¤ 메타휴먼 ¤ (Metahumans)

Capítulo 2

Yongbok

Felix corría en su forma animal persiguiendo a Jisung, habían pasado dos semanas desde que fue raptado y alejado de su país de origen, pero sobre todo de su familia. Las ramas siguieron rompiéndose debajo de sus patitas, estas se mancharon con la tierra húmeda por la resiente lluvia que azotó unas horas atrás.

- ¡Felix! - un potente grito se oyó por el otro lado del gran jardín o más bien, gran bosque. El castaño claro dejó de correr, al igual que su amigo, ambos comenzaron a trotar de vuelta a la mansión.

Desde que había llegado a la residencia todo fue muy nuevo para él, Changbin era amable con él, bastante diferente a como lo conoció antes, este le dio muchos privilegios que nunca pensó tener en esa situación.

Inició las clases de coreano al día siguiente de llegar, al igual que retomo su carrera, pero de una manera más superficial y en otra universidad, por supuesto.

- Tienes clase de coreano en 20 minutos, sube a cambiarte. - demandó serio el castaño claro mayor, Minho era el elegido para proteger a los omegas.

Trabajo de niñera según él.

Felix asintió sumiso tomando su ropa y cosas en su hocico, su amigo por otro lado se escondió detrás de un tronco para colocarse su camiseta y ropa interior, salió lentamente del árbol siendo observado por el alfa. Felix se volteó despidiéndose con sus orejas y siguió su camino a su habitación.

- Jisung. - murmuró el mayor mirando detalladamente al omega, su lobo aulló contento.

- Minho hyung... - saludó de regreso el castaño oscuro mientras hacía una pequeña reverencia avergonzado, su omega alzó las orejas alegre.

- ¿Seguirás en el bosque?

- mnh. - asintió el menor dando un ligero paso hacia atrás, la forma tan seria en la que Minho lo miraba lo hacía temblar, aunque le gustaba mucho que lo mirara, le encantaba que Minho lo mirara.

Desde que tenía memoria Minho siempre fue parte de su vida. Aunque no siempre hablaban, ya que al mayor le gustaba el silencio y la paz, odiaba que levantaran la voz o que fueran muy ruidosos, cosa que era Jisung.

Siempre que veía al alfa su lobo soltaba más feromonas, pero nunca recibía explicación del porqué.

Lamentablemente para él, el alfa casi nunca le prestaba atención, inclusive algunas veces que habían coincido, el mayor hacía algunos gestos que lo hacían sentir incómodo y un poquito mal, más a su lobo.

Por eso, había comenzado a moderar su voz y ser menos ruidoso con la presencia del alfa, este se sentía extraño ante eso, no sabía como describirlo, pero cada vez que miraba al omega no quería dejar de verlo.

- No te olvides de limpiarte, el lodo es muy difícil de limpiar para Jisu.

- Si hyung, seré limpio. - aseguró el menor sintiendo la sangre subir hasta sus mejillas, su lobo interno movió su cola felizmente, disfrutando de la voz del mayor.

- Bien, iré a entrenar. - se despidió el alfa sintiendo a su lobo más feliz que antes, siempre le preguntaba por qué, pero nunca obtenía respuesta de su animal interno. Este quería que lo descubriera por sí mismo.