|•Dieciseis•|

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Dos de la mañana y salí de mi habitación en dirección al jardín, era extraño pero había leído en una revista que regar las plantas en la madrugada o después de que el sol se escondiera era lo más prudente evitando así se que el agua solo se evaporara.

Así que aquí estaba, una sudadera, un short y unos Vans me acompañaban. Subí el gorro, apagué el sistema de riego automático y tomé la punta de una de una de las mangueras para abrir la llave y comenzar con mi nuevo hobby de jardinería.

Después de algunos minutos creí conveniente el hecho de dejar que el agua fluyera sola así que me senté en junto a un pequeño estanque que tenía mi madre mientras jugaba con mi móvil. Al cabo de veinte minutos me levanté directo a la llave y cerré ésta pero me quedé quieto cuando escuché un auto estacionar al frente y ver cómo se bajaba una figura masculina, un par de minutos más y una persona, exactamente Milena salía de la casa en dirección al auto. Era James quién la esperaba.

Dejé la llave y llamé a los guardias de la puerta (portón) para que no fueran a abrir ésta. Alcancé a Lena del brazo y con cuidado tiré de ella hacia mí.

—¿A dónde vas? —pregunté mientras la miraba fijamente a los ojos los cuales podía ver claramente gracias a la iluminación.

—¡Suéltame Alexander! —dijo en un susurro evitando gritar del coraje que en ese momento sentía por el hecho de que no la dejaría seguir con su plan de escape.

—No lo haré porque no podemos salir de esta casa sin seguridad, Milena. —amenacé con voz firme.

—No te pienso hacer caso en este momento,  ya deberías de saberlo.

—No te estoy preguntando, Rotchild. —la miré de abajo hacia arriba y volví por fin mi mirada a sus ojos.— Te recuerdo que en este caso soy tu niñero.

Nos traté de girar pero escuché a James desde el otro lado de la entrada.

—Déjala venir Lodge.

En ese momento mi paciencia estaba en cero, y que él me hablara me ponía incluso de peor genio.

—¿Quién te dijo que podías dirigirme la palabra, pedazo de mierda? —pregunté mientras giraba mi cuerpo hacia donde estaba él dejando a Milena a mis espaldas.

—Alex, no le llames así. —pidió Lena, pero para ese momento la paz no era una opción.

—El mayor aquí soy yo —respondí a la chica y sin soltar la mano de la misma dí un paso hacia el tipo fuera de mi casa.— O te largas, o...

Me interrumpió.

—¿O llamas a seguridad? —con su mano derecha hizo la forma de teléfono y balbuceó.— mami, papi, seguridad, alguien que me proteja —soltó una risa cínica.

—¡James! —reprimió Lena.

—O te parto tu madre, no necesito que alguien más me defienda —para este momento solo sentía pequeños tirones de parte de Lena.

—¿Tú a mí? —se burló y dió unos pasos hacia el portón.

—Lárgate —dije antes de tomar a Lena por las piernas y subirla a mi hombro derecho caminando de regreso al interior de la casa. Escuchaba como James golpeaba el portón y pedía que la soltara.

Al tiempo Lena pataleaba en busca de su libertad pero yo me dediqué a hacer caso omiso.

Minutos más tarde entré a su habitación donde la dejé caer sobre la cama.

—Si alguien me ha hecho cabrear las últimas semanas, eres tú Milena. —dije con un tono seco mientras apoyaba mis puños en el colchón quedando a pocos centímetros de su rostro.

—Yo no tengo la culpa de que trates de hacer las cosas bien solo cuando quieres, y aquí no todo se trata de tí, Alexander. —respindió enojada, pero no me importaba.

No la dejaría salir de aquí, sola, con él.

—Dime una cosa, ¿Me estás cuidando o solo estás celoso de que vaya con James? —cuestionó mirando fijamente mis ojos.

—Mis razones no son de tu interés —me defendí ante su acusación de los celos y antes de recobrar mi postura de pie me tomó con ambas manos del cuello acercándose a mí.

—No sé si me gusta más ser la niña tímida, o dejar que me consuman las ganas de besarte, de seguir provocandote, de que cada vez que estoy con alguien más mueras de ganas de acercarte y tomarme dejando en claro que soy tuya, aunque... —se quedó pensando unos segundos mientras a mí se me escapó un suspiro por las ideas en mi cabeza de todo lo que decía.— ¿En realidad soy tuya?

Clavó sus uñas en mi nuca y recorrió un lado de mi cuello con estás dejando así un par de marcas.

—¿Estás saliendo con ese imbecil? —pregunté al tiempo que bajaba mi mano derecha a su cadera dándole un apretón hacia mi cuerpo. Ya no solo era coraje, ahora era todo mi deseo hacia ella acumulado queriendo salir.

—Alex, lo tuyo solo es calentura, no me quieres —me dedicó una sonrisa.— Y no me puedo permitir ser tan tonta para traicionarme aunque me muera de ganas de que mi crush de siempre me haga caso y solo me uses sexualmente por un vago deseo y no porque realmente sientas algo por mí.

Me quedé atónito, ni siquiera supe que responder en ese momento, la deseaba, sí. En definitiva. Moría de ganas de estar con ella, de hacerle el amor... ¿Hacerle el amor? ¿O solo coger?

—Estoy confundido —fué todo lo que pude decir.

Se estiró dejando un beso en la comisura de mis labios.

—Entonces déjame seguir saliendo con otras personas, conocer más gente que esté dispuesta a no pasar solo una noche conmigo, o que no quiera acabar solo con su deseo carnal y esté dispuesta a conocer como mínimo mi color favorito —acarició mi mejilla derecha provocando que cerrara mis ojos.— Y si ese es James... No tengo que esperar tu aprobación.

—¡No! —negué varias veces con la cabeza y me levanté.

—Alex... Eres imposible —rió un poco y se sentó a la orilla de la cama

Un sonido fastidioso comenzó a escucharse fuera de la casa, era el claxon del auto de James.

Salí de la habitación de Lena y fuí a la mía, tomé del clóset una pistola, específicamente un franco de gotchas y me dirigí a la ventana que daba hacía la calle comenzando a disparar hacía el imbecil y su auto.

—¡ME LAS VAS A PAGAR PENDEJO! —gritaba James mientras subía a su auto evitando lo golpeara con una bala de pintura, pero se le olvidaba que por algo estoy en torneos de videojuegos.

Su auto y él habían quedado manchados y con marcas, las cuales espero le duelan y queden de recuerdo de que puedo tener un poco de piedad.

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⏰ Last updated: Jan 12 ⏰

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¿Niñero? [+18]Where stories live. Discover now