blouse - enzo x julián

into you

Para nadie era noticia que Enzo y Julián se odiaran, esos dos siempre competían por todo, hasta para ver quien decía la respuesta correcta en clase primero.

Noticia real sería que ellos dos puedan estar 5 minutos conversando normalmente sin ser llevados a dirección.

Hoy día no sería diferente, cuando Enzo llegó a clase pudo ver de soslayo como Julián conversaba y reía con Paredes, su compañero de asiento, el morocho no pudo evitar rodar los ojos, por qué Julián tenía que ser tan amiguero, una cosa más a la lista de cosas que le molestaban de Julián.

Yendose a su asiento con un semblante serio y molesto, Julián notó eso y soltó una pequeña risa, no siendo observado por nadie.

"a little bit dangerous, but baby that's how i want it"

Minutos después ingresó la profesora y empezó su clase normalmente, mientras que Julián y Paredes seguían hablando.

- A ver joven Julián, como veo que tan atento está a la clase, puede pasar al frente para explicarnos a todos sobre el tema - Dijo la profesora luego de que su clase se vea interrumpida por los murmullos de los antes mencionados.

- E-eh disculpe profe, no estuve prestando atención - Julián estaba rojo por haber hablado hasta por los codos su amigo y que todo el salón los haya, relativamente, escuchado.

- Ja, por andar de trola - Dijo Enzo con una sonrisa burlona mirando fijamente al castaño, haciendo que este se caliente queriendo tirarle una piña en la jeta.

- Que decís pelotudo del ort- No pudo acabar de insultar cuando la profesora los estaba mandando a que se retiren de su clase y se vayan a dirección.

Los dos se levantaron de su asiento y desaparecieron por la puerta del salón.

A esa hora todos estaban en clase y los pasillos estaban vacíos, el morocho tatuado aprovechó para jalar al mayor del brazo y dirigirlos a una habitación oscura que permanecía inhabilitada.

Ni bien entraron lo empujó contra la pared con nula delicadeza, haciendo que el castaño soltara un jadeo por el golpe en su espalda.

- Que te pasa boludo - Lo miró con el ceño fruncido.

- Me pasa que hay un pelotudito que se quiere hacer el vivo conmigo y le coquetea a otros como una putita necesitada de atención - Habló claro mirandolo con esos orbes oscuros haciendo notar su molestia.

Mientras que Enzo hablaba, a Julián le cambiaba la cara a una traviesa de que, había logrado su cometido.

- Pero Enzi vos sabes que soy tuyo nomás - Subía lentamente sus brazos, pasando las yemas de sus dedos por los pectorales bien formados a través de la camisa, pasando a colocarlas sobre la nuca del menor, mirandolo con ojos inocentes.

- Sí pero ese es el problema, solo vos y yo sabemos eso, los demás no saben que sos solo mío, te ven como si fueras una presa de carne y yo no puedo revolearles una silla en la cabeza - habló un poco desanimado y Julián rió por lo último dicho, lo tenía loco ese morocho con cara de turro.

La verdad es que cuando se conocieron sí se odiaban, no soportaban que el otro le gane en cualquier cosa, pero como dicen, del odio al amor hay solo un paso, y eso les pasó a nuestros protagonistas, medio cliché, pero no los culpen, solo eran dos jovenes pubertos hormonales.

- Ya te dije como me gusta cuando te pones celoso - Le dió un, dos, tres besos, mas luego el menor se apartó porque quería hablar de la situación, ya no aguantaba más ver a su chico ser deseado por todo el colegio y él no poder hacer nada más que matarlos con la mirada desde lejos, disimuladamente, claro.

- Amor en serio te digo, hasta cuando vamos a seguir ocultado todo esto - Los señaló a los dos.

- Ya sé gordo, a mi tampoco me gusta ver como las trolas esas se acercan a vos por cualquier cosa, pero falta pocas semanas para que termine el año y por fin largarnos de este colegio de mierda, solo por un ratito más, sí mi amor? - Asintió Enzo.

"a little less conversation and a little more touch my body"

- Ahora, ya que tenemos un poco de tiempo, por qué no me haces tener más que claro que soy todo tuyo - Miró con esa carita de inocencia que sabía que a Enzo le gustaba que ponga, para luego hacerla cambiar a una de placer y satisfacción.

Enzo no hizo nada más que terminar desisitiendo ante los pedidos que le hacía su chico, porque, por más que quisiera gritar a los cuatro vientos que ese castañito ya era suyo y se lo cogía cada vez que pintaba, no podía, debido a que, estaban en un colegio católico y, lógicamente, su relación era muy mal visto, aparte necesitaban terminar el año con impecables notas, así que acordaron mantener su relación en secreto hasta salir del colegio, pero no les importaba vivir en esa situación por unos días más, al final del día, solo ellos sabían que se amaban y estaban hasta las manos por el otro.