Amor a primer golpe|| Messi x Ochoa

Capítulo 14

Canelo estaba en la cancha, agarrando con cuidado la pequeña mano de Antonio para no perderlo. Iba a ir a hablar con Memo, pero decidió que era mejor no interrumpir su conversación con Messi después de un partido tan complicado. Más tarde se aseguraría de hacer algunas publicaciones en twitter, ya que sabía que la comunidad de personas que apoyaban a la pareja no confirmada crecía cada vez más y todos se sentían emocionados por sus interacciones, aunque fueran sencillas.

Pensó en ir a buscar al arquero argentino, que de seguro estaba un poco enojado (o eso era lo que Canelo creía) por todo lo que había sucedido.

De todos modos, no tuvo que buscar mucho porque segundo después, vio a Emiliano sin camisa e insultando a varios jugadores holandeses en inglés.

Subió a Antonio sobre sus hombros y se acercó al argentino para intentar tranquilizarlo, aunque tampoco sería mala idea unirse a la discusión y mostrarles a los otros jugadores lo que un boxeador mexicano podía hacer.

—Emi—Lo llamó, intentando capturar su atención, y claro que lo logró. El Dibu nunca ignoraría la voz de su chico pelirrojo.—¿Esos pendejos te andan molestando?—El niño escuchó la conversación con atención, emocionado por querer ver a su tío mostrando sus grandes habilidades para dar golpes.

—No te preocupés, Canelito. Son unos pelotudos que no valen la pena, no gastés tus energías en ellos.—Dijo mientras volvía a ponerse la camisa, con un mejor humor.—Toda la culpa fue de ese árbitro—El mexicano apoyó su mano derecha en el hombro de Emiliano y lo acarició con cariño.

—Pero todos sabemos que tu hiciste un trabajo bien chingón, Emi. Fuiste el mejor portero del partido, como siempre. Te lo puedo asegurar yo, que llevo ya unos años metido en esto de ser aficionado de Argentina.

Tal vez los rápidos latidos de su corazón no sólo eran por su enfermedad.

—Si, tío Dibu, eres el mejor.—Le dijo el de rizos, lleno de alegría y feliz por animar al novio no confirmado de Saúl.

"¿Tío Dibu?"

La expresión de Emiliano daba mucho qué decir, pero no estaba enojado ni molesto, de hecho, le encantó el apodo. El niño ya lo estaba incluyendo en la familia aún cuando Canelo y él no eran nada en específico.

En ese momento los latidos rápidos del boxeador si eran por emociones muy fuertes.

—"Tío Dibu" es un apodo re bonito, me gusta mucho—Sonrió por primera vez después del partido—¿A vos también te gusta, Canelito?—el mexicano asintió y le mostró una pequeña sonrisa. Si él pudiera hacerlo, de seguro ya le habría pedido matrimonio a Emiliano.

El arquero miró que alguien le estaba haciendo unas señas para ir a una entrevista y no quería negarse a eso, ya que podría ser su oportunidad para decirle de todo al árbitro.

—Tengo que ir a una entrevista, nos vemos después—Se despidió de los dos y se alejó. Canelo no pudo borrar su expresión de "idiota enamorado" de su rostro. Bajó a Antonio de sus hombros y lo abrazó.

—Después de esto te voy a comprar todo el helado del mundo, Anto.

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—Lio, esos solo son unos pendejos que quieren hacernos enojar más. Tranquilo, ¿sí?—Memo, sin saber que todos estaban atentos a lo que hacía desde su casi pelea con el jugador holandés, tomó la mano derecha de Lionel y la acarició con amor, como señal de que lo apoyaba incondicionalmente.

Algunas veces, las miradas o gestos decían más que mil palabras.

"Su mano se vería aún más hermosa con un anillo."