Capítulo 17 - Draw Me Like One Of Your French Girls

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La mañana antes de la presentación de la obra no era para nada agradable para ninguno de los presentes, Hikaru se veía constantemente acomplejada por la situación en la que se había metido por el azar del mundo sin fin, Roboto, Mako y Jun se veían envueltos recogiéndola en casa, siendo despedida por su nana en la puerta, se le permitió seguir sin poder sin decir mucho.

-¡iré más tarde a verla!

-No hace falta -Respondió Hikaru-

-claro que hace falta -respondio la anciana- no me perdería nunca de algo tuyo, Hikaru, ahora apúrate que Dios no te canta si vas tarde.

-ya se, ya se.

Apurados todos fueron corriendo hacia la escuela, Roboto limitándose a seguir su ritmo sin darle mucho pensamiento a ello, rápidas pisadas una tras otra, pero el camino no parecía acortarse nunca.

-¡Porque es que duraste tanto Roboto!

-mi hermana perdió el tiempo escogiendo este vestido, dijo que debía parecer alguien respetable frente a todos.

-¡Necesito llegar pronto! -dijo Hikaru-

-súbete a mi espalda -dijo Roboto-

En un apuro Hikaru se subio a la espalda de Roboto en un apuro sosteniéndose fuerte, Roboto planto sus pies en el suelo por un minuto, uno solo delante del otro poniéndose en posición y tras un profundo respiro, ella se echó a correr tan rápido que perdió a Jun y Mako en cuestión de un segundo, el aire se cortaba a la velocidad del sonido mismo hasta que finalmente pudieron llegar, los zapatos de Roboto habían sido destrozado mientras su acompañante se mantenía completamente paralizada en el sitio con su cabello alborotado y mareada viendo el camino marcado detrás de ellas, varias pisadas clavadas en el suelo profundamente, Roboto le tomo de la mano llevándola directamente al escenario de la obra encontrándose con el presidente del club de teatro quien se mostraba confiado por todo mientras los actores terminaban el último ensayo satisfechos con como todo estaba yendo, los disfraces tan espectaculares y detallados, la utilería de los escenarios siendo cambiada en el momento justo por los androides que se habían designado para aquella tarea gustosos de acuerdo a los mensajes que Roboto recibía de ellos, "estamos a su servicio señorita Roboto"

Ella los ignoraba tratando de ver que tanto debía hacer antes de proseguir hasta que vio a la supervisora de su club algo alarmada hasta que le vio, con un portapapeles que mantenía consigo en lo que organizaba todo el asunto, la lista de tareas estaba casi completa, menos una pintura de la utilería.

-¿Qué es lo que pasa señora Yukiko? -pregunto Roboto en calma.

-falta una ultima cosa, una pintura. Es la pieza central de una de las escenas, pero nadie se ha preocupado en hacerla.

-¿Qué debo hacer?

-se supone que es el androide padre, un retrato.

-¿Quién tiene su papel?

De inmediato el supervisor del club de teatro se mostró asustando a Roboto, un hombre ciertamente imponente, una gran barba en su rostro, un pomposo traje en vibrantes rojos y púrpuras y el bastón con la empuñadora de un león.

-esto será rápido -dijo Roboto- ¿puedes posar para mi señor?

-esta bien... pero no creo que de tiempo para tanto.

-créeme que ella puede -le afirmó Yukiko-

no pasó mucho tiempo antes de que el presidente llegará con un lienzo ya enmarcado y en blanco junto a la pintura, una paleta y varios pinceles listos ya a su disposición, mostrándole una imagen a Roboto de como debería verse así cerro sus ojos, sintiendo el lienzo, tomo un profundo respiro y de inmediato empezó a pintar, tan rápido como podía, las pinceladas rápidas y precisas con gran emoción, ella se dejaba llevar, durante diez minutos enteros ella solo parecía un borrón colorido y brillante qué parecía humear, poco a poco bajaba el ritmo, dando con los últimos detalles. Nadie quería ver el resultado de ello, pero Yukiko entusiasmada lo observó con detenimiento, poco a poco dándose cuenta de aquel desastre.

-creo que debería, quemar esto después -dijo Roboto-

-es ciertamente algo -le dijo la supervisora poco sorprendida-

-dejame ver... ¡santa madre! -exclamaba supervisor aterrado-

El observaba las facciones deformes y poco humanoides qué Roboto había realizado las deformidades y los cables conectados al cráneo.

-tu te llevaras esto a casa -le dijo el presidente- no hay manera de que nos dejen tenerlo ahí.

-eso pensaba -dijo Roboto sin pesar alguno-

El tiempo pasaba, la pintura siendo colocada en el primer bloque de escenarios, sin dudar los actores se disponían a ensayar una última vez antes de la obra, mientras Roboto se quedaba calmada observándolos, las líneas memorizadas a la perfección con la entrega justo como Hikaru y ella se las imaginaron.

Pero mientras Roboto observaba con atención, Hikaru no podía evitar sentirse avergonzada, decidiendo salir por un instante, la androide le siguió con prisas afuera de la puerta del gran salón, ella solo se encontraba completamente destrozada por todo el asunto, queriendo que la tierra misma se la tragara, sus manos estaban rojas, sus cristalinas y delicadas lágrimas recorrían su rostro con el rubor de su rostro pintado en rojo.

-¿qué pasa ahora Hikaru?

-yo no me imaginaba que iba a quedar así, hasta hace una semana tu hermana no paraba de sacarle errores, parecía que arreglaba una y se arruinaban otras cien, pero ahora... lo veo en frente mío, personas dedicadas a que todo saliese bien, incluso tu.

-es ciertamente algo para mi también -respondió Roboto- ver los disfraces qué yo dibuje en persona, es algo que se siente bien.

Mako y Jun llegaron interrumpiéndoles el pensamiento algo azotados por el grupo de padres y estudiantes esperando fuera de la escuela.

-están abriendo las puertas ahora -les aviso Jun- mejor vayan tomando asiento.

Roboto de repente recibió varios mensajes de sus hermanos avisando que estaban de camino junto al profesor y Hifumi.

El teatro estaba abierto al público y para la suerte de ellos, no podían estar más preparados.

ROBOTO ROBO ROBOWhere stories live. Discover now