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La puerta de la habitación sonó un par de veces haciendo molestar al alfa, un gruñido de su parte escapó y preguntó qué era lo que ocurría

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La puerta de la habitación sonó un par de veces haciendo molestar al alfa, un gruñido de su parte escapó y preguntó qué era lo que ocurría.

Respondieron que uno de los socios de su empresa quería hablar con él y que lo estaría esperando en la planta baja.

Minho bufó y se estiró sobre la cama haciendo tronar sus huesos volteó a ver a quien estaba acompañándolo y sonrió cariñosamente. Hyunjin seguía dormido luciendo como un buen niño pequeño, quién diría que ese niño bonito con la espalda descubierta le había suplicado que lo follara unas horas antes.

El peligris acercó su rostro al del castañito y plantó un besito en su frente. Cubrió el cuerpo dormido con una cobija más caliente y se vistió cómodamente, aunque fuera el socio, Minho era el próximo heredero y no se molestaría en aparentar formalidades con los involucrados aparte de que estaba en su casa, era libre.

Pasó al baño a lavarse la cara para poder despertarse un poco más, salió de la habitación sin hacer ruido y se dirigió a las escaleras bajandolas con desgano.

—Vaya, hueles a sexo. — Comunicó Seungmin pellizcando su nariz por el fuerte olor.

Minho rodó los ojos y se sentó a su lado. —Algo que no todos pueden tener. — Prendió un cigarrillo de los cuales había alcanzado a tomar en su habitación y liberó el humo esperando a que su olor se opacara por éste.

—No me digas que rentar un omega es un privilegio de orgullo. — Se burló.

El peligris lo miró mal logrando que Kim se arrepintiera de lo dicho.

—Como sea. ¿Para qué estás aquí?— Golpeó con su pulgar el filtro del cigarro tirando la ceniza colgante en un vidrio.

—Quiero comentarte que la producción de los bienes está siendo muy costosa, los minerales se están escaseando, por lo que, necesitamos pronto un proveedor en América o quizás África.

—¿Solo por eso viniste hasta mi casa?— Suspiró rendido frotando sus ojos y botó la colilla. —Pues busquen uno, fácil Seungmin. — Se levantó estirándose. —Si tienes hambre puedes pedir algo e irte y si no te importa, voy con mi omega. — Caminó unos pasos hasta que Kim lo molestó de nuevo.

—¿Tu omega? parece que aún no maduras. ¿Crees que después del contrato va a quedarse junto a un alfa que lo compró solo para destrozarle el culo sin más? me haces reír. — Carcajeó levemente y limpió sus fingidas lágrimas acercándose hasta la puerta. —Es una verdadera pena el que hayas tenido que pagar por alguien para que te dé la atención que necesitas y que no sea porque realmente él o ella lo quiera. — Dijo deteniéndose luego de mirar a Minho decepcionado.

—En cuanto le digas que el día llegó, él se echará a correr tan rápido como no te imaginas. — Tomó la manija de la gigantesca puerta principal girandola hasta abrirla. —Es lo que hace el dinero Lee, no es verdadero... Ah y si no es mucha molestia, necesitamos que vayas planeando la reunión de firma de contrato con S&L sabes que es importante y en 6 días. — Cerró la puerta detrás suyo y Lee no despegó su mirada hasta ver la figura yéndose reflejada en los vidrios de la misma.

Lee rodó los ojos subiendo las escaleras dudoso, recordando la expresión burlona del pelinegro y sus palabras reales. —No... no creo. — Movió su cara despejandose de aquellas ideas tontas y abrió la puerta de su cuarto, la cama ya estaba tendida con nuevas sábanas y se escuchaban gotas de agua caliente caer al piso de la regadera.

Fué hasta el espejo de cuerpo completo, viéndose con detalle lucía sucio y apagado, su frente estaba pegajosa brillante por el sudor que había caído por ahí.

¿Sería buena meterse a la ducha con Hyunjin? no sonaba tan mal, realmente quería pasarla con él pero dudoso se sentó en la orilla de su cama. No quería abrumarlo o incomodarlo, era el único momento en el que podía estar solo y no se lo echaría a perder.

Negó con su cabeza y dejó caer la mitad de su cuerpo al colchón descansando su brazo en la frente.

Escuchó como toallas pesadas dentro del baño movían, supuso que el castañito había terminado y estaba vistiendose.

—Oh, hola hyung...— El mencionado rápidamente se sentó y enfocó su mirada en el risueño omega.

—Hyunjin, estaba esperando a que acabaras... también voy a ducharme. — Se levantó en busca de sus pantuflas de baño colocándoselas.

—¿Acabas de llegar o llevas tiempo esperando ahí sentado?— Preguntó curioso acercándose al mayor.

—Poco en realidad.

—Debiste de meterte conmigo. — Formó un tierno puchero. —Así pude haberte enjabonado bien. — Sonrió besando los labios del Minho perplejo.

La sonrisa le duró poco, ya que, Lee Know decidió ignorarlo y seguir hasta encerrarse abriendo la regadera.

El corazón de Hyunjin golpeó dolorosamente.

Su mirada se apagó de un momento a otro. ¿Qué había hecho o dicho mal? Sin querer molestarlo más, decidió bajar e ir al gran jardín; tal vez la pasaría bien jugando con los distintos perritos que vivían para cuidar el hogar de los Lee y de una vez llevaría a Kkami a conocerlos mejor.

Se dirigió a su habitación buscando los tennis más cómodos y buscó una sudadera que tuviera gorrito, no quería enfermarse al exponerse ante el fresco día de viento el cuál estaba siendo bastante brusco.

—Si le incomodo debería decírmelo.— Murmuró ya acariciando un peludo simpático tirado en el pasto y él sentado, los demás estaban jugando entre ellos con Kkami integrado, lo que fué fácil para su persona. —Espero que el tiempo pase rápido para irme de aquí.

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