Capítulo 45: Duermo bien cuando estás ahí.

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Maraton 1/?

Mackenzie

—¿Quién es Amy? —la pregunta de Dylan hace que deje de ver la decoración del jardín para mirarlo a él.

¿Qué mierda? Lo dije en voz alta.

Tiene su frente fruncida y me está mirando insistente.

—Es... —¿debería decirle la verdad o mentirle? ¡Carajo! —es una amiga... de Filadelfia. Ella ama la navidad... pero su familia no la celebra. Sé que le gustaría ver esto.

—Pues invítala. Dile que venga mañana a cenar. —Dice sonriendo. Como que está feliz de que al fin menciono a una amiga. 

—No creo que quiera... 

—Dile que nosotros le pagamos el avión o el autobús, lo que quiera. —insiste. Y sigue sonriendo.

—Pues... bueno, s...sí. La llamaré.

Por su puesto que no. Porque no hay una amiga de Filadelfia. Simplemente le diré que la llamé y que dijo que ya había hecho planes.

Volvemos adentro y ayudamos con el resto de los adornos a Anne.

Cuando terminamos, Anne y Majo se preparan para irse. Dylan le da a Anne un sobre con su pago y le dice que hay algo extra para que Majo se compre lo que quiera.

—¡Yo también tengo un regalo para Majo! —abro la puerta de la mini bodega que hay debajo de la escalera y saco la caja en donde viene lo que le compré. La envolví con papel de regalo rosa.

—¿Lo puedo abrir? —Majo mira a su mamá pidiéndole permiso. Ella asiente.

La pone en el suelo y se pone de cuclillas para romper la envoltura. La caja es café así que todavía no puede ver que es exactamente hasta que la abre.

Abre su boca con sorpresa y voltea a ver a Anne. Anne está sonriéndole tiernamente.

Majo saca los moldes de silicón y aluminio para cupcakes, pasteles, cake pops, las espátulas, capacillos, decoraciones y todo lo que necesita para poder comenzar a hacer pastelería. Todo está en colores pasteles.

—Gracias. —deja todo dentro de la caja y se levanta para darme un abrazo. —te haré un pastel para la próxima que venga y me dices si está bueno o no. ¡Serás mi juez!

—¡Estoy segura de que estará delicioso!

Anne también nos agradece a Dylan y a mí por el regalo y el pago y nos desean feliz navidad y año nuevo. Después se van.

—¿Por qué sabes que Majo quiere hacer pasteles y yo no? Yo la conozco desde hace más tiempo. —se cruza de brazos y finge estar algo indignado.

—Un día que vino con Anne la enseñé a hacer cupcakes y a decorarlos. Le quedaron muy bien y ella disfrutó hacerlos. —me encojo de hombros. —creí que sería un buen regalo para ella.

—¡Lo fue! ¡le encantó!

Me siento en un sillón de la sala, viendo hacia el árbol de navidad. Toda la decoración está en colores rojo, verde, dorado y blanco. Todo combina perfectamente bien y la casa se ve hermosa.

Dylan va a sentarse a un lado de mí, pero como que se acuerda de algo y no se sienta completamente.

—¡Casi lo olvido! —se mete a la cocina y cuando regresa a la sala tiene una caja de cartón en sus manos. La pone sobre la mesa de centro y se sienta a mi lado, con unas tijeras rompe la cinta que la mantiene cerrada y la abre.

Me siento en la orilla del sillón para poder estar mas cerca de la mesa de centro y poder ver mejor.

Comienza a sacar unos adornos de madera decorados con glitter dorado, son como unas figuras con los nombres de sus perros y sus gatos. Un adorno para cada quién. 

Dame un año (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora