23: No hay vuelta a trás

168 16 3
                                    

El castaño se encontraba en el estacionamiento, estaba algo nervioso, aun no sabía si podía estar delante de aquel al que alguna vez vio como su amigo, el sonido de un auto estacionarse delante de él lo había sacado de sus pensamientos.

- Vaya, pero cuanto tiempo Dazai, me sorprendió mucho recibir tu llamada - dijo el hombre que bajo del auto, el castaño se sentía molesto con la presencia de aquel hombre.

- Hola Ango, te ves genial - hablo el castaño mientras se acercaba al hombre de lentes mientras robaba su arma, había apuntado a aquel hombre, pero sus guardaespaldas apuntaban al castaño.

Definitivamente el castaño aún no había perdonado al hombre de lentes que le daba la espalda, sin embargo, su apoyo podría ayudar a poner un final a esta guerra, solo necesitaba soportar por unos minutos, por el bien de la ciudad y por el bien de su hija.

- Por qué viniste en realidad Ango, acaso pensaste que ya te había perdonado ... es broma, podría apostar a que el arma ni siquiera está cargada - dijo mientras se alzaba de hombros, mientras el hombre se daba la vuelta para mirar al castaño.

- Dime que quieres - pregunto mientras arreglaba sus lentes, aunque él ya estaba decidido a ayudarlo pues para el hombre de pelo castaño seguía siendo el adolescente de 16 años que conoció.

- Hablemos en un lugar más privado, necesitamos ponernos al día - dijo el castaño mientras subía al auto del lado del copiloto mientras este se dirigía al asiento del conductor, siendo detenido por uno de sus guardaespaldas.

- Señor no creo que sea buena idea - el hombre solo alejo la mano de aquel hombre que expresaba su clara preocupación, si bien no podía negar que Dazai era peligroso tampoco podía dejarlo como hace 4 años.

- No te preocupes, Dazai no me lastimara - tras aquellas palabras subió al auto dejando a ambos en aquel aparcamiento, el castaño estaba sorprendido, pero era mejor de esa forma.

- Y bien que es lo que quieres - pregunto a un castaño quien se veía algo sorprendido por la confianza que este le estaba mostrando, sin embargo, no podía bajar la guardia.

- Creo que la división sobrenatural debería hacerse cargo de este tipo de criminales, no deberían descuidar su trabajo - dijo el castaño mientras pasaba sus manos por detrás de su cabeza.

- Estábamos al tanto de todas las actividades de Guild - respondió mientras veía de reojo al castaño.

- ¿Y los dejaron actuar a sus anchas? - pregunto con cierto sarcasmo semi oculto que no pasó desapercibido por el azabache.

- Ejercieron demasiada presión por medio de diplomáticos para que sus miembros tuvieran la misma autoridad que ellos, ahora están operando por encima de la ley y el orden público ya no puede hacer nada, Dazai se lo de tu hija y entiendo por qué estás aquí sin embargo debes tener cuidado - dijo el hombre con seriedad sin distraerse de su camino.

- ¿Entonces sabes dónde puede estar mi hija? Ayer perdí la señal de su rastreador y no hay señal alguna de donde pudieron ocultarla - hablo el castaño mientras desviaba su mirada hacia la ventana, si bien estaba hay por otra cosa un poco de información le sería útil.

- Lamentablemente no lo sé, pero tampoco entiendo por qué llevarse a una niña tan pequeña y no haber pedido lo que querían por ella - el castaño comprendía de donde venían aquellas palabras sin embargo le molestaban.

- Kyoko es más útil de lo que crees, estaba seguro de que el ministerio ya lo sabía sin embargo te lo diré solo por ser tú, Kyoko tiene una habilidad similar al de Chuuya, sin embargo hay una clara diferencia en su habilidad debido a que no solo controla la gravedad sino que anula la de los demás por largos periodos de tiempo solamente con usar su habilidad - el azabache había detenido el auto por reflejo para ver al castaño.

Un Amor Marchito - SoukokuTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon