| Alucinaciones |

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El viaje fue muy entretenido, sentir como el aire golpeaba ligeramente mi rostro me emocionaba. Poder pasear por las calles sin tener que ocultarme era un alivio.

Llegamos a un pequeño restaurante. Él eligió la mesa, la cual era la más cercana a una gran ventana con vistas a la ciudad. Nos sentamos uno enfrente del otro.

- Este es mi restaurante favorito

- Es muy bonito- exprese mientras veía el atardecer. - Creo que debo de conocer varios lugares aprovechando mi llegada

- Yo me encargare de darte todo un Tour

- Eso me encantaría

Una chica vino a atendernos, dejé que él ordenará por mí y me recomendara algunas cosas. Pasamos el rato entre risas y bromas hasta me paso su numero de teléfono, él hacía que me olvidara de todo lo que tengo que vivir, en mi corazón solo había paz.

- Sabes, me gusta pasar tiempo contigo... es interesante- dijo mientras daba un sorbo a su té.

- A mí también Draken

Pedimos la cuenta e intenté poner un poco de dinero cuando nuestras manos se tocaron, me sonroje, pero no quite mi mano y él tampoco la quito.

- Perdón- susurré.

- No... no te preocupes- dijo con un ligero sonrojo. – Déjame pagar, yo te invite

- Yo también puedo cooperar

- Pagaré y la próxima puedes hacerlo tu ¿Te parece?

- Esta bien, tu ganas- dije agarrando mi dinero de nuevo y separando nuestras manos.

Una vez terminamos de pagar salimos de ahí, el aire comenzaba a tornarse más frío dando paso a la noche. Suspiré. Tendría que haber traído en mi mochila una sudadera.

- ¿Tienes frío?

- Solo un poco

Iba a comenzar a caminar cuando sentí algo sobre mis hombros, volteé para saber qué sucedía y él con una gran sonrisa acomodaba su sudadera sobre mí.

- No es necesario

- Consérvala por hoy, no quiero que te enfermes- dijo mientras se subía a su motocicleta, me quedé de pie a su lado.

- Gracias- mi pecho vibraba de alegría y él revolvió mi cabello de forma amistosa.

-Vamos te llevaré a casa

Ese pequeño comentario terminó con toda la atmósfera que habíamos hecho, mi sonrisa se tensó y las voces en mi cabeza me gritaban. Sacudí la cabeza para ignorar todo.

-Claro- me subí a su moto sin mirarlo a los ojos, debía de crear un plan, no podía llevarme a mi guarida.

Le di las indicaciones de donde llevarme, mientras nos acercábamos sentía mis manos sudar, respirar era cada vez más difícil. Escondí mi rostro en su espalda, respiraba su perfume combinado con el olor de la tela, tan nuevo.

Nos detuvimos.

- Llegamos Takemitchy

- Gracias de nuevo Draken- no quería irme, me aterraba y lo abrace más fuerte.

- ¿Soy tu oso de peluche ahora? - dijo risueño.

- Lo siento - me sonroje y me baje.

Con temor me gire, pase saliva con dificultad y ahí estaba... lo que había sido mi hogar durante varios años. Se veía tal como la recordaba y es que mandaba a alguien siempre a limpiarla, en uno de los laterales podía leerse el apellido Hanagaki, me estremecí al leerlo.

Criminal Love [DraTake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora