4. 🥀 Mr. Sleeping beauty

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El suave tintineo de una campanilla de viento alerta la entrada de alguien en el local.

Hombres y mujeres parecen haber notado la presencia del extraño. Unos han dejado de ejercitarse. Otros murmuran con el compañero de al lado y otros no han podido dejar de despegar los ojos del simpático nuevo joven que camina con su elegante y suave andar hacia el rubio entrenador.

Aún de espaldas, Nam escucha las campanillas y se pone de pie, limpiando de sudor sus manos y rostro en una toalla junto a él, acomodando luego uno de los auriculares bluetooth en su oído. Kook no se encuentra en el gimnasio, así que le ha pedido de favor atender a la nueva clientela y estar siempre conectado al teléfono por si surgiera alguna llamada urgente.

El instructor se dispone a recibir al extraño y acomoda su camiseta negra, la cual se amolda perfectamente a su trabajado cuerpo, en la que puede verse sobre su amplio pecho un escudo en tono amarillo y negro con el logo "Bam's Gym".

Coloca la toalla sobre su cuello y gira su perfil hacia la entrada, encontrándose directamente con el muchacho que a pasos rápidos ya ha llegado hasta quedarse frente a él.

-¡Hola! Soy Jin, lo más hermoso que tus ojos podrán ver hoy y vengo a inscribirme en este lugar- afirma el pelinegro con un encantador acento extranjero. -Me gustaría tener tu figura...- comenta rodeando el cuerpo del moreno instructor, como si apreciara una interesante escultura por todos los ángulos, antes de quedar nuevamente frente a él, -aunque sólo contemplarte tampoco estaría mal ¿Podemos empezar hoy mismo?- pregunta sonriendo y acomodando su cabello hacia atrás de forma seductora.

Con un semblante prudente e inquisitivo, Nam lo observa de pies a cabeza, apreciando sus finos rasgos pero dudando en que la ropa que lleva puesta aquel muchacho le sirva para hacer deporte.

La figura del hombre frente a él es muy delgada. Hombros anchos y firmes, estrecha cintura y largos brazos de tez clara. Duda en que el joven pueda obtener la misma anatomía que la suya en poco tiempo, aunque tampoco parece que le hiciera falta. Sus medidas parecen ser inmejorables para alguien de su estatura, un par de centímetros menos que la suya. Incluso pudiera jurar que no le hace falta ejercitarse. Se ve sano, decidido, enérgico y... perfecto.

-Antes debes rellenar una solicitud- responde Nam de forma neutral, sin ápice de cambio en su voz, mirando su reloj despreocupadamente. -Dentro de una hora viene Kook, el dueño. Puedes regresar mañana o esperarlo aquí si prefieres.

Jin parpadea incrédulo un par de veces y lleva una de sus manos hacia su propio pecho, intentado apaciguar la extraña punzada que va aumentando en su interior.

Alto... alto... alto.

¿Qué está pasando?

Este hombre ni si quiera se ha sonrojado. No le sonríe. No lo mira de forma sugerente ni parece haberse dado cuenta de su descarado coqueteo anterior.

Para colmo prácticamente le está pidiendo que se vaya y que regrese otro día. Como si no le importara en absoluto su presencia. Sin mostrar una pizca de interés, ni del brillo usual en las pupilas contrarias o el brillo lascivo que suele observar siempre Aphrodite en todo aquel que se cruza con él.

¿Acaso este humano lo está rechazando al igual que a su pequeño amigo del mar?

¿No tiene sentimientos?

¿Este es el poder oculto del señor rompecorazones?

¿Quizás el dios de la belleza ha perdido sus encantos?

Imposible.

-¿Puedo... observarte mientras espero?- pregunta Jin con voz suave, en un nuevo intento de obtener la atención del hombre de tez morena. -Tal vez podría aprender un poco sobre lo que haces aquí, conocer sobre el uso de estos interesantes aparatos y quizás podría descubrir también un poco más... sobre ti- afirma lo último batiendo con fingida inocencia sus pestañas y mostrando una sensual sonrisa.

🥀Be mine, Afrodita🥀 || Namjin || °°FINALIZADA°°Where stories live. Discover now