Capítulo 8 - Do You Believe In Gravity?

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Roboto se había despertado temprano, completamente despeinada, ella se dispuso a arreglar su cabello deseando algo diferente a lo que él profesor podía hacer habitualmente, solo peinandolo lo suficiente para que luciera bien y bajo a la cocina para disponerse a preparar el desayuno, pero ahí vio a Hifumi con dos platos en la mesa y una taza de café.

–¿no vas a comer? –preguntó Hifumi–

–normalmente sólo hago para el profesor, ya que no necesito comer.

–quiero hablar contigo entonces.

Hifumi igual le pidió sentarse, queriendo hablar con ella un rato, el plato se posaba en frente suyo luciendo medianamente apetitoso.

–el profesor me contó que tienes la capacidad de comer, él la habrá instalado por algo ¿no es así?

–supuso que iba a ser una de mis necesidades psicológicas y lo diseño todo con ayuda de la señora Kurosu, más no cumple ningún tipo de función práctica en mi cuerpo y por ende no es necesario para mi. Aparte de ser capaz de saborearlo.

–alguna vez has comido?

–un par de veces durante mis primeras semanas, en general no me termino gustando la sensación que deja la gelatina o las sopas del profesor, siempre había algo chamuscado ahí.

–¿más allá de eso?

–ninguna.

–¿qué tal si pruebas las tostadas?
Roboto vio las tostadas a un lado y viendo la mirada de Hifumi, decidió pegarles un mordisco no sintiéndose tan disgustada como antes.

–se siente crujiente.

–¿qué tal algo de queso crema?
Roboto agarro el tarro sobre la mesa y con el cuchillo ella unto un poco sobre la tostada y le pego otro mordisco decidiendo untarle al resto y comerlo, un bocado tras otro.

–me preguntó cómo funciona eso.
–lo que consumo es incinerado a plasma y reaprovechado por un generador –explicó Roboto terminando su tostada–

Hifumi empezó a comer mientras Roboto iba a limpiar los platos, 23 interfirió haciéndolo por ella tan rápido como le era posible, una tras otra parecía casi un trueno.

–Buenos días, señora Hifumi, señorita Roboto ¿están listas para irse? Ya casi es la hora acordada.

–aún no 23 –le dijo Hifumi– solo cálmate por un instante. Ya te avisaré cuando toque.

Roboto fue a cambiarse por algo  diferente, una camisa de manga corta y unos pantalones de mezclilla sencillos junto a las zapatillas de bota alta que el profesor le había conseguido, pero aún con su pelo, no parecía serle suficiente, algo diferente quería intentar y de inmediato Hifumi tocó la puerta con un puñado de peines, Ligas y otras cosas más para ayudarle, ella sentó a Roboto en el banco de su escritorio, mientras poco a poco figuraba algo, ella notaba que le era particularmente fácil trabajar con él cabello de Roboto, no era tan diferente a lo normal, cada hebra de cabello era lejos de ser un simple cable, entre trenza y trenza, las juntaba en una gran cola de caballo que mantenía en su lugar con varias ligas siendo el resultado una especie de cadena que no parecía terminar nunca, de inmediato Roboto se fue a ver en el espejo sintiéndose bien con eso y aprovecho para lavar sus dientes, viendo su satisfacción Hifumi sintió que había hecho ya un buen trabajo, pero aún quedaba bastante.
Asi se dispusieron camino a la estación, se las intentaba arreglar para mantenerle el ritmo a Roboto manteniéndose a su lado

–hoy iremos al Gravity Center –le contó Hifumi–

–¿y eso que es?
–ya lo verás.

Hifumi dio un fuerte pisotón en el suelo y de sus zapatos habían emergido ruedas y empezó a patinar para seguir a Roboto sintiéndose más a gusto así, era segunda naturaleza para ella, aún si no era la forma más óptima para ello, era algo que le calmaba bastante desde hacía rato.

ROBOTO ROBO ROBODonde viven las historias. Descúbrelo ahora