Negro [Shinichi Kudo]

十

Abismo

━━━━━ • ஜ • ❈ • ஜ • ━━━━━

Un suspiró salió de los labios de la chica, su trabajo en el banco la tenía agotada, pero ya casi era su hora de almuerzo. Suplantar a su hermana era agotador, algo que las diferenciaba a parte de la edad, era el carácter, no importaba que ni como, Akemi siempre ha sido una chica amorosa y amable. En cambio ___, tenia un poco menos de paciencia que su hermana mayor, solía decir lo que pensaba mucho más rápido, y no se preocupaba de las consecuencias.

El celular en su bolsillo vibro, colocó la advertencia de que su puesto estaría cerrado y se dirigió a la sala de descanso.

— Masami —llamó alegremente una de sus compañeras—, ¿nos acompañaras a almorzar?

La chica negó con una sonrisa, cuando el grupo de chicas se fueron la borró.

— Como no le duelen las mejillas a Akemi de tanto sonreír —reclamó, masajeándose la zona afectada. Vio su móvil, bajando la barra de notificaciones para leer el mensaje—. Una reunión a mitad de semana, que porquería.

━━━━━ • ஜ • ❈ • ஜ • ━━━━━

___ se encaminó al lugar señalado, se acomodó la camisa y el blazer que hacían un perfecto conjunto con su falda negra. Sus zapatos repicaron en el suelo del lugar.

— Bienvenida —la chica se giró en su lugar, cruzó sus brazos al encontrarse con el grupo de gente que la había citado. Los examinó con desagrado.

— No estoy de humor —recriminó al hombre que la había saludado—, espero esto no lleve mucho tiempo, tengo cosas que hacer, Vodka.

Una sonrisa salió del tipo rechoncho que se acercó deliberadamente a la chica, la tomó del mentón con fuerza, y se aproximó a su oído: —Cuidado, Cointreau.

El desagrado desbordaba de la fémina, se alejó del hombre y tomó asiento junto a la rubia, que estaba al fondo del salón, con una copa de vino. La mujer le sonrió, la chica no le devolvió el saludo.

— ¿Por qué estamos aquí? —la voz de Kir interrumpió el silencio. ___ cruzó sus piernas y se apoyó en una de sus manos—, hay gente que tiene trabajo que hacer.

— No te impacientes —Korn se cruzó de brazos, enfadado.

— El jefe pide avances —habló Gin—. Los reportes los queremos para mañana en la tarde —se oyó el desacuerdo a coro. El hombre de largos cabellos platinos subió su vista por fin—. Cointreau, los progresos de tu parte sobre el APTX.

La chica dejó de mirarse las uñas con desinterés y dejó caer una carpeta sobre la mesa en la que estaba, el hombre se avecinó en su dirección, apoyando una de sus manos en su hombro. El rostro de la chica se mostró sobrio.

— Si eso era lo que querían, me retiro —la chica trató de levantarse de su asiento, sin éxito. La presión que ejercía el mercenario a su lado la dejaban inmovilizada—. Tengo trabajo que hacer, si quieren las modificaciones pedidas, necesito más tiempo.

La muchacha era parte del grupo de científicos que manejaba la organización, a pesar de estar dentro de uno de los altos rangos, no era nada más que una adolescente, que era el punto de juegos de Gin y Vodka.

Algo completamente desagradable.

Sentía como su corazón palpitaba con fuerza, no de nuevo.