18 - ¿Que querés con él?

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Abre los ojos con pereza, el sonido de la puerta cerrándose y el olor de la comida lo separan de los brazos de Morfeo. Busca con la mirada a Dominik y lo encuentra  caminando lejos de la puerta y acercándose a la cama donde estaba él acostado

Emi, siéntate — Ordena el alfa con un tono tranquilo, poniendo la mesilla de cama a un lado — Te traje algo para que comas.

Se da un pequeño estirón alzando los brazos y tronando su espalda. Acomoda las almohadas detrás de su espalda para así tener más comodidad al momento de comer — ¿Cómo está tu brazo?

Ayer en la noche, después de una larga aseada por parte de Dominik a Emiliano, el omega fue quien se encargó de vendar aquel brazo con una mordida algo profunda.

Uhm... Duele — Acomoda la mesa arriba del argentino — mi brazo se siente algo endurmecido pero es mejor eso a marcarte sin consentimiento.

¿Tú querías marcarme? — Pregunta llevando la hamburguesa a su boca dándole una gran mordida.

Creo que la pregunta está de más pero sería injusto para los dos.

Emiliano lo mira algo confundido mostrando su clara duda y Livakóvic suspira con una risilla.

Quiero conocerte más, mucho más — Responde al gesto de duda. Le pasa una servilleta que Dibu aceptó limpiándose la boca — no creo dejar de detestar tu actitud dentro de cancha pero si creo querer tu intimidad fuera de esta.

Que galán, señor Dominik — Se burla con un tono sarcástico.

No sabes lo que es un momento tierno ¿Verdad? — Dijo mirándole fingiendo fastidio, le estaba comenzando a dar risa esas bromas de sarcasmo que parecían ser parte de la cultura latinoamericana.

No — Subió los hombros — No te preocupes por eso, te acostumbrarás.

Livakóvic asiente divertido, piensa que tiene que esperar a que Emiliano dé los primeros pasos, se nota la clara desconfianza sobre el cariño que se le entrega, no quiere incomodarlo y mucho menos intimidarlo de alguna forma.

Mira al omega que devoró la hamburguesa en cuestión de segundos y que ahora bebía del jugo de fresa con leche, le parecía algo sorprendente lo rápido que comía el dominante.

En un rato debo volver — Comentó Emiliano a un atento Dominik — ¿Te puedo pedir un favor?

— Claro, lo que sea.

Me gustaría que vengas a mi final — Se rascó la nuca algo nervioso, tal vez estaba siendo muy atrevido al pedir eso pero realmente quería a Dominik ahí.

El alfa se quedó mirando unos segundos al argentino con sorpresa, no tenía esperado que él le pidiera eso. Era un sueño que alguien como Emiliano muestre un deseo como aquel, él también deseaba ver al argentino en unos de los días más importantes de su vida.

Yo... ¡Claro! — Contestó Dominik con una sonrisa de oreja a oreja y un rubor en sus mejillas — Pensaba ir de igual modo pero no esperaba que tú me lo pidieras

Emiliano suspiró sonriente — Bien, gracias por hacer ese espacio.

Y... ¿Tú vendrás a verme?

Ni preguntes eso, es obvio que sí — Afirma al pedido del croata y este le responde con su lindo gesto.

La mañana siguió con tranquilidad, había comodidad y aunque Livakóvic se sentía algo triste por su eliminación hacia la victoria, no podía evitar sentirse feliz por Dibu quien le hablaba con una sonrisa única, le contaba como es que siempre soñó con ese momento, que todo se lo debía a sus padres y una variedad de cosas más.

ᕗ Maldito Arrogante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora