IX. Aliado de vidas pasadas: Segunda parte

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Por la noche hubo carne Dong'an y fideos de arroz al estilo Hunan, ya que, a palabras de Wei WuXian eran sus favoritos. Como ya era usual, Lan WangJi se inclinó por el salteado de vegetales y la carne sin demasiado aceite de chiles. Esto permitió que la comida fuese amigable para el gusto de ambos. Debido a que las tareas fueron repartidas de manera conveniente, Lan WangJi cocinaba, y Wei WuXian lavaba los trastos.

No era una tarea demasiado extenuante ni agotadora, pues Lan WangJi era esa clase de personas que ordenaba y limpiaba la cocina antes de que las sartenes terminasen de espesar las salsas.

Una vez regresó a la cabaña, encontró a Lan WangJi tocando su guqin sin preocupación alguna. Las notas bailaron en el aire, y formaron una canción muy de Gusu Lan, aunque desconocida para Wei WuXian pese a haber escuchado múltiples interpretaciones de Lan WangJi en vidas pasadas.

Probablemente algo nuevo, algo compuesto por el chico.

Cuando le preguntó, no dio respuesta aunque sonrió de manera apenas perceptible; Wei WuXian se dejó caer a su lado, haciendo que sus ojos se estrecharan con ternura. Cuando la atención fue demasiada para soportar, Lan WangJi pinchó para que tomara un baño.

Abandonó la residencia y lanzó algunos leños hasta que el fogón comenzó a hervir el agua. Para su fortuna, la noche no fue helada, sino fresca. La clase de noche estrellada en la que permitía mantener las puertas abiertas, para beber hasta el amanecer debido a la vista.

La canción continuó por un tiempo en una melodía que evocó la nostalgia, como si se estuviese contando la historia de dos trágicos amantes. En media vara de incienso, la música cambió, exponiendo la versión modificada de Descanso. Aunque sin energía espiritual inyectada en las notas.

Desde la ventana vio a Lan WangJi, su imagen fue domestica y desenfadada. Este Lan WangJi no había experimentado desesperación ni agonía. Sus intereses radicaban en salir de cacería en los alrededores, ayudar a los campesinos envejecidos y reñir a Wei WuXian por quejarse de la falta de carne en la dieta. Sin embargo, había una cuestión que le inquietaba.

Tan inquietante que había forzado sus propios pensamientos en lo profundo de su mente. Se sintió rastrero, desleal y aprovechado. Sabía que Lan WangJi no le vería así. Nunca le había visto así.

Las múltiples reencarnaciones le escupieron a la cara para corroborar que de Lan WangJi no podría encontrar nada más que desagrado, tolerancia o en el mejor de los casos amistad.

Por lo que fue complicado para él lidiar con el ferviente calor en su pecho y la lucha que se asentó en su corazón.

Cuando el agua comenzó a hervir, Wei WuXian fue devuelto a la realidad.


***


Lan WangJi no tenía el mejor temperamento y él lo sabía.

Su xiongzhang lo había mencionado en más de una ocasión, preocupado por su carácter difícil que tendía a la antipatía, el ostracismo y el estoicismo. Claro, Lan WangJi fue elogiado por su disciplina, modestia y la afabilidad en su trato con otros. Eso fue solo decencia humana. Lan WangJi sabía tratar a las personas de manera adecuada y dudaba alguna vez de ser malo con alguien por mero placer. Pero eso a ser una flor social como su hermano así lo quería era una gran diferencia.

Inesperadamente, cuando se trataba de Wei WuXian tendía a perder la racionalidad en su persona actuando por mero impulso en un enjambre de sentimientos y emociones pululando en su interior.

Ciclo de reencarnaciónWhere stories live. Discover now