Capítulo 32: "Los prófugos"

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Un par de pelinegros estaban abrazados en una pequeña cueva subterránea, mientras sobre esta unos hombres sobrevolaban.

Nos van a encontrar, decía temerosa la bella jovencita pelinegra mientras se abrazaba más al cuerpo de su amigo.

No lo harán, no te preocupes, aquí estaremos a salvo, a Vegueta se le pasará el enojo pronto, la otra terrícola llamada Bulma se encargará de contentarlo, la verdad, no lo entiendo, se nota que se lleva bien con ella, muchas veces los he encontrado en situaciones extrañas, entonces ¿por qué quiere esposarse contigo?, respondía un sonrojado joven de cabello alborotado, al darse cuenta que tenía muy cerca suyo a la joven princesa.

Por capricho, pero se le pasara, dijo Milk haciendo una pausa para decir: ¡Gracias por tu amistad¡ me has demostrado ser un gran amigo, te estás arriesgando por mí y eso es algo por lo que siempre te estaré agradecida.

Los amigos están para darse apoyo en las buenas y en las malas, ¿no?, tú muchas veces me cuidaste cuando me enfermaba cuando viajábamos hasta aquí, o cuando me lesionaba por entrenar con gravedades extremas, además ¡te quiero mucho Milk¡ dijo Gokú.

Yo también te quiero Gokú, respondió la pelinegra dándole un repentino beso en la mejilla a su apuesto amigo que lo hizo sonrojarse cual tomate.

¿Por qué haces eso Milk?, dijo nervioso Gokú.

Ya te he dicho hace algunos años que no tiene nada de malo, se llama beso y es un beso de agradecimiento, además aquí no hay nadie, estamos solo tú y yo, respondió Milk con calma.

Sí, es cierto, estamos solo tú y yo como en la nave, dijo Gokú con una cálida sonrisa.

¡Feliz día de la amistad¡ dijo Milk de repente.

¿Qué?, ¿acaso ya no paso?, respondió sonriendo Gokú.

Si es cierto, pero no pudimos celebrarlo juntos, ni siquiera pudiste enviarme un saludo como en Navidad, por eso te lo digo ahora, ¡Feliz día de la amistad Gokú¡ volvió a decir la pelinegra.

¡Feliz día de la amistad Milk¡ contestó el apuesto joven de cabello alborotado, siendo ahora el quien le daba un beso en la mejilla a la jovencita haciendo que ahora ella sea quien se sonrojara.

¿Y eso?, dijo Milk nerviosa.

Estamos solo tú y yo ¿no?, respondió Gokú sonriendo apegando más a la pelinegra a él al tiempo que depositaba un tierno beso en su cabeza.

Castillo:

Un joven cabello de flama miraba sus manos las cuales estaban rodeadas de una energía de color dorado al igual que su cuerpo.

Tus ojos y tu cabello, decía Tarble.

¿Qué les pasaron?, agregaba sorprendida Bulma.

Me convertí en un Súper Sayayin, me convertí en Súper Sayayin, pronunció Vegueta elevando sus brazos.

¡Felicidades hermano! dijo Tarble.

Esta la transformación que tanto buscabas, expreso Bulma, haciendo una pausa para acotar en voz baja cerca del oído del futuro rey: Te ves muy apuesto así también.

Soy el Sayayin más fuerte del planeta, como siempre debió de ser, dijo Vegueta, haciendo una pausa para agregar: Yo mismo me encargaré de eliminar a Kakaroto por su traición.

Hermano, pronunció Tarble.

Los dos recibirán un castigo ejemplar, añadió el futuro rey.

Bosque:

Un joven de cabello alborotado miraba con cautela desde una cueva hacia el exterior, tras algunos minutos decidió regresar junto a la pelinegra, que estaba en el interior de la cueva.

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