Love language [Pedri González]

Capítulo 11.

V.

Estaba siendo un día largo y apenas estaba en la mitad de mi turno en la cafetería. Los lunes solían ser unos días más cargados, ya que era el inicio de la semana. Me había quedado despierta hasta tarde, porque la noche anterior había quedado para cenar con Grace y unos amigos de su carrera y perdimos la noción del tiempo. Llegué a casa sobre las 2:15 de la madrugada, por lo que no había dormido lo que debía y me sentía muy cansada. Quedaba aproximadamente una hora para que saliese de la cafetería y me dirigiese directamente a la universidad, para comenzar con la última "semana" de clase, que se acababa el miércoles y nos dejaba una semana sin clases para estudiar para los exámenes finales. No podía esperar para terminar y que comenzase el verano. Fue entonces cuando miré mi teléfono y observé las notificaciones que tenía, encontrando un mensaje de Pedri, en el que preguntaba cuándo sería un buen momento para vernos hoy. Mierda. Se me había olvidado por completo que el día anterior habíamos quedado para seguir con la entrevista. Repasé mentalmente lo que me quedaba de día, tratando de buscar un momento en el que pudiéramos encontrarnos, sin mucho éxito. Después de salir de clases, que ya era tarde debido a que iba por las tardes, debía estudiar, por lo que no podría verle ese lunes. Abrí el traductor, para escribir una respuesta en español; "No creo que podamos reunirnos hoy, o hasta el jueves, lo siento mucho." envié. No pasó mucho tiempo hasta que ví cómo ambos tics bajo el mensaje se volvían de un tono azul claro, aunque no hubo una respuesta.

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Salí de mi segunda clase del día, sentándome en uno de los bancos de madera que se encontraban esparcidos por el campus universitario. El cielo estaba tornándose naranja mientras el sol se escondía en el horizonte. No era el primer día que veía el atardecer en la universidad, pero siempre se sentía igual de mágico. Tomé mi teléfono, encendiendo su pantalla por primera vez en una hora y media, encontrando varias notificaciones, pero ninguna era la que estaba esperando.

Pedri no había contestado a aquel mensaje que había enviado hacía unas cinco horas atrás. Cada vez que entraba en nuestra conversación y releía el mensaje que le había enviado, sentía un pequeño nudo en mi estómago. ¿Se habría molestado por haberle cancelado tan de repente? Esperaba que no. De repente ví como las palabras "en línea" aparecían bajo el nombre del chico, lo que hizo que mi corazón comenzase a latir rápidamente. Salí de la aplicación y dejé el teléfono sobre mi regazo, volviendo a mirar al cielo, que se decoraba con nubes de tonos rosa y morado en un fondo naranja y azul oscuro. Esperaba a que la pantalla se encendiera por un mensaje del chico, pero aquello nunca pasó, al menos no en aquel momento, por lo que allí me quedé, mirando el atardecer, esperando una respuesta del futbolista.

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Llegué de la biblioteca sobre las 23:20. Estaba totalmente reventada, queriendo descansar lo antes posible. Tras una ducha, me metí a la cama y tomé mi teléfono, para comprobar que las alarmas estaban activas para la hora correcta, y así evitar llegar tarde a la cafetería. Fue justo antes de volver a colocar el dispositivo de vuelta en la mesa de noche, cuando una notificación surgió en la parte de arriba de la pantalla. "Pedri: Don't worry, we'll find a moment to continue with the questions" [No te preocupes, ya encontraremos un momento para seguir con las preguntas.] Una gran sonrisa se formó en mis labios, a la misma vez que una oleada de alivio me envolvió de gran manera, haciéndome descansar pacíficamente.

P.

Su mensaje llegó cuando los chicos y yo estábamos justo terminando de almorzar. Al leer las palabras que había enviado la chica, sentí un pequeño dolor en la boca de mi estómago, el que hizo que soltase el tenedor de nuevo en el plato, cerrando mi apetito. Sólo podía pensar en el sueño que había tenido aquella noche. En el fondo, sabía que la chica tenía una razón, tenía más cosas que hacer, sabía que yo no era la razón por la que cancelaba, ¿verdad?