♡ C A S T Í G A M E D A D D Y ♡

cuarenta y siete

SARAH'S POV

Prácticamente, esto se me hacía extraño y demasiado sospechoso, mi padre buscando una casa nueva cuando puede rentar un departamento y mi madre teniendo que salir a "cuidar a un paciente" y ayudarlo a él, que coincidencia, pero para mi lo peor es que ella no me lo dice personalmente, va a estar con rodeos hasta que tenga todas sus cosas con él y diga "¡oh cierto! se me olvido decirte que regresé con tu padre" de alguna manera tendré que prepararme para cuando llegue ese momento, aunque no me guste, al fin y al cabo es su decisión no la mía.

Tengo que obtener algo positivo de esto, así que obviamente iría a la fiesta, mamá jamás se enterará, además, me lo merezco, ya me cansé de lidiar con los problemas de los demás, suficiente tengo con los míos, tal vez Isaac me podría dejar estar con él toda esta semana, no quiero estar sola, no ahora, esto sería bueno para ambos, pero antes tendría que llamarlo.

L L A M A D A

— Hola preciosa ¿Cómo va todo?— dijo al momento de descolgar.

— Supongo que bien — entré a mi habitación y empecé a buscar algo lindo para esta noche.

— ¿Por qué lo supones? ¿Sucedió algo malo? — escuché un poco de movimiento del otro lado de la línea.

— Técnicamente no, pero yo creo que si, no quiero hablar de eso por el momento — era verdad, estar pensando y pensando en eso me estresa.

— De acuerdo, te entiendo, pero sabes que siempre podrás contarme tus inconformidades, aquí estoy para ayudarte en lo que necesites, cariño — y de verdad agradezco eso.

— Lo sé, y muchas gracias, daddy, pero para dejar el tema a un lado, te quería hacer una pequeña preguntita — por alguna extraña razón hice mas aguda mi voz al final.

— Okey — dijo algo confundido — Te escucho, nena —

— Te iba a preguntar que si... podrías dejarme quedar contigo una semana — cerré los ojos mientras esperaba su respuesta.

— ¿De verdad? — sonaba mas extrañado que feliz.

— Si no quieres puedes decírmelo, sobreviviré encerrada mi habitación y comiendo sopa enlatada — reí para agregar un poco de diversión a la llamada.

— Sabes que estaría mas que encantado de que te quedes conmigo, nena, pero ¿a que se debe? — ¿lo debería de tomar como un "si"? supongo.

— Mamá salió a cuidar de un paciente, y de paso a ayudar a mi padre, por lo tanto me dejó sola en casa — volví a reír, mi vida sonaba como una triste historia.

— ¿Así que una semana entera serás toda mía? — pude imaginar esa gran sonrisa que quizá debió haber hecho.

— Si es que quieres, si papi — me senté en la orilla de la cama.

— ¿Bajo por ti ahora mismo, pequeña? — iba a acceder pero la gente odiosa comenzaría a hablar si lo ven conmigo.

— Nop, yo subiré — suspiré.

— ¿Segura? Puedo ayudarte con tu ropa o con lo que quieras, pero yo bajaré por ti ahora mismo — sonaba demandante.

— Papi yo puedo hacerlo sola, no quiero que la gente empiece a hablar, rápidamente se expandiría por todo el edificio — me recosté.

— En eso tienes razón — suspiró, como si ocultar lo nuestro ante los demás, le molestara — Entonces te espero aquí, no tardes ¿entendido? — pareció moverse de lugar.

— Entendido daddy, entonces me apresuraré, te quiero — volví a levantarme de la cama.

— Yo más — y colgó.