rompecabezas de amor

207 29 29
                                    

sentía un leve roce en las piernas, sobre todo en la parte de los gemelos, ya que se encontraba recostado boca abajo.

estaba en la cama, luego de bañarse ya que el calor era sofocante, ahora, el aire estaba un poco más fresco.

se había quedado mirando a la luna, tomándola como un punto fijo, pensando la pregunta que agüero le había hecho hace unas semanas atrás. ¿realmente podía ser una posibilidad? ¿podría ser verdad lo que dijo? la pregunta se personificaba, tomaba cuerpo, cada vez que leo se quedaba solo un momento, de noche o de día, esta duda, esta incógnita volvía a su mente, tan grande como la primera vez que su amigo la soltó, así sin más. era como un miedo gigante que lo atormentaba y no lo dejaban dormir, pero esto fue incluso antes que agüero haga de ese miedo una pregunta real.

el lo sabía, solamente que no lo quería aceptar.

con el pelo mojado, contagiaba a la tela de su almohada con la humedad de sus mechones.

- no entiendo. - susurró, para el mismo, para el viento, porque en la soledad de la noche sólo el mismo se escuchaba con sus charlas interminables. 

aún seguía mirando aquella luna, confundido, sus ojos la habían atrapado, como si estuviera vigilando que no se escape ... como su amigo, aquel, del que tanto dudaba desde que kun le había implantado esa duda en el cerebro haciendo imposible que se olvide de esta. porque sí, lo había dudado ya muchísimas veces pero.. nadie se lo había dicho en voz alta, ni siquiera el en su propia mente, tal vez inconscientemente, tal vez en suspiro de los tantos que daba su corazón cuando veía los labios de emiliano, o cuando observaba bailar al lunar de abajo de su boca cuando sonreía.

tal vez en esos roces, esas miradas, caricias o palabras, tal vez en esos momentos inocentes el se había cuestionado si su amigo podría llegar a ser más que uno, pero nunca pasó a mayores, simplemente eran pensamientos intrusivos, o al menos eso había creído. pero en este tiempo que sergio había hecho ese pensamiento mucho más grande, haciéndole una frase real, a messi se le aceleraba el corazón. no entendía el porque, ya que el estaba seguro de que no era "así", aún seguía preguntándose ¿por qué había dudado?, ¿por qué no había contestado a la pregunta de agüero? no sabía cómo afrontarlo, mañana tenía que volver a verlo, tenía que volver a estar a su lado, no quería.

y no era sobre todo el cuestionamiento de si se había enamorado de un hombre, era algo peor, si no, de uno que es drogadicto. leo sabía, que aunque moviera cielo y tierra, martinez estaba cegado por su adicción, que las mujeres con las que tenía relaciones, las fiestas, el alcohol y todo eso, lo consumían, ya no era el mismo emi que conoció de chicos.

si estuviera enamorado realmente, no tendría sentido. porque no sólo se había enamorado de un hombre, si no, de un hombre sin sentidos.

había llegado un poco más tarde para no tener que hablar con emiliano, los nervios lo seguían atormentado. ya en el entrenamiento, vió a dibu en el arco pero se hizo el boludo, no lo saludó tampoco, intentaba ser neutral y disimulado, era todo lo contrario.

luego del entrenamiento, el dt los reunió para avisarles, que dentro de muy poco se darían a conocer los jugadores que clasificaron para el mundial 78', se jugaría en argentina y eso de las cosas que más pesaba en la conciencia de todos, sus familias los podrían ver jugar, y sabe quién cuantos años tomaría que el país vuelva a ser sede.

- ¿no te viene a buscar el kun hoy? - leo escuchó esa voz detrás de él mientras organizaba sus cosas para irse.

no se dió vuelta, le contestó con la cabeza, negando su pregunta, hacía ya bastante que no intercambiaban muchas palabras, ellos acostumbraban a juntarse seguido pero después de la última conversación, se había vuelto todo un poco incómodo.

𝟙𝟡𝟟𝟠 Where stories live. Discover now