Dulces Sueños, John Watson

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La puerta de la enfermería se abrió de golpe sorprendiendo a Greg y a La Criatura. Victor se detuvo a recuperar aire en la entrada y se acercó a su amigo, Holmes se quedó vigilando hacia el pasillo.

-Greg, te ves mucho mejor

-¿Menos muerto?

-Menos sangriento, sí. Lo que es bueno porque debes quedarte solo. -El pelirrojo entonces miró al mas alto. -Encontramos a John, pero necesitamos tu ayuda

La Criatura enseguida se levantó de la silla y agarró a Victor de los hombros dándole un pequeño susto.

-¿Dónde está John?

-Quinto piso de habitaciones, ú-último cuarto al fondo

Lo hizo a un lado con más fuerza de la necesaria y salió corriendo de la enfermería empujando a Holmes al pasar, el detective no tardó en seguirlo. Victor le dio una mirada de preocupación a Greg y se fue corriendo tras ellos.

💉💉💉

John había logrado calmarse un poco y dejó de forcejear contra sus ataduras cuando sus muñecas y tobillos comenzaron a doler. La presencia abrumadora seguía allí, encadenado a la tubería, no había soltado más que gruñidos y quejidos, y eventualmente pareció calmarse también. Fueron sobresaltados cuando se escuchó la cerradura y la puerta se abrió enseñando la figura de un personaje desconocido con el rostro de su amigo.

-¿Así que este es mi paciente?

-¿Quién eres tú?- John pasó su mirada del hombre al pasillo. -¡Ayuda! ¡Estoy aquí!

El hombre cerró la puerta de golpe y se acercó tanteando el área alrededor del chico, estudiando su alcance y su fuerza.

-Ah,ah,ah. No queremos que nadie nos interrumpa

-¿Quién rayos eres? A ti no te conozco

-Permiteme. Soy el Doctor Addison Bennet

-¿De dónde saliste? ¿Acaso Moriarty te trajo?

-Moriarty... Sí, creo que así se llama ese loco- El doctor sacó una jeringa de su bata y agarró el brazo de John. -¿Listo para tu medicina?

-¡¿Qué es esa cosa?! ¡Suéltame!

-Es solo un sedante, no te preocupes. El Profesor me dio instrucciones claras de lo que quiere hacer contigo, y lamentablemente no tengo permitido hacerte más que esto

-¿Qué es lo que quiere hacerme?

El hombre soltó una risa de diversión y se acercó a su oído.

-Quiere que conozcas a alguien- le susurró.

Tomó el respaldo de la silla, la inclinó hacía atrás y la giró sobre sus patas traseras. Los ojos de John se abrieron con horror cuando pudo ver a quien le hacía compañía en el cuarto. Una especie de hombre híbrido, con escamas rojizas cubriendo gran parte de su cuerpo, de la espalda le salían enormes alas que habían sido encadenadas. Estaba cubierto por tela rasgada y quemada a modo de ropa. Sus ojos brillaban dorados con furia. Cada vez que jadeaba salía humo oscuro de su boca y se alcanzaban a ver los grandes colmillos que poseía. Todo el rincón estaba destruido con sectores quemados y rasguños en las paredes y el suelo. Los grilletes eran lo único que mantenían a la bestia en su sitio y a John vivo.

-¿Hermoso, verdad? Él es Smaug. Alguna vez un poderoso dragón y ahora una abominación

John no pudo apartar la mirada de aquel ser, sus ojos eran hipnotizantes y su aura poderosa.  También porque notó que su ahora rostro humano compartía parecido con todos los demás hombres que estaban de su lado, pero su cabello enredado con puntas quemadas era rojizo a diferencia de los otros.

-Oh, cómo me gustaría examinar ese cuerpo. Diseccionarlo y guardar sus alas como trofeo- Bennet caminó hasta el dragón humanoide y le agarró el rostro. -Esos colmillos, esas irises, esas escamas cobrizas. Daría lo que fuera por tener a este espécimen

Entonces volteó a ver a John y la sonrisa que formó inquietó a ambos prisioneros.

-Imagínate ser devorado por estos dientes. Fascinante

-¿D-Devorado?

-Ah, sí. El Profesor me dijo que te diera como alimento a la bestia, que te sedara y luego te dejara a merced de su hambre

Soltó bruscamente el rostro del dragón y regresó con John rodeando la silla.

-Pero eso es muy aburrido. Lo que yo quiero... es experimentar. Imagínate tener los colmillos de un dragón, las alas, la cola, las garras. Todo lo que tengo que hacer es extraer esa cosas de él y luego colocarlas en ti

-Estás loco

-¡No estoy loco!- tomó el rostro de John con una mano y con la otra le abrió la boca. -Solo soy visionario. Y para empezar solo debo arrancarte los caninos para reemplazarlos con esas armas

John intentó liberar su rostro sin éxito y vio con horror cómo el doctor sacaba una pinzas de su bata. Comenzó a moverse sin darle oportunidad de hacer algo pero sin poder alejarlo del todo. Su corazón volvió a acelerarse y su respiración se volvió agitada, pero no se daría por vencido.

-Argh, tendré que usar el sedante de cualquier forma

Todo entonces quedó en silencio cuando se escucharon golpes en la puerta.

-¡John!

¡Sherlock!, pensó Watson con esperanza. Iba a gritar, pedir ayuda y hacerle saber que seguía vivo, pero Bennet rápidamente le cubrió la boca y apretó los dientes en una sonrisa. Intentó morderle la mano, pero los gruesos guantes amortiguaban el dolor. Como último recurso soltó gritos ahogados con la esperanza de ser oído.

-¡John! ¡Voy a sacarte de ahí!

Escucharon golpes en la puerta cómo si estuvieran intentando abrirla, pero no dio resultado y pronto cesaron.

-¡No te preocupes! ¡Volveré por ti!

Con eso el miedo regresó a su cuerpo. Sintió sudor frío caer por su frente y lágrimas gotear por su barbilla. Él era solo un chico común y corriente, ¿cómo había terminado así? ¿Por qué lo habían metido en todo eso?

-Supongo que ya no hay tiempo para experimentos

Soltó un quejido cuando la gruesa aguja atravesó su piel y sintió el espeso líquido esparcirse por su sistema. El sedante fue lo bastante fuerte cómo para actuar en el acto y pronto todo su cuerpo se sintió pesado. Su mandíbula dejó de hacer fuerza y su cabeza cayó pesada. Lo último que vio antes de perder la consciencia fue a Bennet soltando a la criatura.

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