¿Ser honesto o correr?

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Tras la petición de Faira de llevar a cabo una cita doble, y la aprobación de Trunks para eso, Goten inmediatamente asumió que solamente causaría más problemas si aquello llegara a pasar. Debía pensar por todos los medios posibles cómo impedirlo. Una tarde acudió a alguien que podría tener las respuestas.

La cita de Trunks con Mai sería el fin de semana, si esta salía bien la cita doble sería más que un hecho. Decidió aprovechar el tiempo para tener una contingencia, más bien, tantas como pudiera... Pero nada bueno salió y estaba a un día de saber cómo le fue a Trunks.

—¿Y esperas que yo tenga una solución para eso? —preguntó Krillin.

—No tengo ideas y no puedo depender de que la cita de Trunks salga mal, pero Faira insiste mucho.

Visitó a Krillin en su pequeño hogar, asegurándose de que fuera un momento donde no interrumpiese su labor policial. Número 18 estaba en la sala continua junto a su hija mientras tanto.

—Pues parece de un carácter fuerte...

—Bueno, sí. Ya ni mi mamá me grita tanto, pero extrañamente no me desagrada que lo haga.

—Los chicos de instituto tienen problemas bastante serios. Menos mal no fui a uno, aunque, en mi caso, los otros monjes me molestaban... Y en mi época de citas tampoco hay mucho que destacar. De hecho, una ex novia me dejó y a los pocos minutos se fue con otro hombre en un auto...

—Creo que oí algo de eso.

—¿En serio?

—Bueno, Bulma le contó a mi mamá y yo oí de casualidad.

—¡¿Y por qué le contaría a Milk de eso?! ¡Además de que pasó hace mucho! ¡Y mucho antes de que nacieras! —cuestionó un angustiado Krillin, quien suspiró enfadado—. Ah... Esa Bulma.

Krillin parecía haberse sumido en sus pensamientos, olvidándose por completo de que debía ayudar a Goten con su problema. Se veía tan enfocado que no sabía si interrumpirlo, pero terminó por hacerlo.

—Oye, Krillin, ¿y qué debería hacer?

—Bueno, ya has mentido mucho. Dile que no aceptaron la segunda cita.

—¿Mentir? —Lo consideró—. No, no funcionará. Siento que Faira es muy astuta para eso.

—Bueno, entonces... La verdad, si sigues mintiendo será peor cuando seas descubierto. Así que...

Ambos se cruzaron de brazos pensando en alternativas para el problema que tanto atormentaba Goten. Parecía que no llegarían a ningún lado, hasta que una intervención oportuna se presentó con la voz de la razón.

—¿Por qué lo complican tanto? Sé honesto, si no puede soportarlo que se vaya. No tienes porqué cumplirle cada capricho. Le importa más vencer a Mai que conseguir a Trunks—declaró Número 18, con un ejemplo de severa sinceridad.

Ninguno halló un modo de refutar lo que dijo. Hacía sentido, el único impedimento sería qué tan directo podría ser Goten y cómo podría manejar una confrontación con Faira.

—Tienes razón, pero hay un motivo por el que no me puedo negar...

Y esa era la posibilidad de revelar su identidad. Aunque no tenía pruebas, tal vez ella era capaz de conseguirlas.

—Si estás bajo amenaza es mayor razón para alejarte de esa persona. ¿Quién es amigo de alguien que lo manipula de esa forma? Si no quieres hacer algo nadie puede obligarte a hacerlo.

—¿Manipular? Pues...—Goten hizo la mirada a un lado, considerando lo que acaban de decirle—. No se me ocurre nada que decir para negarlo.

Viendo aún estaba dudoso, la androide tendría que recurrir a un as bajo la manga del cual estaba cien por ciento segura que funcionaría.

Goten x Faira: superheroWhere stories live. Discover now