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Colette pensaba todo el resto de la noche en su habitación.

"En dónde podrá estar? Se habrá perdido? No podría, se abrá quedado dormido en el trabajo? Se fué al hotel? Salido con alguien? Él no es de salir, nisiquiera tiene otros amigos que no sean ella, entonces porqué no llegó a dormir?". Todos esos pensamientos hasta que al final se quedó dormida.

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Día siguiente en el trabajo.

Colette sabía que los miercoles el señor Griff salía de la tienda, así que ella esperó y cuando su jefe se alejó corrió hacia su oficina, ella debía ser cuidadosa, ya que Griff era muy bien organizado y tenía cada cosa en su lugar, sin duda se daría cuenta si alguien husmeaba en sus cosas.

Ella con el mayor cuidado, pasaba hoja por hoja en los cajones de su escritorio, buscando específicamente algo, hasta que en uno de ellos, justo arriba la encontró, una carpeta con el nombre de "candilandia".

Sabía que en ella podía encontrar el horario de trabajo de su compañero, y así podía saber la hora en la que descansaba, y tal vez darle una pequeña visita, entonces le sacó una foto muy rapido y volvió a acomodar todo, lo hizo demasiado bien, era como si no hubiese ocurrido nada.

Se encontraba en el escritorio, revisando aquella foto con detalle, no tenía la gran cosa de información, no habían horas de hecho, pero para su fortuna la hora del almuerzo sí estaba ahí, le tocaba antes que a ella, para su mala suerte él en ese momento estaría merendando y no podía irse por su trabajo, de todas formas ya no llegaría, así que mejor esperó a tener su descanso.

No pasó mucho tiempo de que el reloj de las 3 de la tarde sonó y ella salió disparada de la tienda hacia el lugar en el que trabajaba su amigo. Ella estaba tan nerviosa y emocionada a la vez, no lo veía desde hace tiempo, para ella años, quería hacerlo, quería volver a fijar su vista en él.

Ella estuvo rodeando el lugar, hasta encontrar una ventana en donde él estuviera, y sí lo logró. El chico estaba viendo la mercancía y anotando todo lo que había, se veía super concentrado. Ella lo vió con ese chaleco amarillo y le encantó, nunca lo había visto usar algun otro atuendo. Simplemente lo apreciaba de lejos, él realmente estaba bien, no sabe porqué le preocupaba tanto, es Edgar después de todo. Pasó un gran rato observándolo, sin qué el se diera cuenta, hasta que lo vió salir de esa habitación y para ella había sido suficiente, él se encontraba en perfecto estado así que podía volver a su trabajo sin ninguna preocupación.

Se acercó a la tienda de regalos solo para encontrar a su jefe de brazos cruzados y molesto en la entrada del lugar, ella llegó hasta donde él se encontraba.

-Colette: está enojado señor Griff?

-Griff: enojado? Claro que estoy enojado!, en dónde has estado eh?!

-Colette: en mi descanso señor

-Griff: tu deacanso, acabó hace 2 horas

-Colette: eh? Tanto tiempo pasó?

-Griff: llegué y tuve que atender yo a varios clientes, YO, tu sabes para qué tengo empleados? Para que ellos atiendan, no yo!

-Colette: lo lamento mucho señor, le prometo que no volverá a ocurrir, no me despida quiere?

-Griff: nunca has fallado y por eso lo perdonaré, pero ésta es la única vez entendido? Y no vas a salir más durante el descanso, al menos por un tiempo.

-Colette: por supuesto! Ahora iré para seguir con mi trabajo, gracias jefe

Le dijo y procedió a entrar.

Ella estaba algo triste, porque la idea de seguir llendo a visitar a su compañero se había ido por el caño, pero al menos podía estar segura de que estaba bien, y aún podía verlo en las noches.

Y así pasó el resto de la semana, habían días en los que el chico de nuevo no hiba a casa y eso le molestaba mucho a Colette, ya que no podía verlo, pero los otros días seguía acosandolo desde fuera, ya habrá tiempo para acercarse después, hasta que era el día lunes nuevamente, el día en el que su compañero regresaba con ella.

Ésta se despertó muy temprano, desayunó y salió a toda velocidad de la tienda, estaba muy felíz de volver a encontrarse con su amigo, ya le hacía falta tenerlo cerca otra vez. Dieron las 8 en punto, hora de comenzar a trabajar.

Y entonces la campanilla de la puerta abriendose volvió a sonar, solo para que ella lo pudiera ver entrar de nuevo, no podía estar más alegre, su corazón de nuevo se aceleraba, era encerio Edgar, y había regresado con ella. El chico vió como ella se le quedaba viendo así que decidió hablar primero.

-Edgar: buen día..

No pudo evitarlo y corrió hacia él, para abrazarlo fuertemente.

-Colette: Edgar volviste!

-Edgar: eh si..

-Colette: te extrañé demasiado

Ella comenzó a oler la camisa de su compañero, por un momento se perdió en ese olor que tanto le gustaba.

-Edgar: Colette puedes soltarme ya?

Le dijo el emo incómodo. Ella lo suelta

-Colette: lo lamento mucho, pero me alegro muchísimo de verte, la tienda no fué lo mismo sin tí.

-Edgar: te debiste haber vuelto más loca sin mi ayuda eh?, la verdad es que igual me alegra estar aquí, es mucho más tranquilo

-Colette: me extrañaste cierto?

-Edgar: qué cosas dices Colette

Le dijo y se fué hacia el almacen para buscar su chaleco y comenzar el día de trabajo.

En todo el día la chica no le quitaba los ojos a su amigo, éste como siempre no se percataba, y aunque sentía una ligera mirada mejor no le dió importancia, y eso era mejor para su compañera. Así finalizaron el día de trabajo.

Se habían despedido pero vió que no fué hacia su casa, eso se le hizo muy extraño, así que lo siguió. Pudo ver como llegó a casa de Fang, tocó la puerta y éste lo recibió.
Ella sintió una ligera sensación, algo desagradable ya que el chico con ella no salía, pero lo dejó pasar.

"Desde cuando sale con más personas? A Edgar no le gustaba eso, no puedo quedarme atrás, mañana mismo lo voy a invitar a salir" pensó y se fué de ahí.

Cada vez más cerca de tí (Colette X Edgar) Where stories live. Discover now