IX

442 46 11
                                    

Conversar con Cora había sido difícil, y aún había una incomodidad presente entre nosotras, pero no podía simplemente ignorarla para siempre. El ambiente con Peter y Derek también era incómodo, pero ahí estaba, en el loft de mi tío haciendo planes para atacar a los Alfas en el edificio donde vivían, más precisamente un piso arriba que los Argent. Sebastian, Steve, May y Marianne estaban ahí. Desde que los había liberado, la morocha pasaba mucho tiempo con Derek, Boyd y Cora, probablemente porque tenían el mismo deseo de venganza, o eso me gustaba pensar a mí.

La puerta se abrió dando paso a Scott, que venía aceleradamente a contarnos que había descubierto dónde vivían los Alfas, pero lo interrumpimos. Derek le resumió lo que querían hacer.

—¿Su plan es matarlos antes que ellos?

—Ni siquiera lo verán venir.

—¿Por qué el plan siempre incluye matar? —preguntó—. Solo una vez, ¿alguien puede intentar pensar algo que no termine con alguien muerto?

—No te cansas de ser tan sosamente ético, ¿no? —se burló Peter, pero luego volteó para mirar a Derek—. No estoy en desacuerdo con él.

—Yo sí —dijo Cora—. ¿Para qué necesitamos a este chico?

—Este chico ayudó a salvarte la vida —le recordó mi tío—. No podemos sentarnos a esperar que hagan el primer movimiento.

—No puedes contra una manada de Alfas.

—Por eso solo vamos contra Deucalion. Solo él.

Miré a Cora, insegura. Era un plan estúpido, no lo habían pensado con detenimiento y sabía muy bien que a mí me querían por mis nuevos poderes. La verdad era que, como bien había dicho Scott, no tenían oportunidad contra los Alfas, pero conmigo de su lado tenían una mínima posibilidad.

—Córtale la cabeza a la serpiente y el cuerpo muere.

—Sí, pero Deucalion no es una serpiente, es una hidra —comentó Marianne.

Derek y yo compartimos una mirada antes de mirarla a ella.

—¿Y qué pasó cuando Hércules le cortó una cabeza a la hidra?

—Dos más la reemplazaron.

❀∘❀∘❀

Dejé caer mi cabeza contra la ventana del autobús. Estaba bastante cansada de ser la niñera de mi manada y ahora también de la manada de Derek, pero a pesar de que Sebastian me pidió que me quede en Beacon Hills y me tome un tiempo para mí sola yo elegí ir al viaje de Lacrosse, poniendo de excusa que él estaba apenas recuperado y que si algunos de nuestros lobos intentaba algo no iba a lograr calmarlos.

Si Isaac o Boyd perdían la cordura alguien debía estar ahí para calmarlos, porque Scott no iba a lograr mucho tampoco. Estaba herido, demasiado, y parecía que en lugar de mejorar estaba cada vez peor.

La rabia me consumía de tan solo pensar en lo que había pasado y como yo elegí ignorarlo cuando lo tuve frente a mis ojos todo el tiempo. Tampoco era justo lo que le sucedió a Derek, y si pudiera cambiarlo lo haría sin dudarlo. 

Isaac y Boyd estaban sentados adelante, demasiado cerca de Ethan y Danny. Podía sentir el enojo de los Betas. Steve, sentado detrás de Isaac, intentaba calmarlo murmurando palabras tranquilizadoras, pero también estaba enojado. Sebastian y yo estábamos sentados a pocos asientos de distancia de ellos, y un asiento más adelante de Scott y Stiles. Jareth estaba sentado en la fila de enfrente, a nuestra misma altura, y cada tanto me dedicada sonrisas engreídas, como si supiera lo mal que me sentía.

The Witch Wolf [Teen Wolf III]Where stories live. Discover now