Mon Ciel.

[9].

~ Sorpresa a la familia. ~

El sol que se reflejaba en el agua del lago negro y se asomaba por las ventanas de mi habitación daba un toque de paz a la mañana. El día comenzaba abriendo paso al fin de semana, y con todo lo que tenía planeado hacer y que probablemente me tomaría más de este finde, deje de pensar y me levanté de mi cama para ir a tomar una ducha.
Deje que el chorro de agua caliente cayera con fuerza para que minutos después me adentrará en ella, provocando que mi largo cabello pelirrojo se alisara completamente dándole un toque más intenso a su color.
Después de haber acabado de bañarme, con una bata blanca cubriendo mi cuerpo y una toalla mi cabello, me adentre en el closet para buscar algo cómodo que usar.
Finalmente tome unos pants rosa pastel con un top blanco de manga larga, me coloque unos tenis deportivos blancos. Seque mi largo cabello pelirrojo y lo deje completamente suelto y en su naturalidad, me maquillé muy levemente y completamente natural, poniéndome solo un poco de base y corrector, luego un poco de rubor en mis mejillas y mi nariz, enchine mis pestañas muy levemente para luego poner un poco de rimel sobre ellas y un labial color durazno adornaba mis labios.
Tome una de mis mochilas y metí una de mis dagas junto a mi varita, también metí una botella de alcohol medicinal, un antiséptico,  una bolsa de algodón, curitas y un par de vendas. Tome mi botella de agua y la metí por igual ahí, mi celular junto a mis audífonos, una brújula, una lámpara y un rollo de papel higiénico. Cerré mi mochila y me acerque al baúl con mis cosas de Shadowhunter, tomando mi cuchillo serafín mientras lo guardaba en el bolsillo derecho de mis pants, tome el brazalete que me regaló Izzy y lo coloque en mi muñeca derecha y finalmente mi estela, quien estaría en mi bolsillo izquierdo. Agarre una cazadora negra de cuero y me la puse para finalmente tomar mi mochila y salir de la habitación.
Me aparecí frente al panteón del valle de Godric, donde Magnus ya me esperaba frente a la tumba de Marlene Mckinnon. Saqué aquel libro antiguo de origen latín y comencé a buscar el hechizo.

- ¿Estás segura, Fernanda? Es algo complicado, aún cuando ya manejes bien tu magia -
- Lo estoy -.

Tome el libro entre mis manos con la página indicada mientras Magnus encendía millones de velas en circulo para que pueda empezarlo.

- invocare copias maiores, magicas puras ab initio creationis universi creatas, adiuva me reducere hominem mortuum.
Martene Mckinnon, Te voco.
Vis me recipere? accipe manum meam et crede mihi, duce tuo -

El viento comenzó a moverse con fuerza mientras el cielo se comenzaba a nublar, las hojas de los arboles se alborotaban cada vez más.

- invocare copias maiores, magicas puras ab initio creationis universi creatas, adiuva me reducere hominem mortuum.
Martene Mckinnon, Te voco.
Vis me recipere? accipe manum meam et crede mihi, duce tuo - volví a repetir el hechizo hasta lograrlo mientras mis verdosos ojos se hacían cada vez de un tono más brillante - invocare copias maiores, magicas puras ab initio creationis universi creatas, adiuva me reducere hominem mortuum.
Martene Mckinnon, Te voco.
Vis me recipere? accipe manum meam et crede mihi, duce tuo - mis ojos finalmente se convirtieron en un color blanco y una neblina invadió el lugar hasta que no me dejo ver más. -

- ¡Magnus! - Grité con desesperación - ¡Magnus! -.

Finalmente la niebla desapareció y logre ver tres figuras femeninas. Una llevaba un largo y precioso vestido color hueso sin tirantes, llevaba su largo cabello rubio en una complicada trenza, llevaba unas sandalias color beige y mantenía un maquillaje natural.
La otra llevaba un vestido verde lima con un par de tirantes delgados y finos, de adelante le llegaba a las rodillas y de atrás era largo, le llegaba un poco más arriba de los tobillos, unos tacones al estilo romano la acompañaban y llevaba su pelirrojo cabello suelto.
La otra llevaba un vestido largo y blanco, llevaba un corte en V con finos tirantes, se ajustaba con un cinturón dorado, llevaba unos tacones dorados haciendola un poquito más alta, tenía su cabello pelirrojo y chino en una coleta alta, permitiendome ver sus facciones, reconocerlas.
Mis ojos se cristalizaron al reconocer a la mujer pelirroja de vestido blanco, y una sonrisa apareció en mi rostro.

- ¿Mami? - corrí a ella y la abrace con todas mis fuerzas posibles -
- Fernanda, ¿Pero qué...? - mamá me correspondio al abrazo por igual - ¿Qué haces aquí, mi corazón?
- Yo... Quería tener un gran regalo de cumpleaños para mi tío Sirius y Lou y para James... - murmuré -
- Así que... James, ¿Eh?
- Mamá yo...
- Tranquila cielo, creemé que yo tampoco entiendo como funciona el amor, y me alegro... Nos alegramos de que tanto tu como James lo hayan encontrado
- Hola Fer - me sonrió la rubia -
- Hola tía Mar - me acerque a ella para poder abrazarla -
- Hija... Ella es Lily, la mamá de Harry
- Hola Fernanda
- Señora Potter yo...
- Tranquila, lo entiendo - me sonrió -
- Yo am... Quería llevarte de vuelta, tía... Prontó será... La boda
- ¿Qué? ¿Eso es posíble?
- Si, Magnus Bane me enseñó mami, ¿Quieres venir?
- No amor, tu padre finalmente volvió a abrir su corazón y yo... He conocido a alguien, no quiero ser egoísta
- Claro, entiendo, ¿Tu quieres tía?
- ¡Claro! Gracias Fernanda
- Okey um... Supongo que entonces nos veremos luego mami, porque también vendré a ver a los señores Potter
- Claro cielo -.

Me despedí de mi mamá y de Lily para luego tomar la mano de mi tía y volver a murmurar el hechizo.

- invocare copias maiores, magicas puras ab initio creationis universi creatas, adiuva me reducere hominem mortuum.
Martene Mckinnon, Te voco.
Vis me recipere? accipe manum meam et crede mihi, duce tuo -

Nuevamente la niebla se hizo presente y nos rodeo a mi tía y a mi, haciendo que nuevamente apareciera en el cementerio, encontrando a un Magnus excesivamente preocupado.

- ¡Fernanda! ¿Estás bien?
- Si, ¡Salió todo bien, Mag! Tía, el es Magnus Bane, Mag, ella es mi tía Marlene
- Hola, bienvenida nuevamente al reino de los vivos
- Gracias - sonrió -
- ¿Y ahora?
- Podemos llevarte a casa de mi abuelo y pedirle que nos ayude con la sorpresa
- Suena bien
- Vamos -.

Con ayuda de Magnus nos aparecimos en Grindelwald Manor, ya que por todo el poder que invoque genuinamente me agoté demasiado.

Y mañana continuaría.