Capítulo 2: Apariencias

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Han pasado unos años desde aquel acontecimiento y los hijos de aquellos siete dioses apenas eran unos niños.

La noche parecía ser una competencia de canto de tantas aves nocturnas que paseaban por el bosque, cercano a la casa de Asher. El aleteo de cada una de ellas moviéndose en el aire se podía escuchar una por una, o al menos así era para el niño. Era un tormento escuchar todo eso durante toda la noche, Irina le cubría los oídos con sus manos y lo acercaba a su pecho para calmarlo.

-no te preocupes, son solo las aves que buscan un lugar cómodo para dormir.. ya pasará

-pero son muy ruidosas, siento su aleteo como si estuvieran aquí, en este mismo lugar

-lo sé, tu solo intenta concentrarte en algo más y no las escucharás, nada ni nadie puede perturbar el sueño de mí hijo ¿Entiendes?

-asiente cabizbajo- Si mami...

-bien, dormimos juntos si así te sientes más tranquilo, recuerda... Nada ni nadie puede perturbarte ni siquiera en tus sueños

El gran amor que tenía Irina por su niño era tan grande. Es verdad que no lo concevió del amor, pero aún así, Asher era su hijo y se sentía orgullosa de eso.

Por otro lado, el Inframundo no era el mejor lugar para criar a niños. Darkside era criado por sus hermanas mayores, sabía que era querido por ellas pero aveces también solían olvidarlo pero ya se había acostumbrado a ellas que poco lo molestaba. Había visto a su padre solo un par de veces en todo el tiempo que él a estado allí y piensa que Perséfone es su madre y que ella lo rechaza. Ese pensamiento no fue compartido con sus hermanas por lo que ellas no pueden decir nada al respecto.
Aquella noche era como cualquier otra, una de sus hermanas llevaba un plato con comida para el niño, ya que en el gran Palacio de Hades él no era aceptado con buenos ojos, y ellas se encargaban también de llevarle el alimento.

-Darki... -hablo la mayor de las erinias buscando al niño mientras era perseguida por un cerbero hambriento- Ay, ya vete o que acaso no te dan de comer?!

El perro de tres cabezas por un momento la miró implorandole por un poco de carne y huesos a lo que Alecto sin más opción le dió una pequeña porción a las tres cabezas.
Ella continuó hasta ver al niño entre las sombras y se acerca a él.

-Hermano, ya traje tu comida. Mira, es pollo bien cocinado y también traje pan de muerto, tu favorita

-Gracias Alecto -dijo el niño mirando a su hermana, parecía tener hambre y estaba algo decaído por eso- p-pero... "Cerbi" también tiene hambre, son tres bocas que alimentar también

-oye, no le hagas caso a ese tonto perro, cada tres segundos tiene hambre y aunque tiene tres cabezas, por lo tanto tres bocas, tiene un solo estómago y muy grande para ser honesta

-..está bien -estiro su mano para agarrar el pollo mientras estaba sentado contra una pared- debe estar muy rico....

-te lo aseguro, las demás siguen adentro pero ya regresarán

-Y... -hace un bocado a su comida-, ¿El te dio una órden?

-no, aún no hay nada. Pero como te prometí, algún día muy pronto, nosé cuando, tu podrás comer,vivir y dormir, todo en el Palacio

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