Capitulo 14.

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14. el cielo entero.

~***~

WAKANDA

Namor como prometió acabo con el detector que ahora arrastraba hasta Wakanda, la gente en ese lugar fueron daños colaterales, no pensaba dejar ni un solo cabo suelto esta vez. Su misión lo mantuvo ocupado de su corazón roto, canalizó esas emociones con fuerza, hiriendo de más a los mortales de la superficie; tanto Namora como Attuma notaron el repentino cambio de actitud en su rey, los días pasados se le veía feliz, enérgico, tranquilo y ahora parecía que todo eso se había esfumado.

Kukulkán —lo llamo Attuma. Namor lo miro, estaban en el mar a unos kilómetros de Wakanda.

¿Qué sucede? — atendió el llamado algo distraído.

La científica — menciono el tema.

La mujer que tengo desde hace dos meses en la cueva no es la científica — dijo aparentemente tranquilo. Las mandíbulas de Namora y Attuma casi tocan el fondo del océano.

¿De que hablas? — cuestiono Namora entrando en la conversación.

La verdadera científica sigue ahí afuera y hoy nos demostró que sigue siendo una amenaza para nosotros.

Entonces, ¿Quién se supone que estuvo todo este tiempo cerca de nuestro hogar?— hablo Attuma preocupado.

Una traidora. — dijo con desdén en la voz.

No entiendo que paso — Namora parecía aturdida.

El hombre al que enviamos se equivoco y nos trajo a la hermana de la científica real; su nombre es Riri Williams — comento tratando de evitar decir el nombre de la traidora

Kukulkán, dime que asesinaste a esta invasora — pidió Attuma.

No — se produjo de inmediato. — Les pido sean pacientes, no tengo cabeza para pensar en que hacer con ella —Namor miró hacia otro lado.

Namora y Attuma no dijeron nada, estaban preocupados, sabían que su rey se había enamorado de la simple humana traidora; el Kukulcán no iba a matarla, ni en sus más remotos sueños.

Vamos — los alentó a avanzar. — Dejaran la maquina mientras hablo con la reina.

Wakanda fue fácil de atravesar, su seguridad era buena, pero su tecnología erraba contra el mismo vibranio que ellos también usaban. Namor tuvo la gran suerte de ubicar a la reina y a la princesa, al menos Itzayana sirvió para instruirlo en cuanto a ciertas cosas que ignoraba de la superficie, solo que ahora no sabia que era verdad y que era mentira de todo lo que le dijo.

La princesa denotaba profundo dolor en su voz, escucho de ella palabras interesantes que algún dia usaría para su propio beneficio, espero con algo de paciencia hasta que supo que era momento de presentarse, su discurso empezó recriminándoles revelar su secreto a la superficie pues su pueblo era un lugar tranquilo, hermoso y limpio. 

Tanto la reina como la princesa estaban atónitas al verlo, no era común que un hombre como él saliera del agua así como así, hizo su debida presentación para con ellas; todavía algo tenso les explico el problema con la científica, le causaba asco volver a mencionar el tema, sin embargo la amenaza para ambas naciones estaba presente y los dos trabajarían si o si en conjunto para deshacerse de ella cuales fuera el método.

— Por cierto —menciono antes de irse. —Asegúrense que sea la persona correcta —la princesa Shuri y su madre se miraron confundidas.

La reina le iba a decir algo pero fue muy tarde por que Namor se lanzo al agua y nado con velocidad esperando que sus guerreros le siguieran el paso, obvio no fue así, ellos se montaron en las ballenas y la orca para regresar a su nación, por su lado Namor tenia cierta inquietud por saber como estaba Itzayana, no le mintió cuando le dijo que no quería verla, pero ella todavía le preocupaba. Seguía sintiéndose estúpido. ¿Cómo pudo enamorarse de ella?, llego a pensar que le tendió una trampa y fue lo suficiente inteligente para hacerlo caer, aún así siempre fue muy convincente.

La odiaba.

No, mentira, todo lo contrario. Joder, como detestaba el amor. Ingreso en la cueva siendo cauteloso, llamo a uno de los guerreros que dejo cuidando a Itza, quería saber que había estado haciendo, se acostumbro tanto a ella que ahora necesitaba migajas de lo que fuera para compensar cuando Itza le habla de cualquier cosa al final del dia.

