¡Vive Carajo!

999 16 0
                                    


Estoy tendida en su cama, viendo la luna llena desde la ventana del balcón de su habitación, sintiendo la suavidad y la humedad de su lengua subiendo, bajando e introduciéndose en mi coño, succionando con tantas ganas que me hace cerrar los ojos y seguir gimiendo de placer. Su cama es cálida. Sábanas suaves que apenas acarician nuestros cuerpos. Huelen a él, a su perfume, su olor me atrapa, me acaricia y me hace desearlo más. Siento un poco de frío, las fuertes brisas de la temporada mueven las cortinas y dejan entrar un poco de aire en medio de ese encuentro ardiente. Al fondo, puedo escuchar una canción de Soda Stereo ¿Qué mejor banda sonora que esa para follar? Bajo la mirada. Lo veo. Ahí está al que llamo el Bohemio, deleitándose con mis comisuras, saboreando los fluidos que él provoca en mi cuerpo. De repente sube su mirada. Sus ojos de deseo. Sus ojos almendrados y pestañas largas me cautivaron desde el primer día que los ví. Es evidente, le gusta comerme y a mi me gusta que disfrute de toda mi humedad. Muevo mi pelvis ondeando de arriba a abajo, agarro su cabeza y la presiono con fuerza hacia mi cuerpo, quiero que me coma completa. Lo pienso. No se lo digo, aun no tengo la suficiente confianza para hacerlo. Que curioso, estamos totalmente desnudos comiendonos pero no siento la confianza para decirle ciertas cosas. Total, solo estamos aquí para satisfacer nuestros deseos carnales. Escucho sus gemidos. No puedo evitar gemir con él en esa danza de placer. Acaricia con firmeza el interior de mis muslos, puedo sentir sus manos suaves, pasa también su lengua por ellos. Sus manos inquietas suben poco a poco acariciando mi cadera y mi cintura hasta llegar a mis senos pequeños. Los toca con suavidad. Por un momento se detiene la magia que está haciendo con su boca para acercarse a la mía. Sus labios jugosos y delgados se juntan con los míos fundiéndose en un beso apasionado. Percibo su deseo, su respiración agitada, su calor. Introduce su lengua profundamente, con tantas ganas y a la vez con sutileza en mi boca. Dios, como me gusta besar.

-  Estas deliciosa - Me susurra al oído.

Hago conciencia del momento. Si había algún miedo aun en esta cama, ha quedado fuera.

Myranda, ya aceptalo, estas follando con un desconocido y lo estas disfrutando. Sueltate, dejate ir, disfruta, siente placer ¡vive carajo! vive esas experiencias sexuales que hasta hoy solo han estado en tu cabeza. Aprovecha a ese hombre que quieres comerte desde que lo viste hace un par de años. Ese hombre que está dispuesto a satisfacer tus fantasías, el perfecto fuckboy que buscabas. ¡Bohemio, quiero probarte completo! Esta atmósfera de placer nos pertenece solo a nosotros, la hemos creado juntos. Esto es apenas el comienzo. La noche es larga. Mi mente como de costumbre se anticipa. No quiero que este momento termine. 

Día de GemirWhere stories live. Discover now