Capítulo 12: "El Planeta Rojo"

95 16 11
                                    

Un apuesto joven cabello de flama digitaba en el teclado de una nave, mientras su hermano menor lo observaba.

En unos minutos estaremos entrando al Planeta Rojo, decía Vegueta.

El viaje fue tan largo para llegar acá, pero en unos minutos estaremos en nuestro nuevo planeta, respondió Tarble con cierta nostalgia.

Así es, y en este haremos cumplir la voluntad de nuestros padres, agrego Vegueta, haciendo una pausa para añadir: Colócate el cinturón de seguridad, porque estamos a punto de entrar a nuestro nuevo planeta.

Sí hermano, dijo Tarble.

En tanto:

En otra nave una pelinegra acercaba su rostro hacia una pantalla donde su amigo se encontraba digitando algo, haciendo que este gire su rostro al sentir el aliento de la joven sobre su rostro, haciendo que ante el contacto de miradas ambos las bajasen.

¿Qué haces?, dijo Milk con la mirada baja, mientras sentía sus mejillas arderle.

Estaba verificando si vamos en la dirección correcta, respondió Gokú, mientras dirigía su mirada hacia la pantalla, al tiempo que sentía un ligero calor en su rostro.

¿Y si vamos en la dirección correcta?, acotó la pelinegra con calma, mientras su mirada la posaba también en la pantalla.

Sí, ya estamos en el universo de nuestro planeta de destino, según los cálculos que hice en 7 días a más tardar estaremos en este, añadió el apuesto joven de cabello alborotado.

En una semana, dijo Milk.

Sí, en una semana, respondió Gokú, haciendo una breve pausa para acotar: La nave del príncipe Vegueta ya debió de haber llegado y las otras naves llegaran en el trascurso del día, nosotros llegaremos con días de retraso por aquel percance que tuvimos en la galaxia azul.

Sí, los meteoritos han retrasado nuestra llegada, aunque creo que fue lo mejor que me pudo pasar a mí, aunque solo retraso lo que vendrá por algunos días, decía la princesa terrícola con nostalgia.

Milk, no te pongas triste, a lo mejor al conocer al príncipe de mi raza, este te agrada, y todos tus temores quedan atrás, agrego Gokú.

No creo que ello pase, contesto Milk con cierto dolor en su voz.

¿Por qué?, dijo el joven de cabello alborotado con curiosidad.

Por que yo...

La pelinegra no pudo continuar, pues se vio interrumpida por un sonido un tanto extraño.

¿Qué es eso?, pronunció Milk.

Alguien está contactando con la nave, dijo Gokú, presionando un botón, al hacerlo en una pequeña pantalla aparecía el rostro de un joven de cabello largo. ¡Raditz! exclamo el apuesto joven, mientras la pelinegra posó su mirada en el joven que aparecía en la pantalla, que empezó a dirigirse a su amigo en el idioma sayayin.

Kakaroto veo con satisfacción que no eres tan inútil como creí, has sabido cumplir con la misión que se te encomendó, de seguro nuestro futuro rey tomara en cuenta ello para integrarte al comando real, decía el joven de cabello largo posando su mirada en la pelinegra.

Raditz, me da gusto que estés bien, han sido tantos años...., respondía Gokú con voz un tanto quebrada, pero se vio interrumpido por su hermano mayor.

Sin sentimentalismos Kakaroto, si quieres ser parte del comando real, específicamente de la guardia real, como le hubiera gustado verte a nuestros padres a nuestro abuelo, deja de lado ese sentimentalismo, dijo Raditz con firmeza.

PLANETA ROJODonde viven las historias. Descúbrelo ahora