Cada vez más cerca de tí (Colette X Edgar)

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Era de noche, alrededor de la 1 de la mañana más o menos, nos encontramos en casa de Edgar, un chico con mal temperamento, pesimista y trabajador de la tienda de regalos de Star Park. Él estába dormido en ese momento, ya hacía tiempo de que se había quedado dormido más bien.

En la habitación estaba absolutamente todo en silencio, solo se escuchaba el viento soplar y los pequeños ronquidos del emo, toda la habitación estaba algo oscura, la única lúz que entraba era la de la luna. Las cosas estaban normales, todo como siempre, nada fuera de lo común. Excepto por una extraña silueta vigilando desde afuera en la ventana de la habitación del chico.

La persona tras la ventana se trataba de nada menos que Colette, su compañera de trabajo, una chica super activa y con una obsesión por sus compañeros brawlers, o al menos antes así era, antes de que esa atención empezara a reflejarse solo y unicamente para su compañero.

Hacía eso seguidamente, se despedían del trabajo y cada quien se hiba por su rumbo, claro que la chica luego de un rato seguía al pelinegro sin que éste se diera cuenta y vigilaba todo lo que él hacía desde afuera de su casa.
La obsesión comenzó más o mrnos hace 2 meses, pero todos los días sin falta, desde hace aproximadamente un mes, o tal vez menos, la chica hiba simplemente a verlo, pero sentía que solo hacer eso no era suficiente, ya no.

"Un poco más cerca no haría ningun daño" es lo que pasó por su cabeza en ese momento.

Ella esperó un poco para asegurarse de que su amigo se encuentre profundamente dormido, aunque desde hace bastante rato ya debería estarlo, y entonces entró a su casa por una de las ventanas, tanto tenía vigilado a su compañero que hasta sabía que no las cerraba con seguro, así que ingresar fué pan comido para ella, no tardó ni un poco en encontrar y entrar a su habitación.

Ella ingresó y podía apreciar a su lindo compañero muy dormido, estaba justo enfrente de ella. Se acercó con todo el cuidado posible para no hacer ningun tipo de ruido, no quisiera que él la descubra, nunca más podría volver a hacerlo y él jamás le volvería a dirigir la palabra.

Se acercó más, a tal punto que estaba tan solo a centímetros de él, solo se le quedaba mirando, hasta que se acercó aún más y empezó a olerle el cabello, a ella le gustó mucho ese olor.

Seguía en lo suyo pero por un momento olvidó que no debería hacer eso y perdió el cuidado, en ese momento Edgar comenzó a moverse, como si algo lo molestara.

El corazón de la chica se aceleró mucho, admitía que esa sensación y la idea de que él la descubra asechandolo no era tan mala, pero no era el momrnto, y no sabía que hacer, así que rapidamente se arrojó al suelo para que no pudiera ser vista en caso de que su amigo se despierte.

El chico seguía emitiendo pequeños sonidos de queja, y su compañera estaba suplicando que él no se levante. De pronto el silencio se hizo presente nuevamente y el chico comenzó a roncar una vez más.

Colette soltó un suspiro de alivio y se volvió a parar.

"Supongo que ha sido suficiente por ésta noche, mañana debo trabajar de todas maneras" pensó la chica y con eso mejor se dirigió a su casa.

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A la mañana siguiente

Después de lo que había hecho la noche anterior se despertó de buen humor, era justo lo que necesitaba y no lo sabía; como casi siemore de hecho, solo que ésta vez aún más, también a pesar de casi no haber dormido, de todas formas a ella no le importaba, las ojeras las tenía desde ya hacía tiempo así que no era nada nuevo.

Edgar llegó un tiempo después y así con ambos en el trabajo llegaron las 8 y ambos comenzaron con el oficio de diario.

Griff había puesto a ambos chicos a acomodar mercancía ya que había llegado bastante, así que es lo que se encontraban haciendo.

El emo se veía algo distraido, ligeramente más de lo normal, si Colette no lo hubiera estudiado a profundidad y aprendido cada gesto o forma de actuar de él por esos meses nisiquiera ella se podría haber dado cuenta, pero ella sí hizo todo eso.

-Colette: te ocurre algo? Estás raro

-Edgar: ah? Oh no es nada

-Colette: solo dime, puedes contarme

-Edgar: nada, solo.. Tuve un sueño extraño.. Es todo

-Colette: Jaja ah sí?... Pues.. Que mal.. - decía con ciertos nervios- y no recuerdas de que era el sueño o sí?

-Edgar: mm no, olvídalo, ya se me olvido

-Colette: oh... Está bien.. Que extraño

-Edgar: estás bien? Pareciera que la pesadilla la tuviste tú

-Colette: oh sí! Es justo eso!, yo igual tuve una pesadilla.. Somos tan parecidos cierto?

-Edgar: parecidos? Solo tuvimos un mal sueño

-Colette: bueno, es solo una de todas las cosas que tenemos en común

-Edgar: Colette, lo unico en común que tenemos tu y yo es que trabajamos en el mismo lugar, nada más.