Cristiano Ronaldo y Lionel Messi son dos alfas muy famosos en el juego del fútbol.
Lo que nadie sabía era que los dos alfas eran una pareja y, con la llegada de los rumores sobre la relación de Messi con Memo Ochoa, el portero Omega de la selección...
Messi estaba en un pequeño momento de shock, cuando volvió a la realidad, estaba corriendo por una calle de la mano de Guillermo. Paró en seco y soltó la mano del omega que ante el brusco movimiento volteó a mirar.
—¿Qué pasa? —preguntó Guillermo.
—Disculpame por lo que pasó hoy, aclararé todo esto pronto, no quiero que nuestra reputación se vea manchada —Lionel no se dio cuenta de la mueca que había hecho el omega al decir aquello —Debo volver al hotel urgentemente, después hablamos —Llamó un taxi y le indicó la dirección del hotel, dejando una expresión sombría en el rostro del omega.
Un pensamiento fugaz pasó por la mente de Guillermo, ¿Por qué Lionel se veía tan angustiado? Parecía como que no se quisiera meter en problemas con alguien, pero ¿Por qué? Por lo que sabía Lionel no tenía pareja, no olía a ningún omega, la situación lo exasperaba.
Por otro lado, Lionel iba muy angustiado, miraba su celular esperando que en cualquier momento sonara, Cristiano no lo había llamado aún y eso lo preocupaba ¿No se había enterado ya? Tal vez aún seguía en su entrenamiento, respiró profundo ¿Cómo supieron que él estaba allí con Memo? Era muy extraño, en verdad.
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Al llegar al hotel se bajó rápidamente, no sin antes pagarle al taxista, subió al ascensor y por cada piso que pasaba se ponía mucho más nervioso, llegó al cuarto piso casi sudando y al abrir la puerta encontró nada, cerró los ojos y suspiró de alivio.
—No esperaba que llegaras tan pronto —la voz masculina de su novio le heló la sangre, abrió los ojos viendo a su novio recién salido de la ducha vistiendo solo una toalla que cubría sus partes privadas, la ira estaba escrita en toda su cara —Parece que estabas pasándola muy bien con ese omega —las palabras salieron llenas de veneno.
—No pasó nada de lo que pensás.
—Ah, ¿En serio? —agarró el control y prendió el televisor en el canal de las noticias —Entonces, ¿Cómo explicas eso? —Las noticias hablaban de como el aclamado alfa Lionel Messi y el portero omega Guillermo Ochoa habían sido interrumpidos en un desayuno muy "romántico".
—No pasó nada entre Memo y yo, fuimos no más por un café.
—¿Y por eso salieron corriendo agarrados de la mano? —La ira de Cristiano aumentaba cada vez más —¿Ahora que excusa vas a poner?
—No puedo decirte más que te amo, que soy completamente de vos desde que nos conocimos y que, por favor, confiá en mí, así como yo confío en vos —sin más que decir lo besó, transmitiéndole todos sus sentimientos.
Cristiano decidió por esta vez creerle a su amado, y aprovechando el momento amasó con devoción el perfecto culo de Lionel, estaba seguro de que jamás se iba a cansar de Lionel y su hermoso cuerpo. Las piernas de Lionel no paraban de temblar por el beso apasionado que Cristiano le estaba dando y también por la expectativa de lo que sucedería.
