Capítulo 1: Nacimientos y el Oráculo de Delfos

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Hace mucho tiempo en la antigua Grecia hubo una lluvia como ninguna otra, todos creían que era obra del dios Zeus o Poseidón pero la verdad es que un dios más alejado de éstos era el responsable de tanta lluvia en la Tierra

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Hace mucho tiempo en la antigua Grecia hubo una lluvia como ninguna otra, todos creían que era obra del dios Zeus o Poseidón pero la verdad es que un dios más alejado de éstos era el responsable de tanta lluvia en la Tierra.
La última gota que cayó en el suelo tan mojado provocó algo que nadie antes había visto, un brillo sin igual empezó a rodear aquella zona, tal que llamó la atención de los dioses griegos que bajaron del Olimpo para contemplar tal milagro que ninguno de ellos ocasionó.

-¿Que es eso hermano? -preguntó el dios de los mares mirando a su hermano con intriga y confusión -

-no tengo idea pero... ¿Quien pudo crear algo como ésto?

Luego de que el dios del trueno preguntó aquello, el brillo en esa zona empezó a liberar chispas de fuego que fueron dirigidas hacia el primogénito del rey de los dioses, una ventisca empezó a viajar hasta que rodeó al dios alado, mientras unas gotas de agua salpicaron hacia Poseidón, y ramas con hojas rodearon a Demeter. Impresionante, pensaron todos.
Se quedaron mirándose entre sí sin saber que pasaba cuando de pronto unos rayos conectaron con Zeus, no sabían que pasaba por lo que uno de sus hijos trató de cubrirlo cuando una luz emanó hacia Apolo.

  -¡Hijo! ¿Estás bien?

-jadea- nosé que pasó... Esa luz casi me deja ciego, padre...

-¿Que será lo que está pasando? ¿Debería consultarle al oráculo? -preguntó una de las tías de ese dios -

-Es una buena idea, tía...

Pensaban que eso había terminado pero Hades, quien de manera extraña estaba con ellos y no en el Inframundo, notó que el brillo de ese lugar seguía presente, por lo que supuso que no había terminado. Se acercó por curiosidad mientras su esposa trataba de evitarlo pero un brillo extraño comenzó y una bola negra fue hacia el, llamando la atención de todos ellos. El dios del averno retrocedió confundido y aterrado ante eso.


-que extraño... Esa bola negra... Mí cuerpo absorbió esa cosa...

- Hades, tenemos que irnos, puede ser peligroso

Él asintió con su cabeza aún aturdido por lo que pasó y juntos se fueron a sus dominios. Mientras los demás se quedaron mirándose el uno al otro.

-me preocuparía si esa bola negra hubiese sido blanca y de luz, digo... En Hades, si sería preocupante eso jeje

-Hermes, no vengas después con que tu tío no te recibe en el Inframundo - interrumpió Zeus - ,pero lo que es preocupante... Es lo que acaba de pasar

-¿Ni tu tienes idea Cariño?

-no, mí cielo. Pero deberíamos hacer como dijo Hestia, consultarle al oráculo de Delfos, talvez él te diga lo que pasó -dijo mirando a su hijo Apolo-

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