Love language [Pedri González]

Capítulo 6.

V.

Quedaban quince minutos para que terminasen las clases de hoy, estaba extremadamente cansada del día, solo quería llegar a casa y dormir. Fue entonces cuando el profesor de Periodismo nos creó falsas esperanzas.

— Ya os dejo ir. — soltó tras terminar de explicar el último tema del cuatrimestre. Se escuchó un gran suspiro por parte de la clase, que también parecía cansada. — Pero antes quería comentaros sobre el trabajo final de esta asignatura. — un quejido se escuchó por parte de los alumnos, haciendo que el profesor negase levemente con la cabeza. — Ya sé que estáis cansados, no me llevará más de dos minutos, es un trabajo muy sencillo. — añadió. — Tenéis que entrevistar a una persona que sea experta en un tema en concreto. Vosotros debéis saber lo mínimo de lo que habla. Quiero leer datos que os hayan sorprendido del tema, aunque sean extremadamente básicos. Quiero leer cómo escribís un reportaje sobre algo de lo que no tenéis ni idea. ¿Alguna pregunta?

— ¿Cualquier tema? — preguntó una chica que estaba sentada al fondo a quién cedió la palabra.

— Cualquier tema que vosotros no dominéis. Un tema que no os guste o que nunca hayáis pensado aprender o conocer sobre él. ¿Alguna duda más?

— ¿Y cómo sabrá usted que nosotros no dominamos sobre el tema? — preguntó entonces un chico.

— Es fácil, se nota al leerlo, confiad en mí, si intentáis escribir sobre algo que conocéis se va a notar, así que os recomiendo ni intentarlo. ¿Otra duda? — finalizó. Ninguna persona alzó su mano durante unos segundos, por lo que dió como finalizada la breve explicación. — Bien, me podéis entregar el trabajo el día del exámen final. Os recomiendo que no lo dejéis para el último momento. Tened buenas noches. — dijo entonces recogiendo sus pertenencias mientras todos comenzábamos a salir del aula.

Me pasé todo el trayecto a casa pensando en a quién podría entrevistar. Pensé en Grace, pensé en todo lo que ella sabía hacer y no pude encontrar un tema del que ella fuese experta y yo no. Decidí no preocuparme tanto por ello, sí es verdad que Grace y yo somos muy parecidas en la mayoría de cosas, pero estaba segura de que habría algo que me pudiese servir. Si no, también estaba Logan, lo conocía desde hacía un año y medio más o menos, pero había muchísimos aspectos suyos que desconocía, alguno podría servirme para el trabajo. Decidí no preocuparme demasiado por eso esa noche, estaba demasiado cansada, así que dejé que la Vera del futuro se encargase de ello y caí rendida ante el sueño en muy pocos minutos.

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Una mañana más, entró a la cafetería, siendo uno de los primeros clientes, tan solo 13 minutos después de que abrieramos. Se sentó en la misma butaca en la que se sentaba la gran mayoría de las mañanas de esa semana. Me dirigí directamente hacia él con una sonrisa.

— ¡Buenos días! ¿Capuchino? — solté.

— Bingo. — respondió sonriente. Asentí y rápidamente me dirigí a la cafetera y preparé un capuchino, y como siempre, lo decoré con una pequeña hoja de palmera en la espuma. Al terminar, lo dejé en la encimera, justo enfrente de él.

— Y... ¿Cómo estuvo tu semana? — traté de decir en español, sin estar muy segura de si había usado las palabras correctas. Él pareció entenderlas, lo que me hizo sentirme orgullosa de mí misma. Ví cómo sacó su teléfono de su bolsillo y abría la aplicación del traductor. Me resultaba bastante cómica la manera en la que nos comunicábamos, sobre todo sabiendo que Logan tenía el suficiente nivel de español como para atenderle sin problemas.

— Pues ha ido bastante bien, — comenzó a hablar. — he estado entrenando todos los días, hemos jugado dos partidos y los hemos ganado, mañana es la semifinal y tengo muy buena espina, siento que va a ir muy bien. — hizo una pequeña pausa, por lo que comencé a leer las palabras que aparecían en el teléfono, pero entonces añadió unas pocas más. — Eh, me dedico a jugar al fútbol, por eso tanto entrenamiento y partido. ¿Qué tal tu semana?