, la pólvora sufrió al encenderse desatando el fogonazo junto con una reacción en cadena que hizo rugir el arma para escupir la bala; el contragolpe por poco hizo que el hombro del joven se dislocara, pero igual le empujo de lado con una mueca de dolor.

La bala impactó y desgarró con facilidad la carne de la pierna de su desprevenido objetivo.

-¡Hijo de puta! -espetó iracundo.

Sin pensarlo dos veces, Jack, desató llamas a su alrededor sin medir su poder. Una de las llamaradas alcanzó al despavorido Gil en el brazo izquierdo, causándole una seria quemadura que lo hizo retorcerse con vigor en el suelo mientras ahogaba su grito con tierra y manos para no echar a perder su segundo escondite detrás de unas rocas, mientras la tensión en la escena aumentaba con cada chispa que danzaba en el aire.

-¡Maldito idiota! ¡Me las pagaras! ¿¡Qué pasó con Fon!? -inquirió más por ira que preocupación -¿Acaso tú lo derrotaste? ¡Responde! -su vista borrosa por la explosión de antes lo desesperaba, apretaba dientes y manos como si estuviese sosteniendo el cuello de su fastidioso y escurridizo enemigo.

El joven seguía tirado en el suelo, intentando inútilmente calmar el ardiente dolor con un poco de tierra fresca, las lágrimas le inundaban los ojos y su cara se retorcía mostrando nada mas que dolor y terror. -"Falle..."-lloró para sí mismo. El chico se puso en pie y apoyo su espalda contra la roca, su cuerpo no dejaba de temblar debido al sufrimiento mezclado con un torbellino de emociones. -"Me quedan tres balas..." -limpió su cara de mocos y lágrimas. -Y la espada del señor Fargan... no quiero un combate directo, estas deben bastarme. Espero que Crishta se encuentre lejos de aquí.