Capítulo 9: "La amistad se sigue fortaleciendo"

83 14 10
                                    

Un niño de cabello alborotado abría sus ojitos, al tiempo que escuchaba una melodiosa vocecita entonar una canción.

¡Milk! dijo Gokú, sentándose sobre la manta que usaba como cama.

¡Feliz cumpleaños! pronunció la pequeña niña, al tiempo que le ofrecía a su pequeño amigo una hoja de papel.

¿Y esto?, contesto el niño de cabello alborotado.

Tu regalo, dijo Milk con dulzura, haciendo una pausa para añadir: Me hubiera gustado elaborarte otra cosa que dure más, pero....

Me dibujaste, respondió Gokú.

Sí, contesto la pelinegra.

Dibujas muy bien Milk, ¡Gracias! dijo Gokú.

Preparé un desayuno especial con lo que pude encontrar en el almacén, decía Milk.

No, era necesario, añadía Gokú.

Eres mi amigo, el único que tengo, respondió Milk.

Tú también eres mi única amiga, y no te pongas tristes, no me gusta que te pongas triste, dijo el niño de cabello alborotado.

No, no lo volveré hacer, ¡discúlpame! además aún no te he dado tu abrazo de cumpleaños, agrego Milk, antes de abrazar a su pequeño amigo.

Tiempo después:

Ya te canté una canción de cumpleaños, ya te di tu abrazo, te entregue tu regalo, desayunamos, solo falta que tú digas que más te gustaría hacer hoy, decía Milk.

Entrenar contigo, respondió Gokú.

Bien, entonces entrenemos, dijo Milk, con una dulce sonrisa.

Minutos después:

¡Gracias Milk! decía Gokú, mientras la pelinegra le colocaba unos paños humedecidos a los puños de sus manos que estaban muy enrojecidos.

Con esto bajara la hinchazón, pronunciaba la pelinegra, haciendo una pausa para agregar: Debes ser más cuidadoso.

Es que no medí fuerza y tuve miedo de lastimarte, por ello dirigí el golpe hacia la pared de la nave, pero no contaba con que estuviera tan dura, decía Gokú sonriendo.

Meses después:

Una pelinegra miraba una pantalla mientras su pequeño amigo digitaba algo en la misma.

No me dijiste que tu padre te dijo que no podías manipular nada de la nave, decía Milk.

Solo estoy viendo si ya salimos del universo, respondió con calma Gokú.

¿Y ya lo hicimos?, dijo Milk.

No, aún no, papá tenía razón, el viaje será muy largo, contesto el niño de cabello alborotado, con cierta nostalgia.

Ya te estás cansando, ¿verdad?, después de todo ya no soy buena compañera de entrenamiento para ti, decía la niña pelinegra.

No, no digas eso, tú eres una buena compañera de entrenamiento, si dije ello es porque ya han pasado 5 meses y no he podido contactar a papá, ni a la nave de Raditz, aunque él de seguro no me quiere responder, contesto Gokú.

¿No te llevas bien con tu hermano?, dijo Milk.

No es eso, es solo que él me considera de bajo nivel al igual que los otros niños de mi raza, por ello nunca entrenaba conmigo y hablábamos muy poco a pesar de ser hermanos, aunque cuando era más pequeño no era así, él era más amable conmigo, pero desde que entro a ser parte del grupo de entrenamiento del príncipe Vegueta empezó a cambiar, respondió el niño de cabello alborotado.

PLANETA ROJOWhere stories live. Discover now