Nada — apenas contesto el guerrero.

¿Nada? — pregunto ingenuo.

Estuvo llorando desde que se fueron, luego se quedo dormida —se encogió de hombros.

—Espero que muy dormida —murmuro para si mismo — Voy a verla.

Entro en esa fría cueva temeroso, si, el gran rey, el Kukulkán sentía nervios de ver a una simple mortal dormir. Su Itzayana dormía hecha bolita en la hamaca, sus mejillas estaban rojas al igual que sus ojeras hinchadas, el cabello estaba desecho y su respiración era tranquila pero tensa.

— Mi amor — murmuro acariciando su mejilla fría.

No pudo evitar que un par de lagrimas se escaparan de sus ojos; seguía furioso, pero aún la amaba, ¿Cómo explicaba la fuerza de su amor?. Su pecho dolía, enumero los pocos buenos recuerdos que tenia con ella. Fue tan feliz y en un dos por tres todo se derrumbo, todo aquello que construyeron juntos se esfumo.

La pregunta que se hacia desde el jodido dia uno regreso, ¿Qué iba a hacer con ella?


~***~

Después.

Itzayana despertó en medio de la soledad; no trato de hacer nada, la cabeza le dolía, lloro mucho el dia anterior y ahora no sabia cuanto durmió, debió ser bastante pues los guardias eran diferentes y tenia un plato con comida en la mesita de piedra tallada. Sus labios estaban resecos, se enderezo con poco esfuerzo, quería ver a Namor, tenia que explicarle de nuevo que sus intenciones no eran malas, que solo mintió al decirle que era la científica.

Ahora más que nunca sentía el peligro rozarle la cara, se gano de enemigo al hombre que amaba, al hombre que precisamente era como un dios. Pudo mermarle la vida si quería, pero la mantuvo con vida para sorpresa de ella; las lagrimas le escurrían cada que recordaba que ahora Namor iba tras Riri y muy probable no le perdonaría la vida, haría lo posible por ella, incluso si eso significaba entregar la vida misma, ya no tenia nada que perder.

¿Cómo pedía disculpas?, lloraba con el corazón partido, reconoció que el único hombre al que había amado de esa forma la odiaba, sin embargo ese coraje se lo gano a pulso al no decir la verdad desde el principio, ¿Habría sobrevivido si decía la verdad?, a lo mejor no.

Tenia que hablar con el. Algo podría lograr.

Lloro de nuevo sintiéndose impotente, las horas pasaron con ella deambulando por la cueva bajo la mirada atenta del guerrero, no quiso comer, las emociones fuertes arrasaron con su apetito, tal vez comería mas tarde, se sentía débil y necesitaba calorías de un modo u otro.


Se sentó en el piso recargándose en la pared de piedra fría, los ojos se le empezaban a cerrar por el sueño, su ingesta calórica fue muy reducida y se vio reflejado en su baja energía, quería llorar a cada nada, no sabia que el amor dolía tanto. Su martirio no duro mucho pues escucho variadas voces viniendo hacia la cueva, se puso de pie curiosa para ver que sucedía.

—¿Itzayana? — cuestiono la que parecía la princesa Shuri.

La mujer entro por su propio pie siendo escoltada por Attuma y Namora, vestía un conjunto deportivo morado y su cabello estaba más corto de lo que recordaba. Pero eso no fue lo que más llamo la atención de Itzayana, si no que detras de ellos otro guerrero cargaba a una mujer que reconocio de inmediato, Namora la alejo cuando Itza quiso saltar sobre ella. Dejaron a la joven inconsciente en la hamaca.

—¡Riri! —exclamo Itza arrodillándose junto a ella mientras las lagrimas le empezaron a escurrir.






~***~

Holaaa, que activas hemos estado estos días, ¿No?. Agradezco en cada capitulo pero de vdd que estoy muy contenta con los 9k a los que llegamos😩❤️‍🩹.

Una aclaración es que en las escenas largas referentes a la película trato de narrarlas sin enredarme mucho por que no quiero alargar sin sentido algo que considero ya todxs vimos.

Por ultimo, tenemos tik tok referente a la historia pa q me sigan😽 (saludos a la gente que vino de allá💋)

Yéetel le brisa | NamorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora