Perfecto || lukamos

I Want You

✿TW: Ataque de ansiedad, disociación✿
...

Todo es tan ruidoso.

Se sentía aturdido, la gigante roja se convirtió en una supernova y destruyó todo a su paso, llevándose consigo la felicidad de una victoria, dejando solamente el pánico de ser tragado. Las luces eran demasiado fuertes, las voces demasiado ruidosas y el aire demasiado denso.

Luka sentía que su mundo colisionaba cuando se dio cuenta del error que cometieron frente el mundo.

Había bajado de los brazos de Sergio tan rápido como pudo, porque el tacto lo estaba comenzando a quemar y el beso se sentía amargo en su boca, dejando una sensación asquerosa en sus labios que no podía borrar, ¿y como algo que siempre fue tan dulce ahora le sabe tan mal?, cree que podría llorar o vomitar, o ambas cosas al mismo tiempo.

Sentía su corazón palpitar de manera enfermiza en su pecho, pero no podía escucharlo en sus oídos porque todo el ruido estaba saturándolo, todas las voces llegaban a sus oídos pero no podía entender nada, era como colocarse un parlante en los oídos a máximo volumen dejando solo ruidos saturados, comenzó a temblar porque todos estaban viéndolos y su ropa le estaba picando, todos sus sentidos alertas le decían que huyera, corriera y se escondiera donde nadie lo encuentre.

Es lo que hace, porque Dios lo puso de pie y no entiende nada.

Se tambalea en los vestidores, su cuerpo tiembla y la tierra parece moverse haciéndolo marear, se sentía avergonzado, expuesto, metido en una caja de cristal en exhibición para que todo el mundo lo vea y se ría de él, aún sentía la quemadura de los ojos de la gente pero no estaban frente a él, ¿cómo es que las cosas salieron mal tan rápido?, siente como su cuerpo se comprime rompiendo sus costillas y clavándolas en sus pulmones como miles de cuchillos, le cuesta respirar, el aire entra por hilos pequeños, sus ojos le arden y comienzan a lagrimear, pero no se detiene aunque no pueda caminar en línea recta por lo enfermo que se siente.

Guarda todas su cosas en su bolso con manos temblorosas y visión nublada, viendo miles de manchas sin forma en el aire que no deberían estar ahí, sigue guardando todo porque se siente en peligro, se siente juzgado, siente su alma desnuda frente a miles de personas y las lagrimas comienzan a quemar en su piel cuando caen por su rostro, se detiene por un segundo para tomar la tela de su camiseta encima de su pecho, arrugándola con fuerza por el dolor de respirar, pero sigue guardando todo lo que puede con su mano libre.

Sus piernas tiemblan, parecen que están a punto de ceder ante el peso de la vergüenza y caer al piso de linóleo, pero se las arregla para mantenerse de pie y no dejarse derrumbar. Se siente rodeado, no sabe que más hacer que huir, correr, correr, correr, correr y correr, es lo único que su cuerpo le pide y es lo único que intenta hacer, todo es un gran cúmulo de ruidos y Luka no quiere estar ahí, cada átomo de su ser no quería estar ahí.

Toma su bolso y cuando da un paso en falso hacia la salida sus piernas se rompen como un par de ramas secas, cae al suelo con un golpe seco de rodillas al cielo porque está siendo juzgado por Dios, siente su cuerpo quemarse y tal vez se estaba yendo al infierno sin darse cuenta.

Y no hay nadie que lo pueda salvar.

Intenta levantarse entre intentos fallidos de poder respirar, pero de alguna manera sus piernas no funcionan y es desesperante. No importa cuánto intente sus piernas no se mueven, están entumecidas bajo su peso, luciendo muertas a la vista y a Luka no le sorprendería estar muriendo ahí mismo.

Todo está mal, necesita levantarse y correr, esconderse donde nadie lo vea, quiere llorar, gritar, hacerse un ovillo y desaparecer para siempre, pero sus jodidas piernas no funcionan y las lagrimas saladas entran por sus labios secos.