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una buena sirviente pequeña

Soy un adolescente  quien a vivido durante toda su infancia y primeros años de mi adolescencia en un orfanato cual, lamentablemente ya no me dejan vivir en el orfanato por mi edad y la falta de espacio por el aumento de cada año de la llegada de nuevos niños, pero bueno no me quejo era raro ese orfanato, aquí les cuento en este cuaderno sobre uno de los sucesos algo raros en mi tiempos cuando apenas era un chico de 12 años.

Desde que era pequeño fui uno de los primeros niños del orfanato conocidos por la gente del pueblo como en el orfanato "Como los hermanos mayores" un titulo que claro era normal ya que las hermanas siempre estan dispuestas que muchos de nosotros ayudáramos como la directora pedía que las ayudaremos a todos los menores; Recuerdo muy bien a uno de mis hermanos quien lamentablemente no recuerdo su nombre pero si, su aspecto, el era un chico algo diferente a los demás el tenia el aspecto de una chica pero el comportamiento de un bárbaro.

Era conocido por ser alguien rudo a pesar de su aspecto afeminado, eso no lo detenía de ser alguien agresivo, pero un día a sus 13 años una edad que ya en el orfanato es pura suerte que te adopten o sea un milagro, pero... quien adopto a mi hermano fue una mujer de aspecto hermosos, al ser que el pueblo como la ciudad más cercanas siempre las mujeres usaban vestidos, pero ella tenia la vestimenta de un hombre claro al inicio era algo nuevo para muchos, pero de todos los que ella adopto se le hiso llamativo a ese chico quien se negaba a ser adoptado pero hubo algo extraño, al día siguiente desapareció, recuerdo muy bien que sus cosas aun estaban en su parte la habitación, todos estábamos con la duda de que le paso, hasta preguntarle a las hermanas quienes nos digieran que el fue llevado por su madre adoptiva, claro el fue adoptado, ¿pero no siempre la gente se lleva sus cosas?, era mi pregunta, pero no se lo pregunte a ninguna de las monjas, así que mejor quedaría con la duda, pero eso si todos nos repartimos las cosas de nuestro hermano, en ese tiempo era normal por la escases de alimentos y por las guerras la falta de comida hacer siempre un testamento, para mi suerte a mi me toco una pelota de beisbol y otras cosas de el, pero esa pelota tenia algo especial era una pelota que el apreciaba mucho y fue doloroso para mi que el no se lo podía llevar, así que me propuse que el día lo mirara se lo daría.

Con el paso del tiempo crecí y a mis 14 años mi suerte fue que lo mire en el mercado pero no de la misma forma que yo pensaba, cuando me saludo, ya no era el mismo chico con voz aguda pero con el intento de sonar más fuerte sino a la de una joven chica, su mirada llena de determinación como sus ojos azules tan vivos ahora eran como muertos sin ninguna forma de esperanza, pero lo más llamativo era su vestimenta de sirvienta, algo que me sorprendió, aun que fue una sorpresa que me haya invitado a su casa, cual era una mansión, cuando entre sentí como ese lugar hermosos y elegante escondía algo raro y asqueroso, pero mejor me negué a creer eso, todo nuestra platica era de los viejos tiempos, en un momento le di de nuevo su pelota favorita algo que causo que este sonriera, al ver su objeto favorito quien lo guardo en su ropero en una caja, pero en el poco tiempo que pude ver el contenido del ropero, habian más vestidos, así que en realidad le gustaba eso o era otra cosa, pero por educacion no pregunte.

Al final su madre nos encontro, quien con gusto acepto que estara más tiempo, pero por el tiempo y la hora ya debia marcharme, la mujer fue amable con migo para acompañarme a la salida del lugar, aun recuerdo la platica que tuvimos en el camino de ida a la salida del lugar.

-No te quieres quedar más tiempo, te podemos dar de cenar si quieres -hablo con amabilidad la mujer.

-No gracias señorita, la verdad es que el orfanato no les gusta que estemos tanto tiempo afuera así que es mejor que me valla.

-Estoy segura si te quedas un rato puedan jugar un rato más con mi pequeña niña.

-Perdón escuche pequeña niña.

-No dije eso dije que me hubiera gustado que podías jugar más con tu amigo.

-A ya, perdón e tenido problemas con mi audición ultímate -dio una risa de nerviosismo.

-O parece que llegamos a la salida.

-Valla que rapido.

-Aun así no quieres quedarte a cenar con nosotros.

Estuve dudoso, queria preguntarle a mi hermano el porque de su actual aspecto o el por que de su vestimenta, pero algo me decia que era mejor que me marchara, así que le dije que no podía por ultima vez, ella acepto con pena, como sali del lugar, solo para ver como ya lejos de la mujer y de su visión me fui corriendo. Esa fue la ultima vez que vi a mi hermano del orfanato, pero un día en el correo llego algo que me dejo en shock.

A mis ya 32 años mi hijo me entrego una caja, de parte de la familia de mi amigo, me sorprendio mucho eso, así que entre a mi oficina y me encere en el lugar, cuando vi eran varias fotos de lo que era mi amigo siendo tratado no como chico si no como una chica como siendo obligado a comportarse como una, pero una de las fotos me sorprendió mucho solo dejando ver como era abusado sexualmente de su madre con juguetes para esos mismo actos.

pero una caja pequeña de color rojo era lo ultimo que vi, cuando lo abrí estaba una nota como la misma pelota que le di hace años ahora más desgastada.

"Muchas gracias por no aceptar la invitación de ella, no quería que alguien como voz recibieras los mimos tratos que recibí cuando era un niño y ahora a mi adultez me dejan una mancha que nunca se ira por su culpa ya no puedo ser considerado como hombre a pesar de ser uno aun como tener aun eso abajo, pero ahora solo soy lo que llaman un andrógeno a mis 33 años, suerte con tu vida, por cualquier cosa te dejo mi numero XXXX-XXXX, gracias por ser mi hermano"