𝐌| ❛❛𝐃𝐞́𝐣𝐚𝐦𝐞 𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬𝐭𝐫𝐚𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚́𝐬 𝐬𝐨𝐥𝐨... 𝐃𝐞́𝐣𝐚𝐦𝐞 𝐩𝐥𝐚𝐬𝐦𝐚𝐫 𝐭𝐮 𝐦𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨 𝐞𝐧 𝐦𝐢 𝐥𝐢𝐞𝐧𝐳𝐨❜❜
Ese día solo fue una casualidad, pero cambió su destino por completo.
Por qué ambos se ayudaron mu...
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Han pasado tres días desde que la albina llegó a blue lock. Los entrenamientos y las pruebas físicas eran lo único que hacían en ese lugar.
Ryu tenía una buena resistencia y un salto promedio, pero en lo que parecía destacar siempre era en velocidad y flexibilidad. La albina no entablaba muchas conversaciones con los de su equipo, ya que no quería que ellos se dieran cuenta de su aguda voz. Pero siempre trataba de mantener una sonrisa para transmitirles confianza.
Con el único que podía hablar la albina, era Bachira. Ambos siempre que podían se escabullían para entrenar solos, jugando a quitarse la pelota o simplemente hablando sobre tácticas para los partidos.
Todo en blue lock estaba programado, la hora en que comían, que cosa comían e incluso la hora de dormir. Lo último le fastidiaba un poco a Ryu ya que ella usualmente se quedaba despierta hasta tarde haciendo bocetos para sus dibujos.
La comida que le daban era bastante buena, no era un trozo de filete, pero tampoco era rábano encurtido, cómo era el caso de Igaguri. Era un simple tazón de ramen casero, cosa que le agradaba bastante. Ya que era bastante sabroso.
Naruhaya siempre trataba de robarle su comida, pero finalmente Gagamaru terminaba siendo la víctima del robo, ya que, la albina siempre terminaba rápido su plato, sin dejarle tiempo a Naruhaya para robarle.
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A la hora de dormir, el futón de Ryu se encontraba al lado de Bachira y Chigiri, agradecía que fuera aquel chico ya que tenía suficiente con soportar a Bachira durmiendo a su lado, quien se quejaba a la hora de dormir y luego dormía como un tronco, moviéndose en la noche queriendo abrazar a la albina como si fuera una almohada.
Al menos el pelirosa era más tranquilo para dormir, no se movía ni roncaba, pero su presencia silenciosa incomodaba un tanto a Ryu, quería sacarle al menos una sonrisa.
__ Ryu-chan... ¡Ryu-channn!_ Bachira comenzó a moverla, se había acercado a su futón para molestarla.
__ ¿Que sucede, Bachira?_ preguntó la mujer entre medio de un suspiro.
__ Juguemos ahora. No puedo dormir_ se quejó el pelinegro, sollozando de forma infantil.
Ryu tampoco podía dormir, aún se encontraba demasiado emocionada por estar en ese lugar. Su adrenalina estaba al máximo, siempre alerta a qué alguno de los chicos pudieran descubrirla.