Capítulo XV

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POV ROBERTS

Conté hasta diez para reunir fuerzas y abandonar el lugarcito tan cómodo que me había creado con Elizabeth en la cama.

Eran las 4:20am, y si quería escapar antes de que sus padres despertaran tenía que ser ahora.

Me removí un poco en la cama para levantarme cuidando de no despertarla. Me senté en el borde de ella y comencé a ponerme mi ropa la cual estaba regada por toda la habitación.

La luz de la luna, traviesa, se colaba por el filo de las cortinas de su ventanal iluminando una franja de su nariz y labios.

¿Acaso me cansaría algún día de ver su hermoso rostro?

No creo, la verdad.

Dejé un casto beso en sus labios antes de brincar por su balcón hasta caer en el bien podado césped, caminando lentamente hasta llegar al muro que dividía la casa de la calle para trepar por el y salir de allí.

La sonrisa no se disipaba de mi rostro. Sentía mi corazón bombear con fuerza a medida que pasaban los segundos y mi mente rememoraba los sucesos de la noche anterior.

Ella tenía que ser mi novia, tenía que ser mía o sino no estaría en paz conmigo misma, nunca.

Llegué a casa aproximadamente media hora después, en cambio me quedé cavilando en varias cosas después de caer en mi cama sin lograr conciliar el sueño.

— mierda, me gusta Elizabeth Lincoln — susurré

Una sonrisa estúpida apareció en mis labios y de un momento a otro la euforia se apoderó de mi cuerpo.

¿Que carajos me pasaba?

Comencé a dar vueltas en la cama pataleando y ahogando gritos en el colchón.

Tiré mi mano para tomar mi teléfono tan torpemente que mi cuerpo cayó al suelo provocando un estruendo que se extendió por toda la habitación y quizás hasta la casa.

— ¡Me lleva la verga! — chillé, — ¡Aaah mi espalda!

Sentí los pasos apresurados de mi hermana correr por el pasillo hasta llegar a mi puerta la cual abrió sin pedir permiso.

Tenía su rostro entre afligido y dormido aún.

— ¡Lie! ¿Que sucede? — preguntó, agachándose en frente de mi

— me...— hice un puchero agarrando mi espalda — me gusta Lincoln — confesé en un lloriqueo — ¡Me gusta Elizabeth Lincoln, Amelia!

Escuché la carcajada de Amelia para después recibir un golpe en mi frente.

— ¡Auch! Eso duele — reclamé

— tonta, pensé que te morías— me ayudó a levantarme — se de sobra que te gusta, Charlie, lo que no se es cuando darás el siguiente paso

Me quedé pensativa unos segundos, y la chispa se encendió en mi cabeza.

— pasará hoy — aseguré — y ustedes me ayudarán

— uff ya era hora, hermanita — se burló, saliendo de mi habitación

Miré la hora, ya casi eran las 7:00am, así que me despedí de cualquier rastro de sueño que pudiera aparecer por ahí y me metí a la ducha.

Hoy sin dudas sería un largo día.

Media hora después ya estaba lista.

— ¡Amelia! — grité desde la puerta principal

— ¡Ya voy! — su voz resonó por toda la casa, reí ante su imagen bajando las escaleras mientras se ponía el otro zapato

— eres la persona más lenta del mundo — me burlé, ganándome su dedo del medio

GREEN EYES//Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora