Capítulo 4: "El inicio de nuestra amistad"

109 20 20
                                    

Un niño de rostro sonriente entraba a su modesta casita, al tiempo que un hombre maduro muy parecido a él que estaba sentado junto a un hombre mayor y al mayor de sus hijos alrededor de una pequeña mesa, posaba su mirada en este.

Ya llegué mamá, vaya ya están todos, decía Gokú, con una amplia sonrisa en su rostro.

¿Dónde estabas Kakaroto?, pronunció con firmeza Bardock.

Hijo, primero comamos y luego lo platican, dijo un adorable anciano, mientras un niño de cabello largo miraba a su padre y a su hermano menor.

Si cariño, aprovechemos estos días en que todavía estamos todos juntos para compartirlos con alegría, agregaba Gine, mientras colocaba un tazón sobre la mesa.

Bardock, no pronunció palabra alguna, solo continúo comiendo, al tiempo que el niño de cabello desordenado tomaba asiento frente a él.

Estuve en el castillo viendo el entrenamiento del príncipe Vegueta con los otros niños sayayin, y luego fui al bosque padre, dijo Gokú con la mayor calma que pudo, mientras su madre colocaba un plato delante suyo.

¿Estuviste en el castillo y no me di cuenta de tu presencia?, pronunció su hermano mayor.

Pues no, aunque solo estuve un tiempo breve, pues..., añadía el apuesto niño.

Luego fuiste al bosque a poner en práctica lo que viste, decía Raditz.

Gokú, ¿sigues entrenando solo?, pronunció con calidez el adorable anciano, mientras su madre lo miraba con ternura, y su padre con cierta nostalgia.

Sí entreno solo en el bosque, me gusta hacerlo, así el príncipe Vegueta me haya dicho una vez que no soy un digno rival de él, pero en esta oportunidad...., acotaba Gokú.

Hijo nuestra raza es una de las razas más poderosas no solo de nuestra galaxia, sino también de nuestro universo, de hecho, tú algún día serás uno de los mejores guerreros Sayayin, solo tienes seguir entrenando, y algún día no muy lejano el príncipe Vegueta reconocerá tu potencial, decía con dulzura Gine.

Sí Gokú, lo que dice tu madre es cierto, tu eres un Sayayin muy especial, yo al igual que Gine pienso que un futuro te convertirás en uno de los mejores guerreros Sayayin, agrego el abuelo Gohan.

Mamá, abuelo, no es bueno crear falsas expectativas, decía Raditz, con cierta ironía.

Cállate Raditz, Kakaroto es un Son como tú, como yo, como tú abuelo, quién fue en su momento uno de los mejores guerreros sayayin, además de ser el único que te habla muchos idiomas de diversos planetas, por lo tanto, él tiene sangre de guerrero, solo que su potencial se está desarrollando de manera lenta, sin embargo, él tiene un potencial, que solo mi padre y él tienen, y ese potencial en estos momentos es de gran utilidad para la familia real, pronunció Bardock.

¿A qué te refieres?, dijo Gine intrigada.

La futura reina como ya les comenté es terrícola, y pues yo no domino mucho su idioma, por lo mismo le pedí al rey autoricé que Kakaroto me acompañe todos los días al refugio donde esta ella para que me ayude a comunicarme con la princesa, respondió Bardock.

¿Al refugio?, dijo Gokú, mientras pensaba: Mi padre quiere que le ayude a comunicarse con Milk, eso significa que estaré cerca de ella.

Sí, al refugio de la futura reina, a partir de hoy vendrás conmigo al refugio, por ello apresúrate en comer, que no podemos dejar mucho tiempo sola a la futura reina, en el camino te explicare tus funciones y algunas otras cosas más, ¡ah! Gine, alístame algo de comida para la futura reina, pronunció Bardock.

Claro, dijo la nombrada.

Tiempo después:

¿Comprendiste todo lo que te dije Kakaroto?, decía Bardock, mientras volaba junto a su hijo.

PLANETA ROJOWhere stories live. Discover now