Mi cachorro, no tuyo[James Potter × MaleOC]

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Desperté cansado, sentía todo mi cuerpo pesado, me dolía al igual que mi cabeza. Era una horrible sensación. Cuando pude despabilarme un poco, miré a mi alrededor, estaba en mi casa. Supongo que Pet me habrá traído, pero no lo veo a mi lado. Aunque siento el aroma a alfa, pero son tres aromas distintos, los cuales no distingo del todo.

Trató de moverme, pero suelto un gemido lastimero al leve roce de la sábana con mi piel. Estoy sensible, demasiado. Suspiró y siento que mi vista se vuelve nublosa a causa de las lágrimas que se van acumulando por el dolor. Escucho que se abre la puerta y recibo el aroma a jazmín, proveniente de Narcissa.

- Amery ¿Estás bien? ¿Te sientes cansado?- Se acerca a mí para tocarme la frente. La miró un poco y lloro levemente.- ¿Qué pasa?-

- Quiero mi alfa, por favor.- Ella acarició mi cabello.

- De acuerdo cielo. Te traeré a tu alfa. Espera aquí.- Dijo mientras salía de la habitación. Me dí hice un ovillo y lloré por tacto nuevamente. Era realmente doloroso. Escuché que alguien entraba a la habitación, y percibí el aroma a vino. Suspiré un poco aliviado ante ese aroma.

- Omega. Soy yo, déjame entrar.- Dijo alguien con voz suave. Me sentía a gusto con su aroma, su voz me adormecía y las caricias que me estaba dando en el cabello me relajaban de una manera increíble. Yo asentí perdido en esos pequeños detalles, mientras que el alfa seguía sus caricias mientras se acostaba a mi lado. Cuando me atrajo a su cuerpo, ronronee. Era reconfortante el calor que liberaba y me brindaba. Me acomodé, soltando un quejido, pero no fue tan doloroso el roce de las sábanas con el ahí. Me acurruque en su pecho y sentí sus caricias ahora en mi espalda.- Eres un hermoso, muy bueno y gentil. Recibes todos mis cariños, me dejaste entrar en tu nido amor. Tan bueno para mí.- Suspiré a gusto con las palabras y las caricias que me brindaba.

- ¿Soy buen Omega para mi alfa?- pregunto olfateando su cuello, embriagandome con su aroma.

-Claro que si omega, tan bueno como siempre.- Cuando escuché eso, sentí una gran calidez en mi pecho. El dolor que sentía desapareció, sólo sentía un sentimiento reconfortante en mi. Me acerqué más a él, si eso es posible, y lamí débilmente su cuello. Lo hice un par de veces, antes de acomodarme para poder estar cómodo. El alfa soltó su aroma al aire, y de forma inconciente, respondí haciendo lo mismo, dando a entender que estaba cómodo con él.

Comencé a sollozar antes de aferrarme a la remera que tenía puesta el contrario y comenzar a restregar mi rostro en el cuello del otro.- Soy mal Omega. No esperé a mi alfa. Perdón, perdón alfa. Por favor, no me dejes. Te quiero a ti, no a él.- Comencé a pedir su perdón, no quería separarme de él. Tenía miedo de que al decirle eso se separe de mi y no volviera, que me abandonará.

-Omega, eres un buen Omega. Aquí estoy ahora, ya no me tienes que esperar. No me voy a ir ahora.- Dijo me pegaba más a él y comenzó a besar mi cabellera, a halagarme, a... Cuidarme. Algo que jamás nadie había hecho.- Duerme precioso; te lo mereces.- Me susurró. Y eso fue todo para que yo cayera inconsciente de lo que pasaba.

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Me desperté desorientado, creo que sí alguien me pregunta que pasó durante las últimas cinco horas no sería capaz de responder. Lo que si sabía, es que había descansado, y que estaba apoyado en algo muy calentito y con un rico aroma. Pestañe unas cuantas veces antes de recordar lo que pasó con James, y que mi Omega salió y quedó muy vulnerable.

Si eso pasó, llego a la conclusión de que estoy dormido con alguien. Puede ser que sea Lucius, puede ser que hayan venido los Malfoy a cuidarme. Olfatee de vuelta el aire, y no, no era Lucius con quién estaba. Era un aroma nuevo, fresco, delicioso al olfato. Traté de sentarme, pero al momento de hacerlo, me mareé y decidí seguir acostado.

— No creo que sea buena idea lindo. Acabas de salir de un Sub-espacio, espera un poco antes de comenzar a moverte y exigirle a tu cuerpo.— habló el alfa que estaba acostado a mi lado. Ahí reconocí quién era.

— Tom ¿Qué haces aquí? Deberías estar en Hogwarts enseñando.— le dije confundido de su precensia aquí.

— Pues, Lucius avisó a Hogwarts que necesitaban a Snape, ya que tú habías caído en un Sub-dorp, y no lograban calmarte en lo absoluto. El vino a dónde estaba yo y me dijo que lo acompañará aquí. Ayude a qué cayeras en el primer Sub-espacio, dónde descansaste la mente. Estuviste dormido durante tres horas y media. Y ahora acabas de despertar de una siesta de cinco horas, casi seis.—

— ¿Casi diez horas dormí?— pregunté exaltado sentandome de repente, haciendo que casi caiga al piso. Riddle reaccionó rápido y me agarró antes de que lo hiciera. El asintió una vez logré sentarme y estabilizarme. Yo miré el suelo asimilando todo. Debían ser las seis de la mañana entonces.— ¿Y dónde están Lucius, Narcissa y Sev?—

— Severus se quedó en una habitación que había abajo, y los Malfoy se fueron cuando vieron que estabas mejor, dormido conmigo, se fueron. De igual forma dijeron que pasarían por aquí a las diez y media de la mañana.— explicó tranquilo. Inale y exhalé para tranquilizarme. —¿Quieres contarme que sucedió Omega?— Lo miré cuando me llamó así con la voz de alfa. Asentí y los ojos se me pusieron un poco nublosos por las lágrimas que comencé a acumular en ellos de forma repentina.

— Pero prométeme que no te enojaras Alfa.— El asintió y comencé a contarle todo, desde que conocí a James, hasta lo que sucedió hace unas horas. Él solo escuchaba todo, sin hablar ni juzgar. me hizo sentir tan seguro, tan cuidado.— Eso es lo que pasó.— El sonrío y me acercó a él, para dejarme sentado en su regazo, pero no de forma que haya insinuación, sino para mirarme y acariciar mi cabello y mi espalda.

— Entiendo precioso. Fue muy complicado todo ¿No es así?— yo asentí perdido en las caricias.— Bueno, ahora estoy yo para cuidarte y protegerte. A ti y a Colin.— Yo suspiré de forma calmada y sonreí. Me apoye en su pecho, escuchando sus latidos.

— ¿Sabes? No me parece tan mala idea que me reclames como tú omega. Realmente me gusta la idea.— sentí que río levemente mientras besaba mi cabello.

—A mi me gustaba desde que te conocí.—

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